MinHo revisó los sobres, de pronto se detuvo y se acercó a Taemin— Es para ti – dijo y le entregó una carta. Tae la tomó reconoció la letra de JongHyun y metió el sobre a su bolsillo. Al levantar la mirada se encontró con los ojos de MinHo que lo observaba — . ¿No vas a leerla? – había reconocido el sello.
— ¿Por qué, tú también quieres leerla? – preguntó el exasperado — . Honestamente MinHo, JongHyun es mi amigo y socio y nunca ha querido ser otra cosa.
— Esa no es la impresión que yo recibí aseguró con voz helada.
Si MinHo iba a sentir celos por su correspondencia, ¿qué esperanza tenían? ¿El adulterio podía cometerse por escrito? No se sentiría satisfecho hasta que lo tuviera encerrada en una pequeña jaula, Taemin controló el deseo de golpearlo a controlar tus celos.
— Tendrás que aprender a controlar tus celos MinHo, apenas pronunció las palabras, se arrepintió al ver la reacción de él.
— ¿Celoso? ¿De qué iba a estar celoso?
— Tal vez la palabra que debí usar fue “posesivo”, sin embargo, sé que hay un problema.
— ¿Y te digo cuál es? Mi esposo no debería tener amigos tan cercanos, o le vendes tu parte del negocio o se las regalas, no me importa lo que hagas terminarás con esa relación por completo.
MinHo se fue sin tomar el cafe, Taemin se secó los ojos húmedos, la esperanza de que hubiera un mayor entendimiento entre ellos quedó destruida quisiera comprenderlo, y lo que quería en realidad era tenerlo encerrado y evitar que estuviera en contacto con otros hombres. ¿Qué esperanza tenía Taemin de combatir la desconfianza de MinHo? Comprendió lo mucho que Jungwoo los dañó a los dos.
Leyó la carta de JongHyun y pensó que era una fortuna que MinHo no intentara leerla, la carta decía: “¿Sientes que ya puedes contarme la verdad? Recuerda que mi hombro siempre está aquí, sirvo de gran consuelo cuando no estoy desconsolado”. En la carta había muchas preguntas personales, comentarios casuales y también le pedía que le escribiera pronto para informarle dónde tenía escondidas las llaves de repuesto del Antiques Picasso. “Realmente no puedo arreglármelas sin ti, por favor déjalo y ven a casa”.
Taemin suspiró y comprendió que JongHyun no podría dirigir solo la tienda, por ser demasiado desorganizado, mientras hubiera comida sobre la mesa y gasolina para el coche, él estaría feliz, no tenía más ambiciones y se hizo muy dependiente de el. Si Kibum lo amaba la mitad de lo que decía y Tae pensaba, iría en su ayuda ese negocio, bien atendido, mantendría con comodidad a una pareja.
Fue por la noche temprano cuando llegó la llamada. Onew entró en la sala y habló directamente con MinHo. Taemin estaba reclinado en el sofá y leía un periódico, ignorando una atmósfera llena de expectación. No le había dado razón a MinHo para sospechar de JongHyun y el
pensar en rebajarse para darle más explicaciones lo hacía sentir un nudo en la garganta.
— Parece que alguien te busca y no quiere identificarse – dijo MinHo
Tae levantó la cabeza.
— ¿Tengo un visitante? – preguntó sorprendido.
— No, es una llamada telefónica – le explicó Minho, Tae se puso de pie pero Onew le pasó el teléfono para que contestara. Taemin esperaba escuchar la voz de su hermana, mas la voz que escuchó hizo que su corazón dejara de latir y volvió a sentarse.
— ¿Taemin? Si eres tú, por amor de Dios di algo – dijo la voz con acento americano— . No soy muy bueno para adivinar.
— Soy yo – respondió Taemin.
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Una Cruel Mentira
RomanceChoi MinHo, un hombre de negocios se casó con un joven atractivo, su nombre Lee Taemin un chico sumamente hermoso, todo parecía un cuento de hadas pero eso se terminó cuando MinHo cree que Taemin le a sido infiel y sin importar que esté esperando u...