𝑻𝒊𝒈𝒓𝒆 ★♡𝑪𝒉𝒂𝒏𝒎𝒊𝒏♡★

♡.｡.:*Capítulo VIII.｡.:*♡

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Fin de semana.. uff, por fin el preciado y necesitado fin de semana había llegado y cierta criatura con una mora en la cabeza estaba arrastrando por las patas traseras a un perezoso y dormilón tigre.

— Pesas.. de..masiado..— Seungmin dijo mientras se dirigían a la bañera.

El sonido de garras dañando la madera del suelo lastimaron los oídos de Seungmin, haciendo que frunciera el ceño. 

-¡Bang Chan, deja de hacer eso!  – Seungmin pidió doblando hacia el cuarto de baño. 

El tigre rugió, un rugido de completo sufrimiento y decepción, dándole al peli-morado una mirada de completo dolor cuando le observó llenar la tina con agua refrescante. 

— ¡Debes ducharte, gatote sucio! ¡sólo mírate!  ¡tus patas son cafés de lo sucias que están! — Señaló Seungmin. 

Éste no mentía, horas antes, una deliciosa lluvia vino a crear el peor lodo, sacando el lado juguetón de Chan y pues.. ahí lo tienen, un tigre lleno de barro sin ganas de querer ducharse.

—Meeeeoooowww..~— Maulló de dolor del tigre.

— Nada de meow, hyung, te bañaras.— Seungmin dijo completamente decidido y lo tomó de las patas delanteras, así metiéndole a la tina de poco en poco.

Chan dejó de quejarse y Seungmin comenzó a enjuagarle primeramente, lucía concentrado
en dejar limpio a su minino gigante y el tigre realmente se dejó hacer por él, pues sus ojitos brillaban de una manera que le cautivaban demasiado, y por ver ello implicaba dejarse mojar y aromatizar por la cabeza de mora.

— ¡Luce tan feliz en la ducha, Channie hyung~— Musitó Seungmin contento, formando en finas líneas sus ojitos gracias a su media luna perlada, pasando ahora la espuma del
shampoo en su pelaje.

El tigre ahora tenía una expresión de completa amargura, observando con incredulidad al pequeño chico feliz.

— Me lo vas a agradecer, serás un tigre completamente oloroso y abrazable por mi.— Dijo Seungmin arrugando su naricita tiernamente.

Chan levantó sus orejas al oír aquello ¿ser abrazado muchas veces por la cabeza de mora? ¡Joder! ¡Dúchame en aromatizantes ahora putas mismo! Pensó el tigre con sus ojos brillosos. El tigre amaba los brazos de Seungmin, porque en ellos se sentía un minino completamente consentido por su dueño, además, el calor de la cabeza de mora para él era algo acogedor, una segunda casa, un lugar donde podría dormitar horas y horas. Y Chan, por más que sea muy orgulloso y rudo, amaba los abrazos, más si venían de Kim Seungmin. Las pequeñas manitos del peli-morado parecían nubes sobre su cuerpo felino, siendo tan suaves y relajadoras a la vez, un tacto tan dulce como la miel, un pequeño ronroneo escapó del tigre, haciendo sonreír al chico.

— Sabía que te gustaría la ducha, gatote salvaje.— Seungmin mencionó sonriente.— ¡C-Channie! — Chillo cuando Bang lamió su mejilla en un "beso".

Minutos después, Seungmin ya estaba encendiendo la secadora, pasando el cálido
aire por el pelaje del ahora limpio y brillante tigre, quien a pesar de odiar oler a "frutos exóticos" como decía el shampoo para
mininos que Kim compró en una tienda de mascotas un día antes, de sentía fresco, sediento de abrazos de cabeza de mora.