Toda la historia será narrada por la escritora.
Valentina llegó con una sonrisa emocionada y con una vestimenta cómoda, todos tenían pijamas. Comenzaron a arreglar el lugar con puf almohadas y un poco de sábanas.
La serie ya estaba lista para ver pero entonces se vieron unos con los otros al no haber preparado botanas, cuando estaban por hablar el timbre de la casa sonó.
"¿Esperan a alguien?", preguntó Felix a JiSung y JeongIn quiénes negaron, el de pecas se levantó para abrir. Había dos hombres en traje con un delicioso perfume.
"Oh, es ChangBin y MinHo", se levantó Valentina y los restantes la siguieron confundidos. "¿Por qué no llamaron tontos?", les dejó pasar y ellos dejaron las bolsas en la mesa.
"Veníamos a toda velocidad, pronto entramos al trabajo", se excusó MinHo. "¿Podrían darme un vaso de agua fría?", su acompañante lo codeo.
"MinHo", le regañó un poco.
"Aquí tienes", se lo entregó el castaño con una sonrisa, el pelinegro lo tomó y bebió hasta la última gota.
"Hola a todos, mucho gusto", se presentaron, las placas relucían en el cinturón dónde llevaban su arma.
"Él es ChangBin y él es MinHo", presentó Valentina a JeongIn y JiSung. Los mayores sonrieron.
Se quedaron un momento charlando, el rubio estaba en silencio devorando lentamente puré de papas con espaguetis, comida que raramente había pedido el pelinegro que estaba hablando para todos.
"Es increíble que trabajen como eso", estaba JeongIn tan interesado en ellos.
"Ya lo sé", su emoción hace sonreír a MinHo. "Es que yo creí que eso era sólo de películas y eso", los de traje rieron un poco. "¿Se han lastimado?", ambos asintieron.
"Nos ha rozado una bala", los dos menores se sorprendieron. Felix se levantó del lugar y caminó hasta la cocina con el recipiente, iba a lavar los tenedores y tirar lo demás.
Estaba tan concentrado sirviendo un vaso de agua que no se percató de la presencia de ChangBin hasta que se acercó a él.
"Hola", habló detrás del menor, Felix se estremeció y como defensa se volteó y le lanzó agua en el rostro.
"Cielos, lo siento", trajo una toalla y limpió su rostro. "De verdad lo siento", se detuvo cuando sintió como ChangBin lo detenía, sus mirada se conectaron al segundo.
"Está bien, supongo que lo merezco, pero te saldría bien si dieras un golpe", ambos soltaron una sonrisa.
"¿Qué dices?", rió un poco, el que le estuviera tomando la mano no lo incomodaba, no lo hacía. Se miraron por unos segundos más para ya por fin separarse.
"En serio, inténtalo y sabrás defenderte", le guiñó.
"¿Dónde consigo a alguien que me entrene?", jugó poniéndole la toalla al rededor del cuello, estaba un tanto mojado por el pecho.
"No es difícil, puedes aprenderlo solo", el rubio alzó una ceja cruzando los brazos, ChangBin se sentó en la silla que ofrecía la mesa redonda que estaba al frente de la cocina. "¿Qué tal está tu mamá?", preguntó acomodando su cinturón. "¿Se cuida mejor?", le miró desde ese lugar con los brazos cruzados y las piernas un tanto abiertas.
"Ella se cuida mejor, pero aún así checamos su presión", sonrió.
"Me alegra escuchar eso"
"¿Siguen en el mismo caso?", cuestionó curioso sentándose enfrente de él ¿La diferencia? Felix estaba sentado correctamente.
"Si, aún no logramos atar cabos"
"¿Sabes? Tengo una teoría", el otro se enderezó y le miró. "Bueno, tenía", murmuró nervioso.
"Adelante, dímela", le sonrió enorme.
Felix se frotó las manos en las piernas. "Me parece irónico que los hayan soltado si le fallaron al jefe", comenta nervioso porque no creyó que el pelinegro le pusiera tanta atención.
Listo, el espacio personal desapareció en el momento en el que sus hombros se juntaron.
"Si, a mí igual", responde. "Pero espera que me estoy confundiendo un poco", sacó piedras rojas del relleno del jarrón de la mesa. Felix sonrió enternecido. "Estás dos piedras son los ahora detenidos", explica. "Ambos aferrados a la idea de-"
"De que son inocentes y los dejaron libres por ello", le siguió teniendo toda la atención del pelinegro que parecía comérselo con la mirada. "Esconden algo", admite simple. "¡Changbin!", habló en cuanto la idea vino a su mente. "¿No le hicieron un bolígrafo? ¿Buscaron su familia?", preguntó con insistencia mirándolo.
"Ser detective no significa que el jefe te escuche", miró a otro lado con un suspiro y relajando su espalda.
"¿De verdad?", ChangBin asintió.
Todos entraron a la cocina quedando mudos al ver lo juntos que estaban y que si no fuera por ello se estarían comiendo, entonces Valentina fue hacia ChangBin y le pateó.
"¡Oye!", se sobó.
"Ya tienen que irse", les dijo la mujer. "Vayan, vayan", estaba por golpearlos de nuevo pero el teléfono de JiSung interrumpió.
"¿YoungHyun?"
"Hey hermanito ¿Felix está en casa?", preguntó el pelinegro con una sonrisa.
"Si, él está aquí"
"¿Me lo pasas? No me contesta el teléfono", pidió y Han le tendió el teléfono a Felix.
"Es mi hermano, quiere hablar contigo", el rubio lo tomó indeciso.
"Permiso", salió de la cocina rumbo a su habitación para responder. "¿Hola?"
"Hola bonito ¿Por qué no me respondes las llamadas?", el de pecas miró su teléfono encima de su escritorio.
"No tenía el teléfono a la mano, lo siento por eso", rió nervioso.
"No te preocupes, todo se perdona si eres tú", Lee sonrió. "Quiero salir contigo ¿Tienes tiempo el sábado?"
"Hm, si"
"Genial, yo paso por ti como a las nueve de la noche, ponte bonito", el pecoso corrió a su tablero y escribió en una notita.
"De acuerdo, entonces nos vemos el sábado"
"Espera, tienes que saber que lo que haré será importante", Felix se emocionó. "Nos vemos el sábado, adiós bonito", colgó.
"Rayos ¿Me pedirá ser su novio?", saltó un poco y se calmó saliendo y siendo visto por todos. "Toma Sung"
"¿Te vas a ir?"
"No", rió nervioso ante la pregunta del castaño.
JiSung sabe que a Felix no le conviene estar con su hermano, él es tan malo con todos, pero le advertirá una vez, si no quiere escuchar ese sería su problema.
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Three Virgins [Changlix]
Fanfiction𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐋𝐈𝐗 · 3 vírgenes que ya no quieren ser vírgenes. ᝰ se recomienda discreción. ᝰ mención de varias parejas. © CloudsCL