XXXVIII

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Toda la historia será narrada por la escritora.

Felix despertó por la luz que de pronto comenzó a llenar la habitación, abrió sus ojos esperando ver la gran espalda de su hombre pero no fue así, su lugar estaba vacío. Se sentó recordando un poco lo de anoche y sonrió sonrojado saliendo de las sábanas.

Se puso su top y arriba de sus bragas negras unos pants junto a un kimono negro transparente que llegaba más abajo de sus rodillas. La puerta sonó.

"Adelante", dijo y entró una empleada con su desayuno.

"Traje su desayuno", sonrió.

"Muchas gracias, puedes ponerlo ahí por favor", sonrió también.

"De acuerdo"

"¿Dónde está ChangBin?", preguntó mirándola.

"En el despacho, llegaron cosas del trabajo muy temprano", Felix asintió comprendiendo. "Bueno, con permiso", se fue.

Felix se quitó sus pants estando libremente en bragas y su pequeño top, se miró al espejo, estaba sexy. Fue a su plato de hotcakes y lo tomó sentándose justo enfrente de la cama, cortó un pedazo dándose cuenta ya al final de que eso marcharía sus labios y así fue.

La puerta se abrió dejando ver a ChangBin, el pelinegro quedó mudo ante la presencia de su pareja. "Bin", sonrió queriendo limpiarse pero su novio fue más rápido y lo besó retirando rastros de la miel.

"Buenos días, cielo", sonrió mirándolo nuevamente, estaba tan sexy.

"Buenos días", le miró sonrojado. "¿Ya desayunaste? Escuché que llegó trabajo muy temprano", se preocupó.

"No, aún no, no me dio tiempo", se puso frente a él.

"Debes apresurarte, pronto se pasará la hora del desayuno", cortó un trozo de su hotcake que lamentablemente su novio robó junto a un beso largo comenzando a recostarlo quitándole el plato y abriendo sus piernas.

"Podría desayunarte", Felix sonrió antes de que sus labios fueran atacados nuevamente. "¿Quieres ser mi desayuno?", el menor le miró totalmente sonrojado y sonrió asintiendo mientras llevaba sus manos al cuello ajeno. Las manos de ChangBin recorrían sus piernas con adoración hasta llegar a su cintura donde con sus dedos bajó poco a poco las bragas del menor.

"Bin, no hagas que sea ruidoso, las empleadas hacen limpieza en las habitaciones que están cerca", pide a su novio que estaba entretenido mordiendo y besando sus piernas.

"Lo prometo", sonrió desabotonando su camisa y quitándose el cinturón junto a sus pantalones, estando listo se dirigió al rubio atacando sus labios con total adoración y cuidado.

Felix sólo se dejaba ser, merecía esto. Estando sumergido en los toques del pelinegro no se esperó el que ya estuviera siendo penetrado lentamente. A pesar de amar a su novio violento, le gustaba que fuera lento porque iba a entrando de a poco y sentía placer profundo. "Bin", el mencionado lo calló comiendo su boca para bajar por su cuello sin dejar de estocarlo lentamente.

Felix comenzó a gemir pequeño, sus pequeños jadeos pidiendo aire para poder recuperarse. Luego eran pequeños gritos, su entrada aún no se acostumbraba a ChangBin, le llevaría tiempo en hacerlo.

Con tres estocadas profundas Felix logró arquear su espalda con un gran y fuerte gemido, su hombre había encontrado su punto. Unas cuantas más y ambos estaban a punto de venirse. "Bésame", pidió Felix mirándolo y pronto sus labios fueron atacados sin dejar de ser embestido, no bastando su miembro fue tomado en la gran mano. "Ah~", gritó cuando sintió a su mayor venirse en él y llenarlo por completo, esa fue nada más y nada menos la razón por la que se vino después en la mano ajena.

Se recostaron tratando de recuperar su respiración, el menor un poco tembloroso de las piernas notando marcas grandes por todas ellas. "¿Estás bien?", lo atrajo hacia él de la cintura.

"Si", sonrió con los ojitos brillosos, estaba feliz y en cuanto ChangBin notó aquello besó su frente abrazándolo y no siendo rechazado. "¿Cuándo volvemos a casa?", pregunta y el mayor se siente algo mal de saber que tal vez no le gustó.

"Ahm"

"¿Podría no ser pronto? El lugar me agrada, tiene aire puro, libre de autos y edificios", explica y ChangBin sonríe contento.

"No será pronto, tengo bastantes pendientes acá", lo atrajo más hasta subirlo a su regazo, se levantó con él y caminó hasta el baño. "¿Debería ir por un segundo round?", pregunta mirándole con adoración.

"Hm, deberías", sonrió acercándose para besarle. "Pero no, necesito mi baño de quince minutos sin un segundo más o uno menos", se separó acomodando el cabello de su pareja.

"Está bien", lo bajó cuidadosamente antes de darle un beso en la frente.

"Gracias", se sonrojó al estar completamente desnudo con su kimono negro frente a él.

"Usaré la ducha entonces, tengo que salir a firmar contratos con más orfanatos", explica mirando a Felix correr de puntitas por dos batas que se pusieron.

"¿Con más? Creí que sólo había uno", comenzó a preparar su baño.

"Es lo mismo que pensé pero me llegaron dos peticiones más", suspiró mirando los movimientos de su pareja.

"De acuerdo", le miró una vez tuvo todo listo. "Yo estoy feliz de que ayudes a personas que cuidan de niños", fue a él subiendo sus manos a su cuello para verle con orgullo.

"Lo sé", se apoderó de su cintura.

"¿Puedo ir contigo?"

"No lo sé, no quiero aburrirte o que suceda lo mismo con el niño, será mejor si te quedas en casa, cielo"

"Pero voy a estar aburrido en casa"

"Y lo estarás más si vas conmigo"

"No sé mucho de aquí y no conozco a nadie, si te vas estaré asustado"

"Cielo, de verdad no quiero aburrirte yendo de allá para acá"

"¡Bin!"

"Bien, puedes ir", sonrió al ver la felicidad del menor.

"Gracias, gracias", dejó un beso en sus labios, ambos yendo a bañarse en lugares diferentes, Felix tardó un poco más en hacerlo pues su baño duraba quince minutos.

ChangBin usó algo de siempre, Felix volvió a sus jeans nada ajustados color violeta con una top blanco de pequeñas mangas violetas que casi no dejaban ver su abdomen. Zapatillas blancas, un pequeño bolso negro y labios con brillo rosado. Estaba listo.

"¿Listo?", le sonrió.

"Si", le tomó la mano y salieron de la habitación directos hacia la salida.

"¿Sabe? Yo creo que ese chico se ve más interesado en el dinero que en el jefe", comenta la hija de la cocinera a la ayudante de su mamá.

"No eres nadie para decir eso, y mejor apúrate con el trabajo", ordenó. La hija de su superior a veces era bastante grosera.

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Three Virgins [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora