El Jardín

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Jessie me apresuraba a bajar las escaleras para subir al taxi. Iríamos a una reunión que su amigo de la infancia Gary Unwin, mejor conocido como Eggsy, daría en su nueva casa. Mi amiga me pidió que la acompañara porque después de casi cinco años sin verlo no sabría si sus antiguos amigos irían también o si serían reemplazados y de ser así no quería sentirse sola.

—¿Estás bien?— le pregunto al verla morder sus uñas

—Sólo son nervios. Han pasado tantos años y me sorprende que se acuerde de mí

—Me has contado que siempre fuiste un gran apoyo en su vida y que lo ayudaste en casi todo, así que tranquila— sonrió recordando los buenos momentos que vivió con él

Cuando llegamos, Eggsy nos recibió con una gran sonrisa y nos dió un pequeño tour de la casa. Era muy linda y elegante, probablemente la casa más elegante en la que había estado. Después, nos dejó en la sala con los demás invitados para que bebamos algo.

—¿Viste? Todo salió bien. Él no ha cambiado— Jessie asintió aliviada— ¿Jessie, quién es él? ¿Lo conoces?— le pregunto sin quitar la vista del hombre que acababa de entrar

—No. Es la primera vez que lo veo

Aquel hombre que llamó mi atención al instante llevaba un elegante traje azul marino, zapatos negros, corbata azul con líneas blancas y anteojos negros. Era la elegancia hecha persona.

—Es todo un sueño— pensé en voz alta

—Si, es muy atractivo— concordo mi amiga

—¡Mierda! Me miró— desvié la vista enseguida

—Tranquila, ya apartó la vista

—¿Crees que se haya dado cuenta?

—¿Qué estabas babeando por él? Yo creo que si

¡Mierda! Qué vergüenza.

Buena primera impresión.

Cállate conciencia.

—No sabes disimular cuando te gusta alguien

—Es que son pocas las veces que soy impresionada en segundos

—Les quiero presentar a alguien— dice Eggsy a mis espaldas. Estaba con aquel hombre. Me calmé e intenté fingir que nada pasaba— Él es Harry Hart, fue mi mentor y ahora lo considero casi como un padre

—Mucho gusto— nos saluda Harry con un beso en la mano

Que caballero.

—Ella es Jessie, mi amiga de la infancia y esta es su amiga Victoria Carter— nos presenta Eggsy con el apuesto hombre

—Bello nombre— me dice Harry haciéndome sonrojar

—Gracias— sonrío tímida

Cálmate, apenas lo conocemos y ya estás nerviosa.

—Es la verdad— dice y lo miro a los ojos. Son de un color café con chispas verde esmeralda, simplemente únicos

—¿Me ayudas a servir la cena?— pregunta Eggsy a mi amiga y ella acepta enseguida para no interrumpir lo que sea que esté pasando o quieren que pase entre Harry y yo

—Parece que nos dejaron solos a proposito— me atrevo a decir y Harry sólo asiente, entendiendo algo que yo no

—¿Desearías ir a caminar? Hay un bello jardín— acepto encantada y salimos

—¿A qué se dedica, señor Hart?—

Además de robar suspiros y miradas

—Por favor, dime Harry y tutéame— asiento— Trabajo en la sastrería Kingsman

—Eso explica el elegante traje

—¿A qué te dedicas, Victoria?

—Soy bailarina. Desde pequeña siempre fue mi sueño y tuve la suerte de tener unos padres que me han apoyado siempre

—Admiro a las personas que siguen sus sueños. Cuando era joven mi sueño era convertirme en lepidopterista y estudiar a las mariposas, pero tuve que enlistarme en el ejército

—¿Y por qué no seguiste tu sueño luego de la guerra?

—Porque tengo habilidades más útiles— sentía que me escondía algo, pero no quería meterte en su vida, así que sólo asentí y cambié el tema

—En verdad es muy bello aquí afuera— comento mirando el lugar

—Te lo dije— pausamos nuestra pequeña plática para admirar las diferentes rosas. Nos dirigimos a una banca frente a la fuente— No te muevas

—¿Disculpa?— pregunto extrañada

¡Nos va a besar!

—Te voy a dibujar

Y luego el beso

¡Oye!

Perdón

—Quédate en esa pose— sonreí un poco confundida, pero hago lo que me pide. Harry sacó una pequeña libreta de su bolsillo y un esfero y comenzó a dibujar— Terminé. Espero te guste— dice entregándome el dibujo luego de veinte minutos

—¡Vaya, Harry! Es muy hermoso

—De saber que hoy encontraría a mi Mona Lisa, hubiera traído un lienzo— siento mis mejillas sonrojadas

—Llevaré el dibujo conmigo siempre— digo y lo guardo en la funda transparente de mi móvil

Harry y yo platicamos un poco más acerca de nuestras vidas. Admito que me sorprendió que tenga cincuenta años por lo bien que se ve, por otro lado, a él parecía no importarle mucho que me dobla la edad.

Jessie me mandó un mensaje para que vayamos a cenar así que tuvimos que dejar el jardín y nuestro pequeño momento juntos para volver con los demás.

La cena estuvo deliciosa y el ambiente era genial, pero lo que más me gustó fue sentir la mirada de Harry sólo en mí y ver como la desviaba cuando se encontraba con la mía. Era como si estuviéramos pasándonos notas en secreto.

—¿Me concederías este baile?— me pregunta extendiendo su mano. Yo acepto con una gran sonrisa

Sus manos fueron directo a mi cintura y mi corazón se aceleró más cuando pegó su cuerpo contra el mío, pues era una balada romántica que estábamos por bailar. Empezamos a girar y a bailar. Teníamos química en esto y creo que en todo. Alcé mi vista y me encontré con esos ojos chocolate con menta brillando al verme. Harry sonrió tiernamente abriendo paso a sus hoyuelos y eso fue todo para mí. Había caído.

***
—Tranquila, Victoria. Yo cuidaré a Jessie— dice Eggsy tomando a mi ebria amiga en sus brazos para llevarla a una de las habitaciones— ¿Puedes ponerle esto, por favor?— me da un camisón y se voltea para no ver

—Me disculpo por ella. No suele beber así— dije al terminar de vestirla

—Tonterias. Me alegra que se haya divertido— dice Eggsy alegre

—¿Victoria?— volteo y encuentro a Harry en la puerta de la habitación— ¿Estás bien?— pregunta preocupado

—Sí. Es mi amiga, pero mañana estará bien— asiente aliviado

—Si deseas puedo llevarte a tu casa— me sonrojo y Eggsy sonríe de oreja a oreja. Se podría decir que estaba orgulloso de su amigo

—Claro, gracias

Enamorada de un KingsmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora