Capitulo 9

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— El médico quiere que permanezcas en cama durante unos días – le recordó MinHo. 

— ¡Te odio! – exclamó Taemin. 

MinHo tenía el cabello alborotado, la corbata floja y se notaba su tensión, Tae se dijo que él no lo amaba, que volvería a abandonarlo en Incheon para que sufriera lejos de él, ese médico no sabía de qué hablaba al decir que las cosas serían diferentes esa vez. 

— Comprenderás...debes entender que no puedo estar de acuerdo con un aborto manifestó MinHo y lo  miró — . No podía vivir con eso, desearía poder mas no puedo, tal vez sea una falsa alarma – parecía como si deseara que así fuera. 

¿Qué clase de hombre era para pensar en una solución así? Tae sintió horror, una vez más, MinHo estaba condenado a la paternidad con una persona  a la que no amaba, a la que no podía respetar y con quien no podía vivir. 

— Nunca te perdonaré por mencionar esa posibilidad – murmuró Taemin — . ¿Cómo pudiste pensar en eso aunque fuera por un momento? ¿Cómo puedes decir algo así? 

— ¿Yo? – preguntó MinHo perdiendo su control habitual, habló tan fuerte que el levantó la cara para mirarlo — . Yo...¿yo no quiero a mi propio hijo? ¡Estoy feliz! Y no me disculparé por ello, esta vez observaré cómo crece mi hijo esta vez no estaré lejos. 

Era las once de la noche cuando MinHo volvió a aparecer. 

— Tomaré tiempo libre para asegurarme de que te cuides – anunció él con agresividad en la oscuridad — . Si pudiera sufrir por ti, lo haría, pero no puedo no quiero que pienses que te dejo solo lo asió del cuerpo con manos firmes y deslizó los dedos sobre su vientre en un movimiento muy revelador — . ¿Cuándo lo sabremos? – preguntó con impaciencia. 

Lo abrazaba, el niño le inspiró una actitud de preocupación, comprendió que estaba contento. 

Durante los días siguientes, MinHo tuvo muchas atenciones con Taemin le regaló ropa de dormir, los últimos libros y se aseguró de que el no moviera ni un músculo. 

Parecía que lo mantendría acostado durante los veinte años siguientes, MinHo compro un libro  sobre embarazo y después de leerlo, un simple dolor de cabeza de Taemin habría bastado para que se apresurara a llevarlo al hospital más cercano. 

— ¿Te estás muriendo? – le preguntó una tarde TaeHo — . Escuché que la abuela decía que papá pensaba que te estabas muriendo. 

Al escucharlo Taemin rió, el comentario del pequeño lo hizo ver el aspecto gracioso de la sobreprotectora actitud de MinHo. Cuando llegó el médico, Taemin le pidió que hablara con su marido, de otra manera él nunca creería que estaba en condiciones para viajar. 

Una hora más tarde, apareció MinHo. 

— A mí no me pareces saludable – le dijo — . ¿He exagerado? 

Taemin comprendió que era culpa de el que actuara de esa manera, ya que en numerosas ocasiones comentó sus sufrimientos durante su primer embarazo, a Taemin no le gustaba lo que ahora sucedía, pues él parecía muy preocupado por el niño y el no era un inválido 

— Creo que el médico tiene razón – dijo Taemin  — . No va a ser un embarazo semejante al anterior, además en el primero tampoco hubo peligro de perder a TaeHo 

— ¿Por qué tiene que ser de esa manera? – preguntó él con amargura — . Lo único que te pido es que tengas al niño y que lo ames, aunque sea mi hijo. 

Tae parpadeó para controlar las lágrimas. 

— No tienes que pedirme eso MinHo. ¿No comprendes? Sentí pánico y es probable que mis nervios me hicieron sentirme enfermo. No tienes que sentirte... 

Una Cruel Mentira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora