Disfrutemos Solitos (Jichen)

02

NARRA JISUNG:
Recuerdo que desde la escuelita de niños empecé a recibir bullying, tanto por mis "amigos" como por los que siempre molestaban a todos. Ahora que soy mayor de edad todavía recuerdo que cuando tenía siete años conocí a una niña de diez años, había pasado solo cinco meses y yo me enamoré de ella, todos se burlaban porque sería imposible que esa niña se fijara en mi. Ella fingió estar enamorada de mi y el último dia de primaria me dejó en ridículo frente a toda la escuela, diciendo al micrófono muchas cosas falsas sobre mi y que ella nunca se hubiera fijado en alguien como yo. Asi fue como terminé siendo lo que soy ahora a mis 18 años de edad.

(...)

ACTUALMENTE:
Pasaron algunos dias desde que llegué al campamento, estaba aburrido y lo único que hacía era dibujar en mi habitación y cuando estaba afuera aprovechaba para tomar algunas fotos con mi cámara. Un día salí de la cabaña con mi plumón, una cartuchera y mi cuaderno de dibujo, me senté alrededor de la fogata, escuché a la instructora hablar, seguido de la voz de un chico, mantuve la mirada en mi cuaderno, pasaban cinco minutos y el chico no se callaba, suspiré y comencé a darle sombras a mi dibujo.

Escucho la discusión sin apartar la vista de mi cuaderno. Luego vi unos zapatos delante de mi y como intentaba arrebatarme mi cuaderno, lo sostuve bien y escuché al chico de hace un rato, me puse nervioso cuando quiso acercarse a mi, le escuché y levanté la mirada viéndole sorprendido. Cerré mi cuaderno y me fui a mi habitación, entro y me siento en mi cama, suspiro leve y miro el dibujo, notando que por suerte no estaba dañado. Tomé mi mochila, sacando unas patatas para comerlas mientras empecé a dibujar la cabeza de un dragón.

En la noche intenté dormir, pero no pude al pensar en cómo le agradeceré al chico que me defendió, saqué una barra de chocolate y un jugo, lo escondí en mi chamarra, saliendo de mi cabaña. Camino un poco y veo al chico, lo seguí a su cabaña y luego de quedarme pensando y luchando con la vergüenza en mi mente antes de entrar, decidí tocar la puerta y cuando el chico abrió me puse nervioso.

Jisung : Ahm... hola... —susurro bajito, sintiéndome avergonzado, saqué el jugo y el chocolate, extendiéndolo hacia el chico.

Chenle : Hola Jisung... me encantan las cosas dulces, gracias —recibo su regalo, observando al chico, quien miraba al suelo, a diferencia mía que hablo fuerte, grito, río a carcajadas y miro a la cara a las personas.

Jisung : Gracias... por lo de hace unas horas... —susurro, mirando hacia abajo.

Chenle : Espera aquí, regreso enseguida —sonrío contento, abracé al chico antes de alejarme.

Jisung : Mmm... —me soprendo cuando el chico me abrazó, veo que se aleja y me quedo en la puerta observando hacia dentro.

Chenle : Entra Jisung... —dije al regresar, luego de haber ido a mi cuarto a guardar en mi mochila el chocolate y el jugo, luego lo hice pasar al ver que el chico seguía de pie en la entrada.

Jisung vio regresar al chino, Jisung se sentó en el sofá, jugando con sus dedos, hace una mueca y escucha al joven extranjero.

Chenle : Te defendí porque aunque no lo creas, yo cuando era niño era como tú, hasta que decidí cambiar a los 11 años, cuando una niña me besó a la fuerza, mi primer beso fue incómodo, ya que ella nunca me gustó, y no solo ella me acosaba, sino que sus amigas también, tuve que aprender a tener carácter fuerte al decirles que se alejen de mi, también a los 11 años noté que los chicos extrovertidos se convertían en populares y todas querían con ellos, entonces empecé a comportarme asi como soy ahora, tengo mucho carácter y nada me avergüenza, pues pensé que si me hacía popular, subiría mi autoestima... ahora tengo 18 años
—hago una pausa.