Capitulo 7

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Taemin se levantó de la cama y apartó el cabello de la frente húmeda. Se sintió mareado y se quejó. Era debido al calor y si MinHo lo viera en ese estado, reiría mucho...acalorado, sin poder dormir se acomodó en una silla y desde el amanecer hasta el anochecer, MinHo era el encanto personificado.

El rompió el hielo, a pesar de sus determinación de permanecer alejado. Ahora charlaban sin reñir, de nimiedades, por supuesto. Tocaban
temas seguros, como TaeHo, la casa en Seúl y los negocios de MinHo.
Con los dedos, Tae se frotó los músculos tensos del cuello. El cambió desde el
momento en que Jungwoo le dijo la verdad. En su interior, volvió a nacer una fuerza interna y
sentía respeto de sí. Se estremecía al admitir que durante cuatro años, lo único que le importó fue TaeHo. Vivió creyéndose independiente ahora se  esforzaria para que JongHyun pusiera el interés debido al negocio.

Tae quería  lograr que Antiques Picasso fuera un éxito, pero no podía hacerlo ahora sería turno de su socio hacerlo.
La noche anterior, asistieron a una boda en el pueblo y fueron los invitados de honor.
Durante el júbilo de la fiesta, MinHo lo acercó a él y lo miró con impaciencia.
— ¿Cuándo...mmm? – murmuró él — . ¿Por qué fingir? Muy en el fondo, sabes lo que quieres. ¿O tal vez deseas que te lo diga?
A MinHo no le gustaba esperar por lo que deseaba, la pasión que se sentía en el ambiente era como una corriente eléctrica. Después de todo lo que MinHo le hizo, ¿cómo podía quererlo
todavía?
El ver a MinHo esa tarde, vistiendo nada más unos pantaloncillos apretados, era letal para Tae y él lo sabía. El tormento era como un nudo que cada día se aprieta más.

Tae no podía dormir porque lo deseaba y al mismo tiempo, la enfurecía, la luz de la luna brillaba sobre el agua de la piscina, eran las tres de la mañana todos estarían dormidos, el agua brillante era una invitación, Taemin salió a la terraza y siguiendo un
impulso se quitó la pijama y se metió en la piscina, suspiró con alivio, flotando de espaldas se dijo que MinHo encontraría una amante y que el jamás tendría relaciones con él.

Se volvió y comenzó a nadar, no deseaba que tuviera a alguien mas también tenía su orgullo. Apretó los dientes al comprender la humillante realidad perdido en sus pensamientos, no notó que el agua formaba pequeñas olas, lo cual indicaba que tenía compañía, un par de manos se cerraron sobre su cintura y Tae dejó escapar una exclamación antes de que MinHo lo volviera y le oprimiera la espalda contra la pared de la piscina, mientras su boca ahogaba su grito de ira, le besó las sienes, las mejillas mojadas y los extremos de la boca en
una caricia apasionada, Tae se recuperó de la impresión y colocó las manos sobre los hombros desnudos de MinHo.
— ¿De dónde saliste? – preguntó el.
— Te vi desde la ventana de mi habitación – respondió. Le tomó las manos y las
colocó a sus costados — .
Te exhibes...vas demasiado lejos...
— ¿Exhibirme? – preguntó Taemin en un eco — . ¡Eres...un fisgón!
MinHo hundió los dedos en su cabello.
— No recibo satisfacción de mirar – dijo él — .
Tengo derecho a tomarlo cuando mi esposo me provoca–le besó el cuello — .
Tu piel brilla como plata bajo esta luz – deslizó las manos hasta sus costados  — , y descubro que soy muy hombre...
— ¡Nunca lo dudé, pero prometiste!... – respondió Tae y sintió que la pasión empezaba a estremecerlo.
— Soy humano – se disculpó MinHo, mientras deslizaba los labios por sus hombros. Le mordisqueó la oreja antes de besarlo con pasión.
— No... – dijo Tae con desesperación mientras él lo abrazaba con fuerza y lo acercaba a
su cuerpo. Taemin le golpeó los hombros en señal de protesta, sin embargo, poco después
sus manos empezaron a moverse despacio sobre la piel de MinHo, quien gimió en señal de
aprobación y oprimió la mano de el contra su vientre para demostrarle su necesidad,Tae perdió el control por completo.
MinHo lo cargó y lo llevó hacia los escalones. Lo depositó sobre su cama en la habitación oscura y se acostó a su lado.
— Cuando te vi en el hospital, supe que no habíamos terminado, te miré y supe que tenía que tenerte de nuevo estás en mi sangre como yo en la tuya – deslizó los dedos por el cabello
mojado de Tae y lo extendió sobre la sobrecama, al mismo tiempo que lo recorría con la mirada, Tae sabía que era una locura, mas lo tenía hechizado. Sentía una alegría al descubrir que MinHo estaba tan atrapado como el, eso parecía hacerlos iguales cuando se inclinó sobre el, Tae entreabrió los labios por instinto para recibir sus besos.

Una Cruel Mentira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora