Capítulo 9

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Byul se obliga a levantarse de su cama y salir de su habitación. Está decidida. Tiene que hablar con Yongsun ahora, no le importa en lo más mínimo si tiene que ir caminando hasta la finca de los Kim a esta hora de la noche. Solo espera que los Sres. Kim no la tachen de loca cuando se aparezca frente la entrada de su mansión preguntando por la joven alfa.

Sin embargo, todos sus pensamientos y planes se cancelan al escuchar un ruido proveniente de la cocina. Byul detiene sus pasos a la mitad de las escaleras, sintiéndose asustada por no saber quién demonios entró a su casa y a la vez estúpida de no haber tenido la mínima responsabilidad de asegurar la cerradura.

Trata de buscar un objeto con que defenderse de quien sea el intruso, pero las opciones son limitadas teniendo en cuenta que está literalmente en medio de las escaleras. A toda prisa revisa sus bolsillos y lo único que encuentra son las llaves de su casa, las mismas llaves con las que debió cerrar la puerta. Byul se regaña mentalmente mientras empuña el juego de llaves en su mano, de todos modos, está casi convencida de que puede herir con estas los ojos del extraño y así conseguir tiempo para huir y pedir ayuda.

Con cuidado de no hacer ruido empieza a bajar escalón por escalón; sus piernas son gelatina ahora mismo, pero aun así consigue llegar al final. De pronto, un tarareo suave llega sus oídos y en ese momento Byul al fin puede tranquilizarse, suelta un pesado suspiro y sus hombros caen.

— Yongsun — llama al entrar en la cocina. Y la vista de su novia feliz comiendo un pedazo del pastel con glaseado morado se hace presente.

Yongsun la mira mientras se lleva una nueva cucharada de pastel a su boca. No dice nada y simplemente permanece en silencio bajo la mirada de la omega. El sentimiento de culpa arremete de nuevo en el pecho de Byul, y sus palmas empiezan a sudar, a pesar de ello, el aroma a canela y chocolate al momento la rodea.

— El pastel está delicioso, deberías probarlo — dice Yongsun ofreciendo una sincera sonrisa.

Byul le corresponde la sonrisa, contenta de tener a Yong junto a ella. La calma la envuelve y el dulce aroma en la habitación casi la hace ronronear. Sintiéndose embelesada por el atractivo olor, Byul arrastra los pies y acorta la poca distancia que la separa de su alfa. Por su parte, Yongsun acepta la muestra de cariño envolviendo el cuerpo de la omega en un abrazo.

— ¿Ya te sientes mejor? — la voz de Yongsun es suave, tan suave que a Byul le es imposible no acurrucarse más. — Lo tomaré como un sí — ríe torpemente, y permite que su novia esconda el rostro en el espacio de su cuello.

Una sonrisa traviesa aparece en sus labios de Byul; la vista del cuello impoluto de Yongsun es demasiado atractiva para ella, por ende, aprovecha la oportunidad y deposita un beso ahí.

— ¡Yah! — Yongsun chilla e inmediatamente se aleja. — No debí confiar en ti, eres muy melosa.

Byul no aguanta la risa, y se burla de forma descarada de la reacción de la mujer mayor. Yongsun rueda los ojos, tratando de verse indiferente, pero el mohín en sus labios la delata. Esta vez es Byul quien la rodea fuertemente con sus brazos.

— Deja de quejarte, sabes bien que te gusta — dice Byul en son de regaño, observando a la alfa aparentemente molesta y que trata de escapar del agarre. Yongsun suelta un último quejido antes de desistir. — Tú también eres melosa, unnie.

— Falacia — murmura Yongsun.

— Oh, claro — hay incredulidad en su voz, pero finalmente deshace el abrazo.

Ambas se quedan en silencio. Byul mira los ojos avellanas y se aclara la garganta antes de hablar.

— Lo siento... — dice débilmente. Hace una pausa para enderezarse y liberar los nervios de sus manos. — No debí abordar el tema de tener relaciones sexuales de esa manera, y mucho menos recriminarte cuando estuviste en contra.

— Byul, yo...

— No quiero que te veas presionada en dar este paso, unnie. Te quiero y respeto, y esperaré el tiempo que sea necesario hasta que tú te sientas preparada.

— Gracias — Yongsun esboza una sonrisa; sujeta la mano de Byul y entrelaza sus dedos. — Sin embargo, debo decirte que no esperaras tanto.

Los ojos de Byul se abren en estado de shock mientras espera a que su novia continue.

— Byul, quiero ser tuya en cuerpo y alma — Yongsun siente sus mejillas arder, aun así se las arregla para hablar sin tartamudear. — Lo estuve pensado desde hace un tiempo para serte sincera, pero simplemente no sabía cómo decírtelo. Nunca quise dar a entender que rechazaba tu toque, es solo que tengo un poco de temor. Lo siento.

— No, no debes disculparte, unnie — se apresura a decir. — Soy yo quien asumió las cosas en lugar de hablarlo primero contigo.

— Ambas nos equivocamos — Yongsun afirma. Byul asiente con seguridad, luciendo de acuerdo. — Quiero que hagamos las cosas bien, Byul. Es necesario que seamos cien por ciento sinceras una con la otra.

— Unnie, soy una Moon — responde Byul, levantando una ceja — Créeme, no tendré pelos en la lengua.

— ¿Cómo puedo complacerte? ¿Tienes algún fetiche?

Byul pronto empieza a toser completamente avergonzada. Ni en sus sueños más extraños se hubiese imaginado estar teniendo esta conversación en la cocina.

— Okey, estamos muy directas ahora.

— Tengo curiosidad.

— En primer lugar, dar este paso debe complacernos a las dos. No solo a mí.

— Pero yo no tengo experiencia...

— Lo sé — Byul asiente comprensiva. — Sin embargo, debes saber los deseos de tu cuerpo. Todos tenemos una zona erógena que estimula nuestro deseo sexual, que aumenta el libido — explica, recordando las charlas de su madre. — ¿Cuál es el tuyo, unnie?

— Yo... no lo sé — susurra la alfa cuando ve la mirada expectante de su novia. — Soy nueva en esto.

— ¿Acaso no te has autocomplacido?

— Depende — Yongsun se encoje de hombros mientras come otro pedazo de pastel.

— ¿Cómo que "depende"? — Byul ladea un poco la cabeza confundida. — No existe un "depende" ante esta pregunta. Es sí o no, Yong.

Yongsun asiente en comprensión. Está por responder cuando de repente es consciente de su alrededor; este no es el lugar ni el momento para hablar sobre su inexistente vida sexual.

— No pienso seguir hablando de esto.

— ¿Qué? ¿Por qué? — pregunta Byul, apartándose el cabello de la cara. Yongsun no puede dejarla con la duda.

— Literalmente estamos en medio de tu cocina, Byul.

— No decías lo mismo cuando me preguntaste si tenía algún fetiche. Ahora responde.

Yongsun considera por un segundo irse, pero después descarta esa idea al verse acorralada por una impaciente Byul.

Sí, en definitiva, eran una pareja peculiar. 

No quiero soltar a Yongsun alfa soft TT

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No quiero soltar a Yongsun alfa soft TT

Morning [Moonsun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora