all valley

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¡Muy bienvenidos todos al torneo de Karate sub 18 de All Valley, ¿hoy defenderá el título, el campeón y cinturón negro, Johnny Lawrence, del dojo de Cobra Kai junto con su sensei, John Kresse?!.

Johnny se encontraba en los camerinos poniéndose el gi, cuando de pronto llega Daniel a su lado, le amarra el uniforme negro y lo besa en la mejilla. Todo muy rápidamente para que nadie viera ni supiera sobre su relación. Johnny agarro el brazo de Daniel.

-Daniel, tienes que ganar, ¿se entiende?, necesito que ganes.

Daniel afirmó con la cabeza y le sonrió al rubio, ambos se encontraban bastantes nerviosos por todo lo que pasaría en unos minutos más.

Daniel avanzó a la semifinal.

Johnny también.

Ambos ganaron, ambos debían pelear.

- ¡Quiero que lo mates si es necesario Lawrence!, ¿escuchaste?.

- ¡Si, sensei!

Johnny si sabía de una técnica para perder y que se viera realista, la puso en marcha dejando de pensar en su nuevo título, en Cobra Kai y en su sensei. Necesitaba que dejaran en paz a Daniel.

- ¡Daniel LaRusso es el nuevo campeón del torneo de karate sub18 de All Valley!, ¡Felicidades chico! dijo el animador yendo a entregarle el trofeo a Daniel.

Johnny le quitó el trofeo al hombre y se lo entregó a Daniel.

- Te lo mereces Daniel, buen trabajo!

Suena una voz por el parlante.

- ¡Esperen!, según el reglamento del campeonato la patada hecha por el señor Daniel LaRusso de Miyagi Do, es ilegal!, ¡Felicidades al tres veces campeón, del campeonato de Karate sub18, Johnny Lawrence!

- ¿Qué?, no, yo no, Daniel ganó.

Daniel se acercó a Johnny y le entregó el trofeo.

- Felicidades Johnny, tú si que te mereces esto.

Luego de la celebración por parte de Cobra Kai, Johnny dio un discurso.

- Gracias chicos, sensei. No puedo estar más feliz con todo esto, realmente nos merecíamos el título, pero también creo que he madurado con todo lo que ha pasado y en mi opinión, debemos dejar a LaRusso, hizo un gran trabajo, yo ya no tengo conflictos con el, y el tampoco con nosotros, aunque no haya ganado, debe ser libre.

- Yo también creo lo mismo, el ya no es un problema dijo Bobby Brown

- El enemigo, siempre será el enemigo señor Lawrence- Kresse empezó a hablar. -¿Acaso usted es un marica Lawrence?, el lo venció, aunque ahora tengamos el título, lo venció!, para mi no hay nada ganado.

- Entonces si para usted no hay nada ganado y sigue con lo mismo hacia LaRusso y su sensei, yo no tengo nada que hacer aquí, permiso. Lawrence agarró su trofeo para irse.

- Entonces enserio es marica, dejó ganar a ese debilucho por un lío de faldas, digo, de pantalones.

Daniel miraba de lejos con el señor Miyagi la fuerte pelea que se estaba dando entre ellos dos.

- ¡Es un marica Lawrence, y no quiero que usted vuelva a pisar mi dojo en la vida, entendió!, ¡es un perdedor, un perdedor!

Kresse agarró el trofeo del rubio y lo partió en dos, Johnny quizo recoger las piezas de objeto dorado cuando una mano en el cuello lo toma por sorpresa.
Ya casi sin respiración, llega corriendo el señor Miyagi y Daniel.

- Dejar al chico

Kresse no dejó a Johnny y se volvió hacia el señor Miyagi.

- Largo chinito o tú serás el próximo.

El señor Miyagi golpeó a Kresse y este soltó por fin a Johnny quien recuperaba la respiración, Daniel salió corriendo a ver al rubio.

Kresse quizo golpear al señor Miyagi pero al final quedó con ambos puños rotos por golpear los vidrios de los autos presentes en la pelea.

Daniel y Bobby Brown llevaron a Johnny hacia el auto amarillo del moreno.

- ¿Estás bien Johnny?, dios, tú sensei es el mismísimo diablo. Daniel acarició el cabello al rubio y le besó la frente.

- Estoy bien cariño, no te preocupes. Dijo Johnny masajeando su cuello con una mano.

- ¿Entonces realmente eres gay Johnny?. Bobby Brown había estado ahí desde siempre y claramente había escuchado la conversación amorosa y también vio los besos de Daniel hacia su mejor amigo.

- Yo, yo, no, o sea, si, no lo era, hasta que Daniel, y yo, si lo soy.

- ¿Y estás con Daniel?

- Si..., no les digas a los chicos, no lo entenderían, yo sé que tú lo haces, después de lo que me contaste, estoy seguro que lo haces ¿no?.

- Si, si te entiendo Johnny, y no les dire de esto a nadie, tenlo por seguro, ¿pero algún día lo harás no?.

- No lo sé, quizás, quizás cuando quiera casarme con LaRusso, o tener una hija, aunque probablemente sería un pésimo padre.

Bobby Brown se rió, se despidió de Daniel, el señor Miyagi y de su amigo. Estaba orgulloso de todo lo que estaba haciendo Johnny por su vida.

- ¿Por que hiciste eso Daniel?

- ¿Qué cosa?

- Perder, ¿por que?

- Por que tú ibas a perder lo que más te gusta hacer en la vida por mi, nunca lo permitiría, yo amo muchas cosas además del Karate, pero tú, estoy seguro que no quieres nada más que eso.

- No estes tan seguro, eh

- Ah, si, y ¿que quieres más que el Karate?

- A ti. Por eso hice lo que debía hacer. Porque te quiero más a ti que a nadie Daniel.

Daniel abrazó a Johnny y lo besó, mientras el señor Miyagi para más privacidad de los chicos tatareaba una canción y se limitaba a ver el camino.

Al llegar a casa del asiático, tomaron té y comieron sándwiches. Luego el señor Miyagi le puso un ungüento al cuello morado de Johnny quien estaba recostado en la cama de Daniel. El moreno se recostó a su lado.

- ¿Y el señor Miyagi?

- Esta reparando tu trofeo.

- Al parecer el también sabe de lo nuestro, ¿no?

- El lo sabe desde que éramos nada, Johnny.

Daniel besó a Johnny mientras le hacía masajes en el cuerpo.

- ¡Te pusiste ungüento en el cuello!. Y tú querías que yo tuviera el cuello morado, eres un hipócrita.

Johnny rió, no entendía como una persona podía hacerlo tan feliz cuando las cosas iban mal. Pero pensó, era Daniel LaRusso, como no le haría feliz.

don't you forget about me // lawrusso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora