XIX

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Toda la historia será narrada por la escritora.

Entraron corriendo y sin hacer ruido por Rosa quien seguro estaba descansando, recostó al rubio en su cama y se quitó el saco.

"Duerme conmigo, esta noche no irás a tu trabajo", quitó sus zapatos quedando en tines. "No acepto un no por respuesta, pones tu vida en el trabajo", se levantó poniéndose enfrente de él.

"Pero tengo que ver como quedó el trabajo de Alejo", desabrochó un poco su camisa. "¿Quieres quitarle la oportunidad de ser un detective?", sonrió de lado, Felix negó poniendo sus brazos en los anchos hombros del pelinegro y se dejó caer hacia atrás cayendo en la cama con cuidado. "Creo que te encanta hacer eso", rió mirándolo con una sonrisa.

"Es porque tengo confianza en ti, sé que no me dejarás caer de golpe", sonrió también acercándose más a sus labios.

La puerta sonó. "¿ChangBin? ¿Llegaste, hijo?", preguntó abriendo la puerta, ambos se separaron al instante. "Oh, está Felix contigo", sonrió enorme.

"Hola, Rosa", le sonrió.

"¿Quieren cenar?", preguntó.

"Hace unas horas comimos en la boda", se levantó desabrochando su camisa.

"Ay, pero yo quiero algo dulce", miró donde el pelinegro con un puchero.

"Ven, lo preparamos", Felix sonrió hacia la mujer de edad.

"Enseguida irá Rosa, primero tiene que cambiar su ropa", la señora asintió saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras ella. "Toma la ropa que quieras", entró al baño cerrando la puerta despacio.

Felix caminó al armario y sacó una ropa bastante cómoda, retiró sus tines para estar descalzo y salió de la habitación yendo con Rosa. "Hola", saludó una mujer más.

"Hola", le sonrió y después se dirigió a Rosa. "En la boda dieron pastel de tres leches y no sabes cómo deseo una rebanada enorme sólo para mí", se dirigió a Rosa quien le miró con una sonrisa.

"¿Lo preparamos o lo pido?", Felix arrugó su nariz pensativo.

"Hay que pedirlo, aún no sé cómo preparar ese pastel", se sentó en un banco negro alto que ofrecía la barra.

"De acuerdo", fue donde el teléfono y vino para llamarlo, esa orden no tardaría más que unos minutos, mientras tanto revisaba su móvil hablando con Rosa y sentía la mirada curiosa de la mujer.

Hermana.
¿Por qué no me invitaron a la boda?

Felix.
No respondías mis llamadas.

Hermana.
Es que tú sólo llamas dos veces, yo contesto a la tercera.

Felix.
Ah.

Hermana.
¿Quién fue a la boda? ¿Con quién fuiste? ¿Con quién fue HyunJin? Cuéntame todo.

Felix.
Fueron todos mis amigos, yo fui con ChangBin y HyunJin con su novio ¿No es obvio?

Hermana.
¿ChangBin fue tu acompañante? Wow.

Felix.
¿No te lo dije? Estoy saliendo con él.

Hermana.
No, no lo habías hecho. Bueno, iré a dormir, hasta luego.

El timbre sonó. "Uh, debe ser el pastel", se puso de pie.

"Yo voy", Felix la detuvo.

"No te preocupes, yo voy", sonrió caminando hacia la puerta, ahora que había recibido sus pertenencias estaba completo. Le pagó y cerró.

"Hay que helar un poco el pastel", el pecoso se lo pasó.

"¿Quién era?", preguntó secando su cabello con la pequeña toalla que estaba alrededor de su cuello.

"Un repartidor, pedimos algo", comentó al que se estaba sentando a su lado.

"¿A sí?"

"Si, es que se me quedó la idea y el antojo de comer una buena rebanada, porque en la boda me dio vergüenza pedir más", Rosa llegó con el pastel. Le dieron una gran rebanada al rubio que la comía con felicidad. "Mañana debo visitar si o si a mamá", comentó.

"¿Qué sucedió ahora?", se preocupó.

"Nada, pero sé que Winnie está solo, HyunJin es quien lo cuidaba pero ahora que trabaja y tiene pareja seguro que no puede", lamió sus labios acabando la gran rebanada.

"De acuerdo, te llevo entonces", el pecoso volteó de inmediato con una sonrisa, ¿Eso significa que no irá esta noche a trabajar? "No, no iré", le guiñó tocando con su dedo índice la punta de la nariz del pecoso.

"Pero ¿Y Alejo?", se preocupó.

"Lo llamé y agradeció porque aún no los tenía listos", se sonrieron.

Ambos se fueron a la habitación después de que la comida bajó. "Dormir así es cómodo", dice cruzando sus piernas, recibió una mirada confundida del que estaba en shorts deportivos y sin camiseta.

"¿Te parece?", pregunta divertido poniéndose la camiseta luego de untar el ungüento.

"Mucho", ambos se prepararon para dormidor. "Sé mi almohada", pidió abrazándolo y hundiendo su rostro en el pecho del mayor que soltó una carcajada aceptando el lindo abrazo.

Dentro de poco ambos se quedaron dormidos, los ronquidos del mayor eran algo que hacía sentir en casa al de pecas que sólo respiraba correctamente mientras lo abrazaba.

A la mañana siguiente ambos se movieron por el sol que daba directo a sus rostros, el mayor se estiró quejándose en el intento, sus hombros y cintura estaban por los suelos, estaba tan adolorido.

Felix sólo se cubrió el rostro con la sábana abrazando una almohada y dándole la espalda al pelinegro. ChangBin abrió los ojos limpiándose el rostro y volteando donde el pecoso hacía bulto, sonrió.

Se levantó soltando un gran quejido que preocupó al rubio que ya se había levantado. "¿Estás bien?", tocó su hombro estando hincado en la cama.

"Si", no pudo voltear. Felix caminó hincado hasta sentarse a su lado.

"No estás bien ¿Cierto?", se recargó en él. ChangBin negó. "¿Qué ocurre?"

"Siempre estoy mucho tiempo sentado en la oficina, cuando pasó un año, un fuerte dolor me atacó en el hombro, fui al doctor y me dijeron que tenía que descansar", Felix asintió escuchándolo. "Pero, no lo hice, desde entonces ya no quiero descansar bien porque si lo hago el dolor estará ahí", suspiró un poco. El rubio limpió su rostro para ponerse de pie y buscar en su bolso algo que trajo consigo. "¿Qué haces?", preguntó el mayor mirando como el pecoso se acercaba justo enfrente de él.

"Voy a masajear tu cuerpo", aseguró subiendo a la cama y poniéndose detrás del pelinegro, se colocó un poco de gel en las manos y las acercó a los hombros del pelinegro. Masajes que hacían querer llorar al mayor.

"Espera, espera, duele", se quejó cuando el pecoso aumentó la velocidad.

Luego lo recostó boca abajo dirigiendo sus manos a la gran espalda de ChangBin, también a su cintura.

Luego lo recostó boca abajo dirigiendo sus manos a la gran espalda de ChangBin, también a su cintura

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Three Virgins [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora