Three Virgins [Changlix]

I

Toda la historia será narrada por la escritora.

Su amigo estaba a su lado, bebiendo jugo de una cajita con pajilla, ambos bebían jugo esperando a su otro amigo para hacer lo que tenían planeado para este día.

El menor sacó su teléfono para responder la llamada de su mamá, el chico restante estaba atento a lo que decía.

"¿Mamá?", preguntó aún sin sacar la pajilla de sus labios.

"¿Cómo está todo por allá? Descubrí que ahora vives con un amigo", lo último lo dijo con amargura.

"Ah, sí, es mi mejor amigo", sonrió. "Mamá", completó nervioso.

"Mira Yang JeongIn", exhaló con coraje. "Pues será mejor que lo corras porque con él en esa casa jamás podrás conseguir pareja ¿Qué dirá la persona que lleves? No querrá hacer nada ¿Por qué? Porque, haber, el señorito tiene un acompañante", su amigo casi suelta una carcajada.

"Buenas tardes señora Yang", saludó Felix poniéndole los nervios a la mamá de su mejor amigo. "También es un gusto oírla", sonrió.

"¿Está ahí? ¿Por qué no me dijiste JeongIn? Carajo ahora tendré que invitarlo a cenar", JeongIn estaba que se hacía del baño junto a su mejor amigo. "Espero que pienses en lo que te dije", advirtió colgando.

"Genial comida gratis", celebró Felix con una sonrisa bebiendo su jugo. "JiSung está tardando mucho", miró el reloj de su muñeca. "Son las 15:50", Yang levantó sus hombros, él no sabía dónde estaba.

"Comprando su famoso frappé, seguramente", dijo por último antes de ponerse de pie e ir directo a una pila de libros que esperaban por él. "Por cierto, ¿Cómo van las cosas con ese chico? Parece que le gustas", animó pero se calló cuando miró la incomodidad de su amigo.

"JeongIn, él va muy de prisa, no lo quiero así", tomó una bola de chicle morada del tazón que siempre estaba lleno. "Yo no soy así", Yang asintió dejando su libro a un lado.

"Ya lo sé", le sonrió. "¿Qué dijo tu mamá?", preguntó curioso riendo casi.

"Oh, no se calla con ese tema", masticó llenando su boca de una goma que empezaba a soltar su delicioso sabor. JiSung llegó con maletas en sus manos, ojos llorosos y una carta en mano. "Cielos ¿Qué pasó JiSung?", se levantó del puff negro que estaba en la sala. Tenía la boca llena, siempre comía una bola de chicle en malos momentos, como este.

"Mi mamá me corrió de la casa por descubrir mi diario, lo leyó todo", sollozó y junto a JeongIn fueron a abrazarle. "Descubrió que le juro amor eterno a un idol y que nunca he tenido relaciones sexuales y me dijo que era ahora o nunca", limpió su rostro mirando a sus amigos. "Me corrió para que consiguiera pareja", el de pecas negó ayudándole con las maletas.

"Ya no te preocupes, estás aquí, con nosotros, te puedes quedar", le sonrió. Han casi ríe de lo gracioso que se miraba con la boca llena sin posibilidad de hablar bien. Hubo un silencio en el que escucharon un auto estacionarse enfrente de la casa de al lado.

Curiosos se acercaron a la ventana abriendo un poco las cortinas. "Te dije que fueras discreto", regañó la señora, una señora bastante amable con ellos.

"Lo siento, estaba borracho cuando llamaste", le dijo un hombre de gafas de sol, bastante apuesto y demasiado para los ojos de los mejores amigos, miró a su alrededor y se detuvo en la ventana mirando confundido, bajó sus gafas. "Buen día", saludó con su mano y una elegante sonrisa.

"Malditos chismosos", murmuró la señora. "Ya apúrate y entra", ordenó al hombre quien se apresuró a pasar.

