11. Acepto

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Peter había desaparecido de pronto, _______ lo buscó por toda la escuela sin resultado alguno, estaba preocupada. Lo llamó sin éxito alguno, así que solo subió al auto con Joe, esperando que el regresara su llamada.

Al llegar a casa, notó que su padre aún no había vuelto, así que fue hasta Industrias Oscorp a buscarlo. Al llegar, la sorpresa la inundó, el lugar estaba totalmente vacío.

Subió hasta el laboratorio del doctor Connors y su padre, pero no encontró a nadie ahí o al menos eso pensaba. Notó que los sujetos de prueba ya no estaban, solo había un cristal roto.

— Señorita Edwards, que placer tenerla por aquí. ¿Busca a su padre no es así? — Connors la miraba fijamente, ella se asustó, pues notó que el tenía un aspecto febril, parecía enfermo.

— Si, es que no a vuelto a casa desde anoche. — ella hizo una pequeña pausa. — ¿Se siente bien doctor Connors?

— Perfectamente señorita Edwards, William y yo estamos trabajando en un nuevo proyecto, nos lo encargó el mismo Norman Osborn en persona.

— Oh, bueno, muchas gracias doctor, ¿puede decirle que me llame en cuanto pueda? — ella comenzó a caminar hacia la salida, sentía que algo no estaba bien.

— Yo le daré su mensaje, hasta luego señorita Edwards, cuídese.

_______ estaba confundida, su padre solía ausentarse mucho pero siempre la llamaba o al menos dejaba un mensaje. Decidió no darle más vueltas al asunto y esperar a que el la llamara.

— Vámonos Joe, mi padre no está aquí.

— Sabes que no tienes que preocuparte por el, ¿cierto? — Joe la miró por el espejo y ella le sonrió.

— Si, tienes razón. Vamos a casa, tengo mucha tarea por hacer.

Ambos regresaron a casa y la chica se fue de inmediato a su habitación, paso toda la tarde estudiando, hasta que oscureció, escuchó el sonido de unos golpes en su balcón y observó a Peter.

— Pasa. — dijo ella riendo mientras regresaba su vista a sus apuntes. — ¿Sabes? Deberías considerar entrar por la puerta como las personas normales.

El soltó una pequeña risa junto a ella. — No tienes que preocuparte, mi tío está en su casa hoy, no va a arrestarte.

— Es bueno saberlo. — él entró a la habitación por completo, soltando un fuerte suspiro, consiguiendo la atención de la chica por completo.

— Peter, por Dios, ¿qué te sucedió? — ella estaba extremadamente preocupada.

— Estoy bien, tranquila, deberías ver como quedo el otro. — trató de hacer un chiste, sin conseguir su objetivo, que era hacer reír a la chica. — El otro, en este caso es un lagarto gigante mutante.

— _______, cariño, estoy en casa, debo hablar contigo. — su padre tocó a su puerta.

— Papá, justo ahora no es un buen momento.

— Cariño, Marie te preparó un poco de pastel de chocolate y compré tu helado favorito. Vamos hija, se que estas molesta, pero amas el chocolate.

_______ corrió a abrir la puerta antes de que su padre dijera algo vergonzoso. — No papá, no quiero chocolate, tengo 17 años, ya no soy una niña.

— ¿Segura? La semana pasada hiciste que Marie te hiciera un chocolate caliente y un pastel del mismo. Además de que mencionaste que amarías vivir en un palacio hecho solo de chocolate.

— No era yo, estaba en crisis, olvídalo papá.

Cerró la puerta tras ella, pero se arrepintió en el momento, no había visto a su padre desde la noche anterior.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de Peter. — ¿Palacio de chocolate? Eso es muy dulce.

Ella le dio una mirada asesina y volvió a abrir la puerta, pensando en la excusa perfecta para que su padre no se acercara a la habitación en un buen rato.

— Lo siento papá, estoy teniendo un mal día, yo tengo unos cólicos horribles y quiero vomitar, estoy muy sensible, ya sabes. — su padre siempre había sido malo con estos temas y eso lo ahuyentaba fácilmente.

— Oh, yo si, si, lo entiendo cariño, llámame si necesitas algo, ¿bien?

— Gracias papá, te amo.

Cerró la puerta tras ella y corrió a ayudar a Peter a levantarse, lo acomodó en su cama y se horrorizó al ver las heridas en su pecho. Tomó unas toallas del baño, junto a su pequeño botiquín de emergencia.

— Aun no se vence la propuesta que te hice en la mañana. — dijo el tratando de aligerar un poco la tensión entre los dos, pues ella no lo había mirado a la cara desde que llegó, solo se limitaba a limpiar su heridas y vendarlas.

Los ojos de la chica se llenaron de lágrimas al escuchar su voz, el notó eso enseguida y tomó su rostro entre sus manos.

— Hey, no pasa nada. Estoy bien, mírame, solo son un par de rasguños. — trató de sonreír, pero la preocupación le ganó, nunca había visto llorar a una chica y en ese momento se dio cuenta que ver llorar a _______ era la peor sensación del mundo.

— Yo solo, Peter, no hagas esto, me muero de miedo de que algo te suceda. — el la acercó a el para besarla, pero ella no se lo permitió.

— No me va a pasar nada, mírame. — ella levanto la mirada hasta sus ojos. — Estaré bien, pero, debo detenerlo, le tengo que poner un alto porque fui quien lo creó.

_______ secó sus lágrimas y lo miro a los ojos sin entender. — ¿De que hablas?

— Yo resolví su ecuación, hice todo esto posible. Mi padre había trabajado toda su vida en eso, lo hizo en secreto y ahora sé porque, y porque esto es mi responsabilidad, yo debo resolverlo.

La chica lo miró, mientras el tomaba su rostro nuevamente.

— Oye, hey, vamos... Te llevaré a un lugar.

— Peter, no puedo salir de aquí, es tarde, si alguien me ve, mi padre me asesinaría.

— Nadie va a verte.

El se levantó de la cama para ponerse su traje nuevamente y caminó hasta el balcón, la chica llena de curiosidad lo siguió. Entonces, el la tomó de la cintura y se la llevó volando de ahí. Llegaron hasta lo mas alto del Empire State y la soltó para que pudiera maravillarse con la vista.

— ¡Wow! Es increíble, es maravillosa. — dijo ella mirando las luces de la ciudad mezclarse con la noche.

— Si, lo es. — el le dio la razón mientras la miraba fijamente.

— ¿Que? — ella le sonrió.

— Acepta ser mi novia o nos lanzó desde aquí. — el la abrazó de la cintura.

— ¿Que? ¿estas loco? — comenzó a reír.

— Si, probablemente. — respondió el mientras daba un paso hacia adelante, fingiendo que se lanzaría.

— ¡Esta bien, acepto! — gritó ella mientras reía.

El la besó profundamente, para después tomarla desprevenida y lanzarse. La chica se abrazó fuertemente a el, pasando sus piernas por su cintura, mientras el solo sonreía, disfrutando del momento.

Survivor •|| Peter Parker Y Tu ||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora