Rebelion | A Star Wars Fanfiction

Capítulo 04. Ahsoka & Rex

Se soltaron del abrazo, Ashla estaba muy emocionada, tanto, que un par de lágrimas rebeldes salieron de sus ojos. Echaba de menos a sus padres, hacía mucho tiempo que no los veía, y por primera vez, ellos habían ido a Mandalore, en vez de enviar una nave que recogiera a su hija para llevarla a Coruscant o a Chandrilla, la capital de la Nueva República —No podíais haber venido en mejor momento, tengo algo entre manos... —Dijo la muchacha, a lo que inmediatamente, su padre puso cara de preocupación, se temía lo peor —Tranquilo papá, esta vez es algo bueno —Inmediatamente, el clon se calmó

Ashla se acercó a los duques de Mandalore —Majestades, les pido amablemente que se acerquen, querría anunciarles mi próximo proyecto —Ashla dio un par de pasos atrás, quedándose en un punto medio entre sus padres y los duques. Los cuatro se acercaron, dejaron espacio con la joven togruta, la cual, inspiró y espiró con mucha calma, pensando en el proceso las palabras que utilizaría, sabía que era un tema delicado, pero importante para todos —Korkie sabe un poco, no sé hasta qué punto le ha contado, Duquesa Satine —Titubeó un poco, todavía no sabía cómo decirlo, pero decidió ser ella misma y ser directa —Resulta que husmeando en el cuartel del BSI encontramos unas grabaciones de la Segunda Estrella de la Muerte... Ya saben, donde murieron Bexy y Mands, justo de ese mismo día, y estoy buscando sobre lo ocurrido —Satine quedó impactada, Korkie no mostró ninguna emoción, aunque en su interior estaba en shock desde hacía rato. Ahsoka y Rex no dijeron nada, solo se agarraron la mano el uno al otro. El silencio inundó la sala por varios minutos, Ashla no paraba de hacer muecas y de moverse nerviosa, era una situación extraña, pero tuvo que romper el hielo —Ah, y Luke fue a buscar a Obi-Wan a Tattoine.

Eso no ayudó en absoluto. Korkie se llevó a su madre a una habitación contigua para discutir al respecto, presumiblemente. La familia formada por las dos togruta y el clon se quedaron solos allí, y este último tenía muchas preguntas al respecto —¿Qué hacías dentro de una base del BSI? —Ahsoka se cruzó de brazos, esperando una respuesta por parte de su hija, que dudó si responder o no —Ashla... ¿Qué hacías en una base del Buró de Seguridad Imperial? —Dijo la madre a la hija.

—Hacía... cosas.

—¿Y serías tan amable de llevarme allí? —Preguntó Ahsoka, quien recibió la mirada de desaprobación de Rex —Soka, cariño, ¿No lo dirás en serio? —La pareja se miró el uno al otro con condescendencia —Cielo, trabajo para la inteligencia de la Nueva República. Toda información sobre el Imperio es bien recibida. Además de haber alguna que otra actividad imperial el borde exterior, y si hay información actualizada o se puede actualizar, nos sería muy útil —Argumentó la llamada en código "Fulcrum"

—Si alguna vez estuvo conectada a la red del Imperio, puedo conseguir reconectarme sin permisos de administrador usando una puerta trasera que descubrí hace un tiempo. ¡Hackshla vuelve a las andadas! —Dijo la joven con entusiasmo y alegría, las labores de hacker solían ser de las más entretenidas para la togruta, pero su madre no compraría la misma visión —En la oficina hay hackers muy bien formados y que son capaces de hacer el trabajo, además de saberse la estructura interna de las redes imperiales al dedillo. No es por desprestigiarte, pero lo último que quiero es que mi hija pueda meterse en un lío con el remanente imperial

—Mamá, por una vez, deja que me meta en un lío, se defenderme, y no solo en una pelea, también detrás de una pantalla, ¿O tengo que recordarte que conseguí bloquear las comunicaciones y la conexión a la holored de medio Mandalore? —Refutó la joven, empezando una discusión con su madre, quien estaba disgustada —Lo que ocurrió ese día, tu misma lo dijiste y quiero recordarte que te creí, fue un accidente, que te equivocaste de comando —Ashla tragó pesado, no pensaba que fuera a recordar esa mentira, y el argumento que había formado en su cabeza se había desmoronado, así que usó un último recurso, hacer un puchero —Mamá, déjame ayudar, por favor. Y si no lo consigo, dejaré a tu equipo que trabaje —Ahsoka no pudo resistirse, la cara joven de Ashla, a pesar de su edad, hacía que fuera igual de adorable que cuando era una pequeña togruta de 5 años. Suspiró y dijo las palabras que su hija tanto ansiaba —De acuerdo, tú ganas —La joven celebró con una sonrisa la victoria.