XXXV

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Toda la historia será narrada por la escritora.

Usaba algo bastante cómodo sin perder su estilo, en conclusión, lo mismo que tenía puesto sólo que ahora usaba unas zapatillas blancas. ChangBin usaba unos pants negros con unas zapatillas nike blancas que dejaban ver sus tobillos y una simple camiseta negra cómoda.

El sol ya había bajado y con ello la temperatura también, al salir de la casa el menor se sorprendió al ver que irían caminando, no le molestaba porque se mareaba en autos.

"¿Qué haremos primero?", pregunta tomando la mano de ChangBin.

"Primero haremos algo que sí no sabes seguro aprendes muy rápido", el rubio se pensó su respuesta. "¿Tienes alguna idea?", Felix negó. "Patinar..." la gran pista al aire libre se dejó ver, no había gente.

"Vaya", sonrió. "De hecho sé un poco", se encaminaron a tomar patines.

"Eso es aún mejor, no quería ver que tuvieras un accidente", sonrió, se pusieron sus patines y con bastante experiencia se dirigieron a la pista. Ambos con una enorme sonrisa, estaban contentos de tener algo en común y la verdad era que ambos eran bastante buenos.

Niños pequeños fueron a ellos pidiendo que por favor los enseñen para ser igual de geniales que ellos. "Claro", Felix miró a su pareja pidiendo ayuda.

"Mira", se acercó ahora tomando el lugar se Felix, el niño le tomaba la mano al rubio así como también se la tomó a ChangBin. "Tienes que saber cómo detenerte primero ¿Si?"

"Sip"

"Bueno al querer detenerte haz esto", ladeó su pie de manera que el talón tocara en suelo. "Esto quita velocidad a tu viaje"

"De acuerdo", su pequeña sonrisa no se iba.

"Y eso es todo, tú ya sabes andar", explicó Felix haciendo sonreír al mayor.

"¿De verdad?", soltó ambas manos comenzando a desplazarse por la pista. "¡Lo estoy logrando!", gritó emocionado. Felix sonrió.

"Es hora de irnos, cielo", le tomó la mano saliendo con él de la pista, se quitaron los patines y se fueron rumbo a la siguiente parada.

Al llegar Felix miró lo que seguía y gritó emocionado abrazando a su mayor antes de correr hacia las bicis. "Adoro andar en bici", habló feliz.

"¿En serio? Creí que tendría que enseñarte", bromeó entregándole un casco al que ya estaba montado en ella.

"Sé andar en ella desde pequeño", admite terminando de abrochar su casco, ChangBin no tardó en estar listo y entonces el pequeño paseo comenzó.

Parecían ser felices y no mentían pues era toda la verdad. "¡No tan lejos!", gritó siguiéndole con experiencia al tener más velocidad.

Pudieron recorrer todo el parque que estaba con niños, a pesar de estar un poco fresco la gente salía con sus hijos al parque y eso si que desconcertó al rubio pero no le tomó importancia, pudo ver que el pueblo era bastante amigable. Agradecía por fin dejar los lujos, una cita como esta supera las lujosas un ciento por ciento.

Su recorrido tomó una pausa en una banca del parque, a penas se sentaron el rubio se acercó feliz a su mayor para agradecer con un beso. "Me alegra que te gustara, extrañaba respirar este aire", miró con nostalgia alrededor.

"Este lugar es bastante hermoso", admitió. "Me encanta, gracias por traerme a un lugar que suena bastante especial para ti", sonrió acercándose para otro beso sintiendo sus narices un poco frías.

"¿Tienes frío?", preguntó llevando su mano al cierre de su chaqueta para bajarlo y entregársela al rubio.

"Si, refresca bastante", pronto se puso la gran acogedora chaqueta. "¿Qué sigue? Estoy ansioso", sonrió.

"Hm, ahora sigue nuestra cena", sonrió también.

"¿Nuestra cena?"

"Si, vuelve a casa y si quieres arreglarte más bonito adelante, aunque así ya estés perfecto", admitió.

"¿A dónde irás tú?", ladeó su cabeza preocupado.

"También a casa pero primero tengo que llevar donaciones a un orfanato", explica.

"¿Me llevas?", ChangBin dudó. "Prometo no mirar mal a los niños y tampoco ignorarlos", su novio soltó una risita mientras negaba.

"Bien", se levantó ayudando a su pareja, caminaron hasta el lugar y Felix pudo observar a niños fuera jugando también en un patio, el edificio no estaba en buenas condiciones y al parecer los trabajadores eran muy viejos.

Cuando se dieron cuenta de la presencia del pelinegro los niños corrieron a él felices de que estuviera aquí, eran tantos que incluso alejaron —sin querer— a Felix de su lado. "¿Cómo te llamas tú?", se acercó una niña pinchando la pierna del pecosito.

"Me llamo Felix", se alejó de ella debido a que se volvió doloroso.

"Yo soy Joy", sonrió. "¿Eres amigo del señor ChangBin?"

"No-"

"¿Eres enemigo?"

"No, yo soy su novio", la niña se cubrió la boca sin creerlo antes de sonreír mucho.

"Cielo", se acercó poniendo una mano en su cintura cuando los niños se habían disminuido.

"¿Si?", sonrió.

"Hay que entrar", Felix asintió y caminaron hasta donde mujeres de edad los recibieron.

"Es un placer tenerte de nuevo aquí, ¿Cuándo llegaste?", preguntó la mujer con una sonrisa.

"Hoy, en la mañana, vine de paseo con mi pareja", Felix saludó con una bonita sonrisa que no hizo dudar a las mujeres sobre lo bonito que era.

"Soy Felix, un gusto", dijo.

Pronto tres autos junto a un gran camión llegaron surtidos de las donaciones, los hombres dejaron las cajas de comida hasta la cocina para después repartir juguetes y ropa.

El rubio estaba observando todo con curiosidad desde una banca en donde un bebé venía gateando a él y se volteó evitándolo pero le prometió a ChangBin no ignorar a los niños y sólo pudo aceptar que el niño se pusiera de pie con ayuda de sus pantalones para después pedirle que abra su regalo.

"¡Abrir! ¡Abrir!", incluso golpeó las piernas del rubio con sus manitas.

"Bien, bien, oye cálmate", tomó la caja y la abrió por él, que observaba todo agarrado del pantalón de Felix. "Toma, es una banana que puedes morder", el bebé la arrebató golpeando con la banana sus piernas.

ChangBin apareció y observó aquello corriendo a ayudar. "¿Estás bien, amor?", pregunta con el bebé en brazos.

"Si, sus golpes son débiles, no pasa nada", suspiró cruzando sus piernas con un toque coqueto.

"Es un nuevo bebé, no te había visto, hola", la última palabra la dijo con una voz agradable que hizo sonreír al bebé que mordía su banana. "Hola, bebé"

"Estoy celoso", mencionó también queriendo atención.

Pero más que nada ignorando el pensamiento de que seguro a ChangBin le gustaría una familia.

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Three Virgins [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora