El cliché de Timothée.

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"Es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado"
|Alfred Tennyson.

Timothée era un chico como cualquiera, lo único que lo hacía especial entre los demás era la cantidad de sentimientos que podía expresar a través de las palabras, era un talento nato.

Desde que él chico de mirada esmeralda abrió los ojos por primera vez, sé maravillo con la cantidad de cosas a su alrededor, la curiosidad lo llevo a los libros y los libros lo llevaron a conocer nuevos mundos.

Para sus padres Timothée era un chico especial siempre lo fue, tenía esa increíble capacidad para hacer sentir bien a cualquiera, la mayoría decía que él era demasiado sentimental para ser un chico.
Pues la sociedad después de todo no podía aceptar a alguien diferente y él pelinegro entendió a temprana edad que no era culpa suya, más bien era culpa de los diminutos cerebros y las miradas expectantes de personas con pensamientos conservadores.

Lo entendió aquella tarde de otoño.

— ¿Timothée qué haces?

— Estoy escribiendo un poco, madre.

— Muy bien cariño, escribir te ayuda a desahogarte.

—  ¿Cómo?.

— A través de la letras puedes crear nuevos mundos y simplemente huir de la realidad.

— Pero mis compañeros dicen que escribir es para débiles.

— Cariño, ellos están muy equivocados, porque escribir es para valientes, las personas que tienen ese talento son unos guerreros al defender sus ideas sin temor a ser juzgado por ello.

— Tienes razón.

— Ahora vamos, la cena está lista.

Aquel recuerdo aún vagaba en sus memorias, como el único recuerdo valioso.

Los años había volado y con ello la ilusión del pequeño también, aquellos sueños que lo mantenían despierto durante las frías madrugadas, hacía tiempo que ya no estaban.
Aunque lo único que permanecía, era el gusto por leer y escribir todo lo que era capaz de mirar.

La vida desde aquella mirada era un paraíso total, un paraíso que mercería ser visto por alguien más.

Y eso tarde o temprano sucedería, él conocería al objeto de su aprecio a la persona con la que bailaria "La vie en rose", bajo la lluvia.
Porque siempre había sido ella, el sentido de todo.

— Timothée, vamos Alice y Ginger nos esperan para comer.

— Está bien madre.

— Tranquilo este lugar te encantará, se que una parte de ti se quedó en Francia, pero ya verás que le tomaras aprecio al lugar.

— Supongo.

Así era él un chico de pocas palabras, pero de muchos pensamientos.

A veces se sentía un poco fuera de lugar, sentía que era demasiado diferente y eso no era bueno.
Pero al final recordaba las palabras de su madre: "Lo raro es diferente, lo diferente es único y lo único es especial".

Tal vez tenía un poco de razón en ello.

📍Los quiero infinitamente.
Atte:persona escribiendo en cualquier parte del mundo.