(Perdón si les dolió el anterior capitulo 😓)
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Una niña de ocho años entraba junto a sus demás hermanos a el cuarto de sus padres, en el cual solo estaba su mamá, se acerco a ella con algo de nerviosismo.
- Mamá, ¿Podemos hablar contigo? - dijo mientras se acercaba, con los mas pequeños detrás de ella.
- Claro mis niños, ¿Qué sucede? - pregunto mientras se volteaba para verlos.
- Es sobre papá - la que hablo fue Astoria - Luce algo...
- Distante - termino de hablar Regulus, el mas pequeño, el cual su nombre es James, asintió.
- Pues, digamos que su padre esta algo preocupado - dijo mientras les indicaba que se sentaran junto a ella - Es algo complicado, ¿Quieren que les diga?
- Si - dijeron mientras se sentaban al rededor de ella, menos James, el cual se sentó en las piernas de Harriet.
- Esta bien - suspiro - Tom tiene una especie de maldición, la cual dicta que en cualquier momento... - empezó a hablar con un tono de preocupación en su voz, no estaba segura de contarle a los pequeños eso, pero estos querían saber el porque - P-Podría fallecer.
- ¿Por que mamá? - Merope pregunto.
- Durante la guerra, de la cual les conté la otra vez, activo algo llamado "Marca de Ministerio", la cual agotaría su energía vital - acaricio los cabellos azabaches de su hijo menor - Originalmente debió de haber muerto cuando cumplió los veinticinco, pero como pueden ver, aun esta vivo.
- Entonces... ¿Papá tiene miedo de morir en cualquier momento? - la peli-burdeo asintió.
- Si, es su mayor temor últimamente, morir y que nosotros nos quedemos solos -James abrazo a Harriet al ver que esta se comenzaba a poner triste - Gracias hijo.
- Mmm, ¡Entonces hagamos algo! - dijo la Pelinegra menor mientras se paraba embocinada - Pero necesitaremos tu ayuda mamá.
Todos los presentes estaban confundidos, pero le hicieron caso después de que dijera lo que estaba planeando. El plan de Astoria consistía en prepararle un postre a Tom, en un intento de subirle el animo, y aunque este no fuera mucho de comer cosas dulces, sabían que el solo lo comería si sus hijos o su esposa se lo preparaban.
Habían decidido preparar Daifuku, el cual es un mochi con un relleno dulce, por fortuna tenían todo lo necesario, aunque no tenían tantas jubias azuki, así que decidieron hacerlos también con fresa. Aunque hubo varias complicaciones al momento de prepararlos, una de estas fue que Astoria y James se empezaron a comer el anko o que Merope se comía una que otra fresa.
-Regulus, ven un momento por favor - dijo mientras hacia la mezcla de los mochis.
- ¿Qué pasa mamá? - se acerco, el también se encontraba comiendo una de las fresas.
- Tom esta apunto de llegar y aun no terminamos - dijo mientras veía que aun les faltaba varias cosas - ¿Podrías distraerlo en lo que terminamos?
- Esta bien mamá - se termino lo que estaba comiendo y se fue a la entrada de la Mansión a esperarlo.
- Niños, hay que darnos prisa - volteo a ver a los pequeños, los cuales ya habían terminado lo de las fresas - Bien hecho niños - les acaricio el cabello a cada uno, llenándolo de harina accidentalmente.
- Gracias mamá - dijeron, después le ayudaron a terminar la mezcla.
Mientras ellos seguían cocinando, el Pelinegro había entrado a la finca, topándose con su hijo, el cual lo estaba esperando sentado cerca de la entrada.
- Hola Regulus - se acerco a el niño y lo abrazo - ¿Dónde esta tu mamá y tus hermanos?
- En la cocina - respondió - Papá, ¿Me podrías contar sobre cuando eras Ministro y ayudabas a los aurores?
- ¿Eh?¿Por qué? - pregunto un poco confundido.
- Tengo curiosidad - la verdad, si quería saber, si bien Harriet o les contaba varias de esas cosas, quería que su padre le contara.
- Esta bien hijo - ambos se levantaron y se fueron a uno de los cuartos para platicar mejor.
Después de unos minutos, ya habían terminado de preparar aquellos dulces, solo faltaba ir a dárselos, cuando se acercaron a la habitación, la peli-burdeo escucho como Regulus y Tom platicaban de lo que hizo cuando era Ministro. La de ojos Esmeralda sonrió enternecida, le encantaba ver a sus hijos conviviendo con sus padre.
- Vamos mamá - fue sacada de sus pensamientos por los menores.
- ¿Ah? Si, perdón - toco la puerta, escuchando un "pasa" casi inmediatamente, los cuatro entraron.
- ¡Papá! - los dos niños corrieron a abrazarle.
- Hola mis niños - las abrazo a ambas como pudo.
- Te témenos un regalo - dijo el menor de ojos azules.
- ¿Enserio? - vio como el mas pequeños de los hijos se acercaba a el, entendiéndole un plato.
- Te preparamos Daifuku - dijeron todos, menos James, el cual solo asintió.
- Gracias, me gusto el detalle - agarro el plato y después volteo a ver a su esposa - ¿Les ayudaste verdad?
- Si, estaban emocionados por hacer algo por ti - se sentó junto a el - Querían animarte.
- ¿Animarme? - pregunto algo confundido, entendiendo a que se refería - No se preocupen, estoy bien.
Todos convivieron mientras disfrutaban los postres, Tom les seguía contando sobre las cosas que hizo cuando aun era Ministro, formando un cálido ambiente, ignorando todo lo malo que podría haber pasado o que podría suceder.
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La esposa secreta del ministro
FanfictionTodos se sorprendieron al ver una hermosa argolla de plata sobre su dedo anular, dándose a entender que estaba casado. Lo que generaba la pregunta, ¿Quién era la afortunada que había conquistado el frío corazón de Tom Riddle? /Está será una historia...