Capítulo 1

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Encuentro

Wei Ying desde siempre ha sido bueno en todo, y no es que él fuera presumido... Pero sí, lo era.

Normalmente siempre estaba un paso delante de Jiang Cheng, solo que está vez mientras corrían por los pasillos del embarcadero del loto, a unos pasos de llegar a la cocina, sintió verdadero terror.

Bueno, en el amor y en la guerra por la sopa de costilla de cerdo y raíces de loto todo se vale.... Oh algo así ¿No?

Él no estaba del todo seguro, pero ese fue el único pensamiento que pasó por su cabeza cuando se lanzó sobre la espalda de Jiang Cheng quién iba a unos pasos por delante de él, logrando que ambos cayeran al suelo con un estruendo justo en la entrada de la cocina, asustando a la hermosa joven de once años.

Sus ojos color miel mostraban sorpresa pero se suavizan y sonríe con amor al pecatarse de la presencia de sus hermanos, su piel es blanca como la nieve y su cabello castaño está peinado con dos moños hechas de trenzas a ambos costados de su cabeza para que lo demás suelto caiga en una cascada hacía atrás, su cepillo cubre su frente y dos mechones largos de cabello caen al costados de su orejas dándole una inigualable belleza y ternura a la vez.

—¡Eres un tramposo Wei Ying! –reclamo indignado el niño de ojos violetas mientras golpeaba a su amigo para que se quitará de encima de él.

¡Ay! ¡Lo sabía, sabía qué si lo era pero la palabra dolía!

–¡No soy un tramposo! Me resbale y caí sobre tu espalda –mintió sintiendose avergonzado.

¡No admitiria la derrota!

Por suerte antes de que Jiang Cheng pudiera decir algo más Jiang YangLi intervino.

–A-Cheng, A-Xian no peleen –reprendió de manera suave la dulce muchacha ayudándoles a pararse tomando sus brazos.

–¡Shijie! –exclamo Wei Ying con felicidad abrazando las piernas de su hermana, a lo que ella río feliz acariciando el cabello de ambos niños.

–¿Vinieron por un poco de... –La chica no había terminado de hacer la pregunta cuando ambos ya se habían ido a sentar con los ojos brillantes.

Jiang YanLi soltó otra risita antes de volver hacía la olla sirviendo la sopa en tres cuencos que colocó en una bandeja para luego acercarse hacía sus dos hermanos menores.

–¿Se portaron bien en clase? –pregunto con una sonrisa maternal.

–¡Súper genial! Me encanta como mamá cuenta la historia de los dioses con el teatro –comento Wei Ying con efusividad. –¡Pero mi parte favorita es cuando nos cuentan las aventuras HanGuang-Jun!

La joven sonrió divertida, le encantaba escuchar al pequeño hablar con tanta admiración, por otro lado Jiang Cheng quién estuvo callado comiendo su sopa con tranquilidad, giró los ojos mientras bufaba.

No sabía porque, pero le irritaba escuchar la ilusión de su amigo cada vez que hablaba de ese Dios.

Estaba cansado.

–¡Estás obsesionado con esos cuentos!

El niño de ojos grises frunció el ceño con un puchero levantándose de la mesa.

–¡Tú no sabes nada! ¡HanGuan-Jun no es solo un cuento y estoy seguro de que algún día lo conoceré!

Eso molesto aún más a Jiang Cheng quién también se levantó con un salto.

–¡Cállate Wei Ying! ¡Es imposible que alguna vez conozcas a un dios y más siendo un tonto como tú! –exclamo con molestia arrepintiendose enseguida cuando vió a su amigo con lágrimas en los ojos correr fuera del lugar.

Una Luz En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora