problems

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- ¡¿Así que eres maricon?, no podía ser peor no, maricon, perdedor y fracasado, eres una vergüenza!

Johnny bajo la cabeza escuchando los insultos procedentes de su padrastro mientras cerraba los puños, nunca pudo golpear a Sid, los ojos de su madre lo asechaban. Sid avanzó unos pasos hasta encontrase cara a cara con el rubio. Levantó la mano y le dio una cachetada. Daniel se enfureció y le dio una patada haciéndolo caer al suelo.

- ¿Qué mierda Daniel?, ¿que hiciste?, ¡eres un imbecil!. Johnny lo tomó de un brazo fuertemente y lo tiró fuera de la casa.

Daniel no entendió nada, se limitó a pararse para salir pronto de esa propiedad. Llegó a su residencia para ir directamente a su habitación.

LaRusso se recostó mirando el techo, mientras caían unas lágrimas hacia sus mejillas, miró sus codos ensangrentados y manos con algunas piedresillas incrustadas. No sabía porque Johnny había reaccionado así, el solo quería protegerlo.

Johnny luego de una gran pelea con Sid y su casi despedida de la casa, volvió a su habitación. Vio las pertenencias de su casi novio, se limitó a tocarlas, olerlas y llorar con ellas, le había pegado a Daniel, lo había echado sin ninguna explicación.

- Lo siento cariño, no me entendiste, lo siento...

Johnny no fue expulsado de su casa, pero necesitaba cambiarle el rumbo a su vida después de ese incidente con Sid, su mamá y su novio.

Lucille hablo con Daniel por que no entendía el porqué de las lagrimas y heridas. LaRusso le explicó todo lo que había pasado con el rubio. Lucille no podía creerlo, su hijo había tenido novias antes, y siempre creyó que había algo con Ali. Ella también lloró, su querido hijo era gay. Pero a diferencia de la familia de Johnny lo apoyó, ella amaba a Daniel, y eso significaba amar también sus decisiones.

- ¿Alo?, ¿está aquí?

- ¿Johnny- san, que hacer aquí?

- Necesito su ayuda señor Miyagi.

- Yo ayudarte, cuando volver, Miyagi ir a Okinawa

- ¿Lo puedo acompañar?, realmente lo necesito señor Miyagi.

El señor Miyagi aceptó que Johnny lo acompañara, no tenían una relación bastante cercana, pero el asiático sabía cuando alguien necesitaba encontrar su paz interior, y Lawrence lo necesitaba más que nadie y más cuando vio llegar al rubio con una maleta, llorando y golpeado.

Al otro día en la mañana Johnny y el señor Miyagi salían hacia Okinawa.

Mientras que en la casa de Daniel, corrían lágrimas entre suegras, Laura no sabía dónde estaba Johnny y tenía la esperanza que se estaba quedando en casa de Daniel. Lucille y Laura hablaron de la situación de sus hijos, ambas creían que sería un camino difícil pero si se querían, nada ni nadie podría separarlos.

Daniel quien escuchaba la conversación detrás de la puerta volvió a llorar pensando en donde podía estar Johnny, o quizás que había echo con toda la rabia acumulada que tenía.

Daniel salió de su casa, agarró la bicicleta y salió en busca de su casi novio. Buscó en los lugares más frecuentes del rubio, pero no lo encontró, estaba desesperado, fue a la playa y se sentó en el mismo lugar donde había visto a Johnny por primera vez.

Lo sintió, sintió sus cálidas manos, su sonrisa, la risa característica del rubio. La playa lo hacía sentir como si él estuviese sentado a su lado, pasó tiempo tocando la arena, sintiendo la brisa, calmándose un poco para volver a la búsqueda. Necesitaba un poco de ayuda, así que fue a la escuela para que Bobby Brown, Ali, Dutch, Jimmy, Tommy y hasta Mike buscarán a Johnny.

Luego de varias horas de búsqueda, Laura fue hacia la policía, mientras Daniel iba a la residencia del señor Miyagi para que lo ayudara.

- ¿Señor Miyagi, está aquí?, necesito que me ayude, Johnny se perdió, estoy muy preocupado, tengo miedo de que se haya echo algo, ya sabe...

Daniel encontró una nota del señor Miyagi junto con una de Johnny. Empezó a leer la del rubio rápidamente.

"Querido Daniel,
Luego de la pelea con mi padrastro y lo que te hice me di cuenta de algo. Necesito ayuda, muchas veces me dijiste que la única persona que podía hacerme cambiar para bien era el señor Miyagi. Lo que no sabía es que para eso tendría que irme a Japón, a un lugar llamado Okinawa.
Me hubiese gustado habértelo dicho en persona, pero no sabía cómo estaría la situación en tu hogar, me siento muy mal por lo que te hice, nunca fue mi intención, te enviaré cartas desde allá, volveré cuando me sienta recuperado, se que esto no es lo más rudo que debería haber echo, pero creo que es necesario. Te quiere por toda la vida, Johnny Lawrence".

Daniel por fin respiró al saber que su Johnny se encontraba en las mejores manos del mundo, y esta vez empezó a leer la carta del señor Miyagi.

"Daniel San,
Perdón por no decir que ir a Okinawa con niño cobra, pero ser necesario, ayer llegó llorando y golpeado, igual que tú, el necesitar mi ayuda, como tú, dile a los padres del niño que el estar bien, no saber cuanto tiempo quedarnos, hasta que su corazón esté sano y su mente en equilibrio.
Se despide, Nariyoshi Miyagi."

Daniel salió rápidamente en su bicicleta, le mostró las cartas a Laura para que supiera cómo estaba Johnny, ella le agradeció y por fin dejó el llanto.

Ya nada importaba, Johnny estaba bien.

Al otro día Daniel salió hacia la biblioteca a comprar un libro sobre Okinawa, necesitaba direcciones para enviarle cartas a Johnny, o simplemente números de teléfonos, mapas y referencias si es que algún día llegará a volar buscando al rubio.

Por otro lado Lawrence y el señor Miyagi ya estaban a punto de llegar a Okinawa.

- Señor Miyagi, nunca podré agradecerle por todo esto, nunca.

- No agradecer Johnny- san, tú necesitar de esto hace mucho tiempo, ya era hora.

El avión aterrizó en la isla. Johnny y el señor Miyagi salieron hacia el estacionamiento del aeropuerto en búsqueda de un taxi.

- ¡Bienvenidos a Okinawa!

Lawrence le sonrió al asiático, quizás este viaje sería la mejor decisión de su vida.

don't you forget about me // lawrusso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora