capitulo 4: tenemos que hablar

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Capitulo 4: tenemos que hablar 

Lydia que ver cómo le cierran la puerta en la cara pone una cara de indignación y comienza a tocar la puerta como loca hasta que la puerta es abierta por el hermano de Stiles que es Jordán.

¿Qué pasa por que toca la puerta de ese modo, señorita? – pregunta Jordán a mirarla toda enojada

Vengo hablar con Stiles – dice enojada venia con la calma para hablar con el pero ahora quiere ahorcarlo con su propias manos – soy compañera de escuela de Stiles

Claro, pasa – la deja pasar Jordán a la casa – esta en la cocina – dice señalando donde esta la cocina

Gracias – dice para irse hacia la cocina donde esta Stiles haciendo se un emparedado todo distraído de una chica con un aura amenazante que está detrás de él.

Stiles cuando se voltea y ve a Lydia de pie en la cocina con los brazos cruzados mirándolo como si fuese a matarlo, hace que suelte un grito de susto y haga caer el plato donde estaba el emparedado se caiga al piso.

¿Ahora las de su clases tiene el poder de teletransportarse? – pregunta asustado a verla dentro la casa. Para despues ver el plato donde esta el emparedado en el piso. Y dice con lastima – hay, mi comida

No, idiota. me dejo pasar un el otro hombre que está en la casa contigo. Un momento ¿Cómo que los de mi clase? De ¿Qué estas hablando? – dice y pregunta curiosa

Ha, ya. Jordán te dejo entrar, es mi hermano – dice Stiles mientras recoge el emparedado con lastima de piso para botarlo. Y le responde como si fuese obvio la respuesta – pues, ustedes la Banshee. Ya sabes la mujer que grita cuando la muerte se acerca, las de los mitos irlandés.

¿yo, soy una Banshee? – pregunta intentando comprender esta respuesta

Pues, si – dice como si fuese obvio saber esa información. Pero a mira como esta Lydia con es respuesta se da cuenta que ella no sabía eso – tú no sabias, ¿verdad?

Lydia niega con la cabeza mientras procesa esa nueva información

Mierda – maldice Stiles a ver que la habría cagado a decirle que clase de ser es. Sin saber que hacer en esta situación le sale lo primero que se ocurre – bueno, ¿Quién tiene hambre?, Porque yo sí. Porque mi emparedado termino en el piso por alguien.

Ya, deja de llorar por el emparedado – dicha Lydia a salir de sus pensamientos.

Pero era mío y tenía hambre – dice Stiles haciendo un mini berrinche.

Pareces un niño o que no te hubieran alimentado bien en años – dice Lydia mirándolo como actúa.

Pues dura cincos años de tu vida en un manicomio comiendo la mierda de comida que sirven y veras que cuando salgas no vas a llorar hasta por un emparedado caído al piso – dice duramente Stiles a Lydia. Lo que produce un silencio incomodo en el ambiente.

Perdón – dice Lydia – no debía a ver bromeado así

No, perdóname tu a mi – le respondió – solo me decías en broma, no tenia que ser tan grosero contigo.

No, tenias todo el derecho de enojarte conmigo. No debí decir eso, aun mas sabiendo todo lo que tuviste que pasar en ese lugar – a decir esto, Stiles se tensa a oír esa respuesta

No, se de lo que estas hablando. – dice para intentar no hablar del tema – es mas ¿qué haces aquí en mi casa?

Tenemos que hablar – responde decidida a hablar – de lo que paso cuando estábamos en la escuela.

Nosotros no tenemos que hablar de nada – contesta seriamente – lo que paso en la escuela fue una casualidad que nos desmayemos a la vez.

¿También, es una casualidad que pude ver tu pasado cuando estaba inconsciente? Y ¿Qué creo que tú también vistes los míos? – pregunta mirándolo desafiante – se que sabes y estas consiente de lo sobrenatural de pueblo

Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora