ONE-SHOTS DRACO MALFOY

🐍XVII. Ravenclaw [2/2]

La "pijamada" no tenía nada de eso más que el simple hecho de que todos estaban en pijama, todos menos tú que llevabas una falda negra y una blusa blanca de la ropa de ese día.

Habías escuchado hablar de las fiestas de Ravenclaw, ya veías porque eran los más listos, había incluso alcohol del que guardaba tu padre y tus tios, no era una fiesta inocente, y aunque no tenía globos ni esas decoraciones plateadas que la mayoría de las fiestas tenían, tenía todo el aspecto de una disco, al parecer una chica había encontrado todo esto en un libro de encantamientos, te hubiera gustado poder recordar más de lo que hiciste cuando llegaste, pero la verdad es que tu solo habías ido con una intensión y esa era relajarte, olvidarte de tus problemas con Draco y disfrutar la noche, también qué más daba el tonto examen de mañana, lo reprobarias de todos modos, jamás habías bebido como lo hiciste esa noche, tu sola disfrutando de la música, bailando con chicos, dejándote llevar por la música y todo lo que había ahí, estabas disfrutando, sintiendo la música, sintiendo el ambiente, moviendote de la manera en que tal vez lo harías si estuvieras arriba de él, con movimientos circulares, lentos, sintiendo toda la magia, viendo las estrellas, sus palabras todas y cada una de ellas te habían dolido, pero a la mierda, se sentía increíble hacer todo eso, sí Draco tenía esa idea de ti qué más daba.

Una pequeña piedra se encaja en tus zapatos o eso es lo que crees que es, eso o una tapa, no debería ser una piedra sino una tapa, tratas de patelarla, que moleste a otra y no a tí, pero es entonces que caes, ahora estas en el suelo pero no tienes ni ganas de levantarte, tal vez te quedes a dormir ahí, estas demasiado ebria para tan siquiera intentarlo, en fin, el suelo es cómodo.

(...)

Unos brazos te sujetan con fuerza, alto es demasiada fuerza, estas mitad dormida y la otra mitad consiente, pero sigues viendo borroso, pareces un trapo en las manos de quien te lleva, un chico alto de cabello rubio te lleva entre brazos, vaya es demasiado guapo, casi parece un ángel, un ángel de piel blanca, con cabello patinado rubio, sólo le faltan las alas, llevas tu mano a su pecho y es entonces que te mira, o vaya el ángel tiene una cara de que algo le molesta.

-Esto es increíble...- tratas de aclarar la visión al escucharlo murmurar, o no, no es un ángel aunque lo parece, es tu novio que está molesto y con el ceño fruncido, o eso es lo que crees, ¿acaso siguen siendo novios después de su pelea? Tal vez si te haces la dormida se le quite pero entonces te empieza a dar risa.

-Sé que estas despierta.- sonríes pero no abres los ojos, pesan demasiado, aunque siendo sincera la siesta que tomaste hizo que el efecto bajara, eres más consiente de lo que haces aunque sigues teniendo sueño.

-¿Por qué estas enojado?- escuchas qué abre una puerta y tratas de adivinar donde estás, abres un poco los ojos y sabes que es tu habitación, él te lleva a la cama.

-Duérmete, aun falta mucho para que amanezca.- cuando intenta marcharse le detienes de la mano, él te mira.

-¿Por qué estás enojado?- tal vez no se te había bajado del todo, las palabras siguen saliendo de tu boca un poco distorsionadas, Draco parece contenerse.

-No estoy enojado.- pero no le crees.

-Es porque estoy borracha verdad, eso y por todo lo demás...- las lágrimas se te acumulan y es entonces que lo sueltas, te llevas ambas manos al rostro y comienzas a llorar, te acuestas de lado y te haces un ovillo, escondes tu rostro entre tus manos. -¿De verdad soy tan horrible? ¿Tan poca cosa?- Draco al verte llorar se alarma un poco, no puede evitarlo, esta molesto pero tampoco le gusta verte así. -¿Acaso soy tan fácil de remplazar? ¿Ya te aburriste de mi? Puedes decírmelo, dímelo y terminemos con esto, porque prefiero sentirme miserable ahorita y superarlo a tratar de arreglar algo que ya no existe.- te levantaste de la cama para sentarte en ella, Draco estaba sentando justo a lado.