Los mejores amigos cerraron la cortina dejándose caer en lo que tenían, Felix en un puff, JeongIn en la cama y Han en el colchón inflable del suelo. "¿Vieron eso? Era como un hombre de personaje en un drama", habló Jeong y todos suspiraron enamorados para cerrar los ojos.

"Se ve de dinero", dijo JiSung.

"Se ejercita", añadió Felix.

"Demasiado para hoy, ahora vamos a nuestro club de lectura", se levantó el menor de todos yendo a su armario. Se colocó unos jeans para nada ajustados, una camisa blanca y un gran suéter azul cielo, unas zapatillas blancas bastante cómodas y lentes.

Felix unos jeans no tan ajustados que tenía pedazos de tela cualquiera adheridos como adorno, una camisa blanca que sobresalía de su suéter negro y unas zapatillas blancas. Jisung ya estaba vestido, unos jeans tampoco muy ajustados, iban a un club no a conseguir pareja (como dice la maestra), una camisa blanca que también sobresalía, un suéter a rayas color blanco con negro y unas zapatillas blancas.

Listos salieron camino a aquella biblioteca, todos llevaban bolsos, JiSung uno gris, Felix uno negro y JeongIn uno gris oscuro, dentro de ellos estaban los libros que la mujer les había dado a leer.

"Leí que no es bueno reír en la calle, porque te ven como una persona fácil de ligar", Felix borró su sonrisa al igual que sus amigos. "¿Qué aprendieron de sus libros? ", preguntó JiSung.

"El mío hablaba sobre la naturaleza, las plantas sobre todo, me gustó la narración", admitió Felix con una sonrisa.

"El mío de la salud, no sabía que teníamos que masticar hasta que la comida sea puré", sonrieron con gracia. "¿El tuyo Sung?", le sonrieron.

"De las placas tectónicas", subieron al bus sentándose todos por separado, uno detrás del otro. Estaban mirando al frente, si miras al lado te mareas y si miras al suelo te mareas.

En la mente de JeongIn realmente estaba pensando profundamente en cómo expresarse en el club de esta tarde, Felix pensaba en contar todo lo importante que tiene aquella planta y JiSung, JiSung era un caos, miraba por la ventana y había parejas comiéndose la boca en cualquier rincón.
No le daba asco, tampoco celos, pero lo hacía pensar en que él con sólo recibir un pico de su ex pareja se sonrojaba, y cuando no le besaba los labios se tensaba porque no quería ir más allá.

Era de una mente tan pura al igual que sus amigos, ninguno era un mal pensado y nunca hablaban más de la cuenta sobre una persona apuesta.

Bajaron en la parada yendo hasta la biblioteca, entraron saludando a las demás personas, había una integrante nueva, al parecer. "Bienvenidos, siéntense, estamos por iniciar", en el circulo que había Han, Felix y JeongIn se sentaron juntos. "Hoy tenemos a alguien nuevo, su nombre es Valentina y-"

"Soy una mujer muy activa, responsable también", agregó interrumpiendo. "Soy lesbiana un placer conocerlos", les sonrió a los presentes que no dijeron nada. "Me he unido al club porque soy muy hiperactiva, mi mamá me dijo que necesitaba relajarme y que mejor que unos libros, compañía y charlas con té", ¿Se estaba burlando?

Les gustaba lo directa que era, pero daba miedo. "Ya puedes sentarte", ordenó, la chica sonrió sentándose al lado de Felix quien estaba mirando al frente. "¿Recuerdan los libros que les di a leer en casa?", los presentes asintieron. "Bueno, por cómo están sentados serán los que pasarán a leer su parte favorita, o contar lo que más les gustó del tema ¿De acuerdo?", una mujer embarazada se levantó con una sonrisa a contar su parte favorita del libro que se le asignó.

Ella se lleva muy bien con los tres mejores amigos, siempre la ayudaban por el estado en el que estaba.