don't you forget about me // lawrusso

college

Daniel se despidió de Ali rápidamente y corrió en dirección del baño, necesitaba respirar, dejar de temblar y ser la versión falsa de el, un chico coqueto, desafiante, alegre, calmado y lo más importante, cien por ciento heterosexual, lo cual el era todo lo contrario, ya que era temerario, ansioso y muy gay.

Se escuchó el timbre, debía ir a clases. Se secó el rostro, agarró su mochila y salió en busca de la sala de ciencias.

Se presentó a la clase. Mirando un punto fijo como había leído en su libro de "Ansiedad para dummies".

"Hola mi nombre es Daniel LaRusso, tengo 17, vivía en New Jersey pero ahora vivo en Reseda, tengo ataques de ansiedad todo el tiempo, ya no tengo uñas, me estreso por todo y soy muy gay, es más, tengo una obsesión con el rubio de por allá, si tú, el que ayer me golpeó sin razón, si, tú, Johnny Lawrence, no te escondas, eres la obsesión de todos, ¿Por que no puedo ser parte de tu grupo de fans?".

Daniel pensaba que eso era lo más sincero que podía decir, pero se limitó a hablar sobre de donde venía, sus años y aficiones, dentro de ellas el fútbol.

Tomó asiento, miro a Johnny, y empezó a hablar con su compañero de banco, este le contó sobre todos los chicos de su clase, cuando llegó el turno de Johnny a Daniel le brillaron los ojos, quería saber todo de él para acercarse y por lo menos volverse amigos.

Daniel anotó todo en su mente, sabía Karate, iba a un lugar llamado Cobra Kai, su familia tenía bastante dinero, en especial su padrastro y si, había salido estos últimos años con Ali.

El profesor habló.

-Bueno chicos, cómo ya saben, tenemos un proyecto que inicia a principios de semestre y termina a finales del año, será en parejas y yo elegiré quienes serán esas.

Daniel esperaba con ansias que su compañero de banco Mike o Ali fueran con quien realizaría el trabajo, aunque su corazón deseaba que el Johnny Lawrence sin compañero fuera para el.

- Ok me quedan cuatro, Mike, tú con LaRus..., digo, con Ali y LaRusso, saliste premiado, con Lawrence.

Johnny miro a Daniel por primera vez en toda la clase, se paró de su asiento y hablo con el profesor, ante la negativa de este último, Johnny rodó los ojos, tomó sus libros y caminó hacia la mesa en donde LaRusso se encontraba.

- Hola Johnny, ayer no nos pudimos conocer bien, así que espe

- Cállate flaquito, estoy aquí simplemente por qué no quiero repetir un año más, está bien, nada más de dialogo

Daniel quedó pasmado, y su respiración se empezó a acelerar, ya no podía lograr controlar su ansiedad, las taquicardias empezaron a llegar y Daniel solo quería salir de ahí para agarrar su bicicleta e irse.

Johnny se dio cuenta de que algo malo le pasaba al moreno, y aunque el no le era de su agrado de igual manera le pregunto que le pasaba.

-Ey flaquito, ¿estás bien?

- Yo, yo, agua

- Profesor, el nuevito necesita agua, no puede respirar

El profesor autorizó a que Johnny llevara a Daniel a enfermería y estuviera con él hasta que se recuperara, Ali no sabía si preocuparse por el estado del moreno o por Daniel y su compañero golpeador.

Luego de que LaRusso empezara a tomar un té de hierbas, Johnny empezó a hablar.

- Ey, flaquito, digo, Laruso, ¿estás mejor?, tienes problemas con el corazón o ¿como?.

- Daniel, Daniel LaRusso, si me siento mucho mejor, gracias por preocuparte Johnny, no pensé que estarías aquí después de lo qué pasó ayer, digo

- Ey, tú y yo no somos amigos, es más, nunca lo seremos, no te inventes cosas en tu cabeza, yo, yo quería distraerme, y ahora que respiras, iré a hacer algo mejor.

Johnny se fue sin decirle ni siquiera un adiós a Daniel. Fue directamente a los baños a drogarse con un poco de marihuana de primera.

Daniel salió de la enfermería y entró al baño a cambiarse de ropa ya que su próxima clase sería de educación física.

El profesor soplaba el silbato buscando la atención de sus alumnos, llamó a todos los chicos y le tiro el balón de fútbol a su flamante capitán de equipo, que no podía ser otro más que Johnny Lawrence.

- Ok, empezamos con los nuevitos, veamos qué potencial tienen. ¡LaRusso, Johnson, Roberts, al arco!, Niñas al otro lado, sigan haciendo sus volteretas y bailecitos sin sentido.

Daniel hizo caso omiso a la situación sexista de su profesor y prefirió mostrarle sus habilidades para el fútbol, dentro de todo sabía que era uno de los mejores en su colegio anterior.

- Así que ahora podrás mostrar todas tus habilidades futbolísticas, lo mismo que me enseñaste ayer.

Ali tomó la pelota de Daniel y empezó a hacer los movimientos que él le había enseñado, se sentía orgullosa de haber aprendido tan rápido, la rubia dejó la pelota y acarició a Daniel en el rostro.

- Nos vemos Daniel!

- Si, si, nos vemos Ali!

La cara de incomodidad de Daniel cambio a una cara de enamoramiento cuando vio que los chicos lo estaban mirando, acaricio su rostro y se llevo la mano a la boca, si creía que haberle pedido a su mejor amiga hacerse pasar como su novia era lo más heterosexual que había echo en la vida, esto le ganaba por mucho.

Daniel dejó de pensar en lo que había ocurrido y se puso al frente del arco, tomó posición para lanzar la pelota, hasta que.

- LaRusso, ven!

- Si señor, en que le ayudo

- ¿Así que tienes problemas al corazón?

- ¿Qué?, no, no señor, estoy sano.

- Eso no fue lo que me dijo su amigo

- ¿Qué amigo señor?

- Nuestro capitán, Lawrence

Johnny lo miraba desde el otro lado, riendo, claramente el "coqueteo" con Ali no le había gustado mucho.

Daniel se cambió su ropa para salir al comedor, su día había sido agotador, tenía hambre y deseaba un momento de paz.

Tomó una bandeja, le sirvieron espaguetis con salsa, leche y una torta de chocolate por el primer día de clases. Ali le levantó un brazo para que se sentase con ella pero al otro lado estaba Mike solo, tomando leche, le hizo un gesto a Ali de que estaría con Mike, ella le sonrió y siguió hablando con sus amigas.

Johnny se dio cuenta de todo, pasó cerca de Daniel, y cuando el moreno se iba a sentar puso en la silla la torta de chocolate de bienvenida.

Daniel se sentó y sintió cómo había algo debajo de él, Johnny empezó a reír, Daniel lo miro, se miró a él mismo, Lawrence era chistosito, le había dejado un pequeño regalo en la silla, una torta desperdiciada pensó LaRusso.

Daniel buscó su torta, se lamentaba hacer esto, ya saben, los niños de África no tienen comida, y tú no quieres comer Daniel, pensó en lo que le decía su mamá, le pidió perdón a los niños y tocó el hombro del rubio que no dejaba de reír, le empastó la torta en su hermoso chaleco azul de cachemir, los Cobras dejaron de reír, LaRusso salió al baño, gracias a dios traía su buzo de ejercicios.

Johnny Lawrence quedó en blanco, LaRusso había proclamado la guerra.