Nick entro corriendo a la habitación.
— ¿Qué fue lo que paso? — Pregunto despacio mientras se colocaba el cubre boca. Sin obtener respuesta vio como Jungkook abandonaba la sala.
Horas después de aquella operación tan trágica, Nick se acercó a los familiares y les informo de la muerte del joven; un desafortunado accidente de auto debido al alcohol. Dejó todo en manos de las enfermeras y siguió su rumbo.
Era ya rutina ver morir a alguien en manos de él y no existía tristeza alguna.
Con el tiempo las cosas malas que suceden con frecuencia se vuelven monótonas.
Comenzó buscando en el apartado de descanso y después siguió en los consultorios, fue hasta que entró a la oficina del jefe que lo encontró. De pie recargado a un estante estaba Jungkook con el cabello hecho un desastre y un par de ojeras escalofriantes bajo sus ojos.
— ¿Qué es lo que pasa contigo? — Se acercó a él y lo examinó de pies a cabeza.
— Taehyung está viviendo conmigo — Sus hombros se levantaron y la expresión de su rostro solo mostró algo neutro.
Nick se alejó un poco y se permitió olfatear a su mejor amigo. El olor del Omega estaba, llevaba tantos días impregnado en Jungkook que no lo había notado.
— ¿No creen que es demasiado rápido? — Elevó las cejas y enredó sus dedos.
— Su padre lo corrió de la casa, no tuvimos otra opción — Jungkook acarició el puente de su nariz y suspiro — Deberías de verlo, cada día está más apagado, más delgado y algunos días le cuesta caminar por sí solo, tengo que abrazarlo y llevarlo hasta su cuarto o darle de comer para que tome fuerzas.
— ¿Tiene una enfermedad?
Jungkook solo asintió, lo miro a los ojos y suspiro.
— Tristeza — Hubo una media sonrisa en su rostro — Es la peor enfermedad con la que me he enfrentado.
Los ojos del Alfa brillaron y se tornaron de un color amarillento.
Nick solo se quedó en silencio observándolo. Intento formular algún chiste y dejar de sentir esa tensión tan negativa, pero en su mente no había nada para decir, al menos nada agradable.
— Pide tus vacaciones — Dijo finalmente — No entiendo tu cariño sobre ese chico, pero no lo tengo que entender yo y sí realmente quieres estar con él, pues cuídalo de tiempo completo, te necesita.
El Alfa sintió aquellas palabras como el mayor pilar que su amigo le había dado, sin decirle nada lo abrazo y permaneció apoyado en él como si fuera lo único que tuviera en ese momento.
Nunca llegas a comprender cuan difícil es la vida hasta que las cosas negativas no dejan de pasar.
🍘ི෭་༚
Jungkook llegó a casa cansado, tenía el cabello tirado hacia atrás, sus pies arrastraban al andar, tan pesados como para mostrar firmeza. Dejó su maletín en uno de los sofás, se deshizo de la corbata y camino hacia la habitación.
Una media sonrisa se creó en sus labios cuando comenzó a abrir la puerta y permaneció aún después de ver a Taehyung acostado en la cama.
— Hola cachorro — Le tocó la espalda y se puso sobre sus rodillas — ¿Comiste ya?
El Omega solo asintió, pero Jungkook conocía tan bien esa respuesta que lo levanto entre brazos como a un niño pequeño y camino con él fuera de la habitación. Taehyung solo se limitó a decir un pequeño y vacío "Oye".
Lo acomodo en una de las sillas y le dio un beso en la frente — Hoy brillas más que nunca, cachorro.
Camino hacia la nevera y comenzó a sacar los ingredientes para su comida: 2 huevos, tocino, aguacate, crema y un racimo de uvas.
— No me digas así, Jungkook — Sus ojos eran una tormenta eléctrica, un momento lleno de catarsis.
— ¿Quieres durazno o mango? — Girando sobre sus talones el alfa lo miro con suma atención. Ignoró sus ojos entre cerrados y actuó con ironía.
— Durazno.
— Muy buena elección — Colocó el jugó sobre la mesa y se puso frente a Taehyung — ¿Puedo? — Se inclinó y con su dedo pulgar acarició la marca haciendo al Omega temblar.
Asintió despacio y Jungkook gruño.
Muy pocas veces Taehyung se lo permitía, era algo de ambos, pero el Omega lo sentía tan suyo. Aunque el Alfa sabia que en realidad solo era miedo, la marca lo hacía sentirse expuesto, le mostraba todo lo que sentía, lo que ambos sentían y a Taehyung le aterraba tanto que Jungkook se limitaba a sentirlo.
Con detenimiento Jungkook limpio y beso la marca tan entusiasmado, como si fuera la primera vez que la sentía bajo sus labios.
— N-no quiero que me dejes — Taehyung llevó sus manos a la ancha espalda de Jungkook y las hizo puños.
— No va a pasar.
— Pasa todas las mañanas — Era un reclamo pequeño, pero era de los pocos que le hacía.
Perdía la cordura con tan poco.
Taehyung sintió los colmillos de Jungkook enterrarse en su piel, reabriendo la marca. Gimió bajito y cerro los ojos.
— No va a pasar más.
— No es necesario que me mientas.
— ¿Quién dice que lo hago? Papá me dio mi descanso.
Los ojos de Taehyung se llenaron de arrugas en los costados y por primera vez en días sus pequeños dientes se asomaron por sus labios y sonrió.
— ¿Vamos a estar juntos y vamos a hacer cosas juntos, y-
— Sí, cachorro, vamos a hacer todo juntos desde ahora.
El omega abrazó sus piernas y ladeo la cabeza
— Podemos hacer galletas y salir a caminar juntos al parque o ver películas en la casa — Jungkook vio como los ojos de su omega se iluminaban — A mamá le gustaba hacer todas esas cosas conmigo.
— Aún no las hacemos y ya me gustan también a mí — Sonrió.
Pasaron la tarde abrazados, Jungkook amaba cada parte de Taehyung, desde su cabello alborotado, hasta su pequeña y extraña nariz, sus hermosos ojos azules y su triste andar. No había mejor sensación en el universo que estar enamorado de alguien, sentir esa sensación de pertenencia, de exclusividad, de amor por parte de otro.
El alfa tenía presente que lo más importante en esos momentos era hacer que su Omega ganara confianza y recuperará su peso, su vida, confianza, su amor propio.
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ᗪOᑕTOᖇ ᒍEOᑎ ˡ ≠ ˡ KookTae
أدب الهواةKim Taehyung es un omega de baja estatura con un cuerpo envidiados por todos, y uno de los que muchos alfas quisiera tener bajo ellos. Tiene 17 años y vive en Busan, cuenta con solo un amigo: Jimin y para él es más que suficiente. Kim Jongsuk, su p...