Papá, ¿Quién fue mi mamá? [MPREG]

Un Caso de Amor

La mañana llegaba. Era una mañana con tormenta, mucha lluvia y rayos. Dazai siempre despertaba incluso antes de que la alarma de su celular sonara, y esta vez, no fue a causa de los rayos solares sino del fuerte estruendo de un rayo. Iba a levantarse, pero miró que su pequeña copia estaba muy acurrucado en él, abrazándolo y bastante cómodo. No podía levantarse cuando Daisuke estaba durmiendo muy tranquilo.

Suspiró.

— Dai... Es hora de levantarme... Tengo que ir a dar mis clases hoy.

Se separaba lentamente cuando Daisuke se acomodó y abrazó mejor, frunciendo un poco el ceño aun estando dormido. No lo dejaba ir.

— ¿Daisuke? Venga, papá tiene que trabajar para comer los dos. Sabes que no me gusta depender de mis padres. Los abuelitos ya hacen mucho con dejarnos vivir aquí.

Finalmente, Daisuke despertó y bostezó luego de abrir sus ojos. Recuperaba la poca visión que había en el dormitorio, y volvió a intranquilizarle el golpe de su padre. Lo observaba triste, y comenzó a derramar lágrimas.

— ¿Eh? ¿Qué tienes? ¿Te da miedo la lluvia?

Preguntó, mientras cubría con el cobertor a Daisuke y acariciaba su cabellera.

— Papi, eso duele mucho. ¿Abuelito Mori curó ya?

— Sí. Mamá me hizo curaciones anoche. Estaré mejor muy pronto, Dai.

— Papá. ¿Mami está muy alto en el cielo? Cuan-do llueve, Akusaguwa me dice que su mamá y mi mamá lloran por-que están muy feli-ces.

Dazai sonrió, al escuchar la manera en que su hijo llamaba a Akutagawa. También le pareció tierna la versión de su alumno sobre las madres en el cielo. Si tan hermosas se ven las lágrimas de quienes se han adelantado, cayendo en forma de lluvia, él quería tener esas lágrimas también y poder estar al lado de su amado Chūya Nakahara.

— Eso es verdad, Daisuke.

— Enton-ces, ¿mami llora, papá?

Dazai se quedó en silencio. Era un hecho de que no superaba ni parecía superar nunca la muerte de Chūya, y Daisuke le ponía las cosas más difíciles.

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Tiempo atrás...

Chūya y Dazai eran una pareja casada desde antes de decidir procrear. Después del nacimiento de su hijo, y desde que supieron que venía en camino, su vida era muy feliz. Esperaron con ansias la llegada de Daisuke para darle mucho amor y cariño. Era un niño deseado por los dos.

Tenían una familia hermosa y todo parecía ir de maravilla. Chūya pasaba tardes agradables en una mesedora, con Daisuke en sus brazos, muy acurrucado en él. Disfrutaba verlo, y más, si se parecía mucho a la persona que tanto amaba.

En ese tiempo, Dazai salía tarde de la universidad donde estudiaba para ser un profesor. Llegaba tarde a casa pero traía energía para darle ese amor de padre y esposo a su pequeña familia.

— ¡Estoy de vuelta, Chūya! ¿Tuvieron un lindo día? ¿Daisuke-kun fue buen niño?

Saludó amigable muy cerca de la mesedora. Chūya tenía a un Daisuke dormido en su regazo y no podía moverse mucho. No quería incomodar al bebé.

— Estoy feliz de verte, Dazai. Daisuke-kun se comporta excelentemente bien. Es una cosita tierna, hermosa, adorable, y me lo quiero comer.

La voz de Chūya era lo más cariñoso que Dazai podía escuchar tratándose del niño. Él no lograba imitar voces tiernas para un bebé, sólo usaba su voz normal, sin exagerar tanto como su esposo. Tenía la sensación de que a Chūya se le daba mejor dar mimos por ser madre del bebé, a diferencia de él que era el padre.

— Chūya, quiero ser tan cariñoso con Daisuke, así como lo eres tú pero... M-Me da algo de pena.

— ¿Qué dices? ¡Deja la pena, Dazai! Estamos nosotros dos, solos en nuestra casa. Eres el papá de Dai y tienes derecho a comportarte cariñoso si quieres. Este niño nos amará mucho, tanto, como nosotros lo amamos a él.

Su felicidad no duró mucho. Dos meses después del nacimiento de Daisuke, Chūya desapareció y todo parecía indicar que había sido víctima de un asesinato.

N/A: Detalles más adelante.

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Fukuchi sacó a Chūya al aire libre para que tuviera un baño con la tormenta. Era algo bastante peligroso, ya que podría caerle un rayo. Al estar solo, Chūya notó que su secuestrador había olvidado ponerle las cadenas y... Decidió ignorar su debilidad y usar toda la fuerza posible para escapar de ahí y buscar un lugar donde esconderse.

Lugar más cercano: una secundaria.

El agua estaba helada. Por suerte, la secundaria no estaba tan lejos y logró resguardarse en un cuarto abierto de cuatro paredes.

Su cuerpo temblaba del frío, no hallaba con qué cubrirse. Hasta que cierto jovencito se quitó su abrigo y lo puso sobre él, quien estaba en posición fetal sobre el suelo frío.

— ¿Hola? ¿Eres un estudiante de secundaria? Estás muy delgado.

Atsushi siempre era de los primeros en llegar. Ryūnosuke no tardó mucho en hacerlo también. Chūya volteó lentamente y negó con la cabeza.

— N-No... Soy un adulto... ¿T-Tienen médicos aquí?

Antes de escuchar una respuesta, quedó inconsciente.

Perdonen la redacción.
Que tengan linda noche <3