Morning [Moonsun]

Capítulo 2

Los oídos sensibles de Yongsun se contrajeron cuando escuchó pasos ligeros familiares que venían del camino. Sus piernas cruzadas se movieron, y se levantó del banco en el que estaba sentada actualmente.

Con una cola imaginaria moviéndose detrás de ella, se quedó en su lugar, esperando a alguien y una vez que un olor familiar golpeó su nariz, una sonrisa se formó en sus labios.

Cuando Byul apareció a la vista, la alfa resistió el impulso de saltar sobre su compañera, haciendo todo lo posible por ser una buena chica y quedándose allí, esperando que se acercara. La omega la notó de inmediato, mostrándole una dulce sonrisa que hizo que las rodillas de Yong también se doblaran.

— Hola — saludó Byul, todavía caminando y ya extendiendo los brazos para un abrazo. Yongsun la encontró a mitad de camino, viéndose obviamente emocionada mientras la envolvía en un cálido abrazo.

— Te extrañé — susurró Yongsun con añoranza contra las orejas enrojecidas de Byul, inhaló profundamente y con avidez tomó todo el relajante aroma de vainilla. Al instante, sus nervios se calmaron.

Riendo por la ternura de la mujer mayor, Byul presionó un beso en el lado expuesto del cuello de Yong.

— Nos hemos visto hace menos de tres horas, yeba — respondió pero apretó el abrazo porque también la extrañaba, incluso si solo se separaron por un corto período de tiempo.

Yongsun no dijo nada, solo dejó escapar un pequeño gemido mientras se acurrucaba más con su omega.

— ¿Algún plan para el sábado? — era solo miércoles, pero Byul ya quería pasar su fin de semana con Yong.

La alfa rompió el abrazo, pero sus brazos permanecieron envueltos alrededor de la cintura de la más joven, posesivamente quedándose quieta.

— Lo hay, en realidad — respondió con una pequeña sonrisa, pero se desvaneció al continuar. — Voy a asistir a la fiesta de cumpleaños de mi primo este sábado.

Byul tarareó, ligeramente decepcionada.

— Puedes ir conmigo. Necesito una cita, así que... — dijo y la contraria sonrió, asintiendo.

Byul no era muy aficionada a las fiestas, no le gustaba estar en lugares ruidosos y llenos de gente, pero cuando Yongsun estaba, iba sin una sola queja saliendo de su boca.

— Sin embargo, no es una fiesta promedio, Byulie. Es una fiesta formal y con clase. La típica fiesta de los ricos.

Cuando Byul escuchó eso, vaciló de inmediato.

— Iré. Después de todo, necesitas a alguien a tu lado — asegura, a pesar de que ya está entrando en pánico por dentro sobre cómo se mezclaría en una fiesta así para personas de alto estatus.

— Bien entonces — murmuró Yongsun, agachándose para presionar un beso en la comisura de los labios de la omega.

Con eso, Byul estaba decidida a estar en esa fiesta y acompañar a su pareja. No quería que otras personas se aferraran a su encantadora y dulce alfa.

Ahora, solo esperaba que nada malo le pasara en esa fiesta.

[...]

— ¿Me veo bien, mamá? — Byul preguntó en voz baja mientras se alejaba del espejo, acomodando la corbata alrededor de su cuello.

Parpadeó confundida cuando vio que su madre la miraba fijamente, sin moverse, y con la boca abierta de asombro.

Poniendo los ojos en blanco, Byul negó con la cabeza. Logró ajustar la corbata antes de girarse hacia el espejo nuevamente, y fue recibida por su propio reflejo. Casi dejó escapar un grito ahogado al verse a sí misma.

Byul rara vez usaba trajes dado que no suele asistir a fiestas, sin embargo, la ocasión lo amerita. Yongsun se lo había comprado, enamorándose a primera vista.

El traje era azul oscuro. Estaba ajustado de modo que abrazaba sus curvas de manera correcta, se amoldaba a ella como si estuviera destinado a ser suyo. Iba en conjunto con una camisa celeste claro, además de una corbata del mismo color que el traje.

— Oh, Dios mío, ¿En serio eres mi Byulie — Tiffany finalmente habló, aullando mientras corría hacia su hija, mirándola más de cerca. Sus ojos brillando de asombro.

— Mamá, detente — se queja cuando su madre comienza a volverse un poco espeluznante.

Tiffany ignora sus palabras.

— ¿Acabas de maquillarte tú sola?

Byul pone los ojos en blanco de nuevo, sacudiendo la cabeza con desconcierto antes de tomar su brazalete, envolviéndolo alrededor de su muñeca.

— Sí, lo hice. ¿Quién más? Hyejin me enseñó hace unos días — susurró, agarrando su perfume, y rociándolo por todas partes.

Escuchó a su madre toser después de eso, lo que la hizo reír un poco. Luego, Tiffany tomó de repente la cara de Byul, haciendo que se volviera hacia ella con el ceño ligeramente fruncido, confundida.

— Wow, estas tan bonita, Byulie — felicitó con un tono muy sincero que conmovió el corazón de su hija, y la hizo sonrojar, poniéndose completamente roja.

— Gracias, mamá — respondió con una pequeña sonrisa grabada en sus labios pintados de un leve rosado.

— Ahora, termina, ¿quieres? Yongsun estará aquí pronto — Tiffany comenzó a balbucear algunos consejos que Byul no necesita escuchar en absoluto, pero que aun así lo hace.

Es su madre, después de todo.

— Y recuerda, Byulie, si alguien intenta menospreciarte, tú solo sonríe, pero cuando nadie esté viendo... ¡Ba Bam! Le das un zapatazo.

Okey, esto ya era demasiado.

Una disculpa por la demora, banda 🙏🏻🤙🏼

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