Toda la historia será narrada por la escritora.
"¡Hola!", sonrió mirando a su compañero. Felix le sonrió un poco aferrándose a su bolso. "¿Vienen tus amigos?", el pecoso negó.
"No, ellos están muy ocupados en estos momentos", sonrió nervioso.
"De acuerdo", sonrió. "Vamos a pasar un gran día", le jaló enganchando sus brazos, el pecoso sonrió nervioso, Valentina era muy energética no podía ser nada más que un problema.
"Sobre nuestro tema ¿cierto?", la mujer peli roja asintió divertida, el bus llegó y ambos subieron. "¿Qué es el lugar al que iremos hoy?", preguntó mirando al frente, ay no ¿por qué aceptó?
"A una fiesta, bueno, eso hasta el final", sonrió sacando su móvil que no dejaba de sonar, el pecoso rogaba porque fuera de su trabajo. "No tendremos quien nos moleste hoy", Felix miró como apagaba su móvil y lo guardaba en su bolso de tela.
"Pero ¿y si era importante?", preguntó nervioso.
"Nah'", sonrió contenta mirando hacia la ventana. "¿Por qué eres tan callado y reservado?", le miró.
"Sólo, no quiero llamar la atención", dijo.
"Para mí, así como eres la llamas más", rio un poco, la gente volteo a verlos con rostros serios y negando mostrando decepción. Felix se encogió en su asiento de verdad tenía que lidiar con esto todo el día.
Bajaron cerca de la biblioteca y eso ayudó a Felix a relajarse. "Por aquí", le llevó a otro lugar.
"Pero el camino a la biblioteca es el otro de allá", lo señaló aún caminando.
"¿Quién dijo que íbamos a la biblioteca? Ese lugar es tan callado que me vuelve loca", sonrió llevándole por arbustos que ella pisaba.
"Espera, haces daño a la naturaleza", la detuvo. "Tendremos que arreglar eso, mira que yo no lo hice y te voy a ayudar", le sonrió por primera vez siendo sincero.
Valentina rodó los ojos y le ayudó, Felix sacó de su bolso un poco de fertilizante, puso poco para cada afectado. Los regaron y acomodaron las piedras que Valentina había desacomodado con su calzado. Por primera vez la peli roja no sintió esto como una pérdida de tiempo.
"Perfecto", sonrió Felix.
"Oye ¿siempre llevas fertilizante en tu bolso?", el rubio rio y asintió. "¿Por qué? No es como si ves a un árbol y le echas eso ¿o sí?", él negó.
"Sung es muy torpe, así que Jeongin o yo siempre traemos cosas que puedan ayudar a reparar los daños", Valentina le miró raro.
"Bien, eso ya es muy extraño", se colgó su bolso tomando la mano de Felix para seguir con su camino. "No puedo asimilarlo", dijo.
"Bueno, así somos nosotros"
El camino continuó con una que otra charla que les sacaba una sonrisa, se pararon enfrente de un museo que el pecoso nunca había visto. "Te encantará saber esto, nos explicarán", sacó su cámara.
"Bienvenidos a el museo", un trabajador con cubre bocas negro se acercó. "Seré su guía por hoy", sonrió cerrando sus ojos. "Por aquí", tan pronto entraron Felix salió corriendo lejos de ese lugar.
"¡Felix!", su compañera le siguió pero lamentablemente ya no había rastros de él. "Ou", miró al señor. "Siga con la explicación", le sonrió dejándole su cámara—mala idea—para ir tras su compañero. "¡Felix! ¿Dónde te metiste? ¡Lix!", se pasó la tarde buscando hasta que lo miró vomitando en un bote de basura color verde. "Mierda", se acercó preocupada. "Felix", le tomó por los hombros mirándolo.
"No, no, no", la alejó volviendo a vomitar. "Rayos", gritó en el bote.
"Lo siento, para mí ya es muy común ver eso sin reaccionar mal", le acarició la espalda con preocupación.
"Pues para mí ¡No!", dejó caer más liquido de su garganta sintiendo como quemaba. "¡Carajo!", Valentina se sorprendió por aquello que su mente pensó.
"Felix ¿tú eres virgen?", preguntó luego de acomodar sus pensamientos.
"¿Tú qué crees?", se limpió la boca mirándola con un rostro serio. "No puedo no ser virgen con la vida que tengo y que yo decidí tener", se encaminaron a unas llaves donde lavó su boca.
"Mierda, ¿a esta edad? Tú ¿virgen?", negó sin creerlo.
"¿Lo siento? Yo estoy bien así", mientes.
"Ya veo, yo te iba a llevar a lugares de ese tipo", suspiró triste y ambos se sentaron en la banca. "Lo siento, en eso falla mi amistad con todos, por no preguntar", miró sus manos con decepción de sí misma.
"Está bien, no te preocupes, sólo fue ese error", se colgó su bolso. "Iré a la biblioteca a leer, traje los libros conmigo porque creí que eso íbamos a hacer", se levantó caminó cruzando la calle con facilidad, entró al lugar y le sonrió a la que estaba en la puerta.
Valentina solo se quedó en su lugar, había perdido este día de trabajo y todo para que saliera mal. "Por favor dios, yo también soy tu hija", lloriqueo mirando al cielo. Se levantó y tomó un bus camino a su casa, corrió como siempre y fue hasta su habitación para cambiar su ropa y llevar su mandil.
Val pudo ver la tristeza en su mejor amiga así que fue y se recostó un segundo con ella. También se le escuchó lloriquear al perrito. "Estoy bien, sólo, un mal día", besó a su mascota. "Tengo que irme, espero que me acepten en el trabajo a esta hora", sonrió triste colgándose su bolso para salir e ir camino a su trabajo.
Felix.
¿Cuándo será la otra vez para vernos? Tenemos un proyecto pendiente.Lo envió y miró a sus mejores amigos comer el cheesecake que les había preparado hace unos minutos. "¿Está rico?", preguntó acercándose a ellos.
"Si, pero no termino de entender ¿qué haces aquí? ¿no ibas a salir con Valentina?", preguntó Han con una porción de cheesecake.
"Ocurrió algo, debido a ello, bueno, aquí estoy", sonrió nervioso no queriendo hacer contacto visual con ellos.
"Lix..."
"Estoy cansado, iré a dormir, nos vemos mañana", interrumpió yendo a su habitación. Sus amigos lo conocen, han sido compañeros desde la secundaria.
Jeongin y Han se miraron. "Ocurrió algo", dijeron al mismo tiempo.
"Hay que acompañarlo a la próxima", habló Jisung y el pelinegro asintió comiendo.
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Three Virgins [Changlix]
Fanfic𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐋𝐈𝐗 · 3 vírgenes que ya no quieren ser vírgenes. ᝰ se recomienda discreción. ᝰ mención de varias parejas. © CloudsCL