Enamorada de un Kingsman

Anillo

—Harry, discúlpame por haberte llamado en la condición en la que estaba. Seguramente estabas ocupado en algo importante– le digo al entrar a su auto

—No tienes porque disculparte. Tienes razón, Kingsman se ha convertido en mi vida y no quiero que siga siendo así

—Pero, eres feliz en eso. Recuerdo tu orgullo cuando me platicabas tus logros

—Ir a misiones y salvar el mundo sin que nadie lo sepa se volvió una rutina– dice y noto en su voz el cansancio y fastidio de no ser reconocido como se lo merece— Quiero ser lepidopterista y que todos conozcan mis estudios y descubrimientos. Me lo merezco, Victoria.

—Pero, Ha...

—Ya lo estuve pensando y tu llamada fue lo que necesitaba para tomar mi decisión final– dice sin dejarme hablar— En cinco meses renunciaré y me dedicaré a ser lo que siempre quise– lo miro y pienso en todo lo que me está diciendo

—Estoy muy feliz y orgullosa por ti– le sonrío sinceramente y él me agradece con otra sonrisa

¡Dios, sus hoyuelos!

—A mi también me ale... alegra que seas feliz de nuevo con Bill– esas palabras me volvieron a la realidad

—Gracias– es lo único que digo y un silencio nos invade— ¿Eso era lo que querías hablar conmigo?

—Sí, eso es todo– asiento

—Bien, entonces supongo que el café ya no es necesario y que ahora volveré a mi departamento

Harry, por favor detenme, dime que me amas y que quieres empezar de nuevo.

—Sí, claro. Debes tener cosas que hacer. Gracias por escuchar, Victoria

—Siempre lo haré, Harry– se acerca para besar mi mejilla y salgo de su auto

***
Habían pasado cinco meses desde la conversación que tuve con Harry en su auto. Cada día lo extrañaba menos y mis sentimientos por Bill crecían un poco más.

Las cosas iban en serio con Bill. Ambos habíamos conocido a la familia del otro y hablamos de matrimonio como algo seguro y cercano. Me emocionaba la idea de verme entrando al altar con mi bello vestido de novia y luego ir a Grecia para la luna de miel.

Hoy era un día soleado, lo cual era muy raro en Londres, por lo que Bill propuso ir a un bosque y hacer un picnic junto al lago.

—¿Segura que no va a huir?– me pregunta dudoso al verme con la intención de soltar el collar del Sr. Brown

—No, tranquilo. Él sabe que puede ser peligroso si se aleja mucho

—Oh, es un conejito muy listo– acaricia su lomo y lo suelto

Mi pequeño orejón comienza a oler el pasto y las flores y da pequeños saltos curiosos por el paisaje nuevo

Bill y yo comenzamos a armar el picnic y luego de terminar la comida nos sentamos a leer bajo la sombra de un gran árbol.

—Ire por el Sr. Brown, debe tener hambre y sed– dice Bill y se levanta. Luego de varios minutos lo veo llegar con mi mascota en brazos pero alarmado

—¿Qué pasó?– pregunto levantándome y acercándome

—El Sr. Brown tiene su pecho lastimado– lo tomo en mis brazos y lo alzo para ver su pecho, pero no encuentro ninguna herida, en su lugar encuentro un anillo atado a un collar al rededor de mi mascota

—¿Bill?– le pregunto nerviosa
El saca el anillo y se pone de rodillas

—¿Quieres casarte conmigo, Victoria?– mis manos van a mi boca y lo miro sorprendida

—Sí– respondo y Bill pone el anillo en mi dedo y me besa

Una semana después organizamos una cena en la casa de Bill, perdón en nuestra casa, para contarle a nuestra familia y amigos la noticia. Todos estaban muy felices por nosotros y no podía sentirme mejor con todo lo que estaba pasándome ahora.
Harry ya era mi pasado.

***
—No sé que vestido usar, todos son muy hermosos– le digo a Jessie al ver por décima vez las fotos de mis opciones

—El cuarto me gustó mucho– dice

—También estaba pensando en ese y en el segundo... y en el séptimo y el primero y en todos– mi amiga rio

—Esto va a ser difícil

—Y mucho– suspiro y continúo viendo los pros y contras de los vestidos, pero soy interrumpida por una llamada inesperada— Hola, Eggsy

—¡Victoria! Gracias a Dios contestas

—Perdón, eh estado ocupada ¿Todo bien?

—Es Harry, te necesita

—¿Qué le pasó? ¿Lo hirieron?– pregunté preocupada

—Ven a Kingsman y te explicaré todo

—Llego en veinte minutos– cuelgo. Me levanto de la cama y tomó mi abrigo de prisa

—¿Qué pasó, Vicky?– pregunta Jessie

—Algo le sucedió a Harry y debo ir a Kingsman ahora– digo rápido y tomo las llaves de mi auto

—Bien, si necesitas algo avísame

Salgo de la casa y llego en tiempo récord a la sastrería. Eggsy me recibe y me cuenta que Harry estaba en su última misión, pero las cosas se complicaron y le dispararon.

—¡¿Le dispararon?! ¡Mierda!– digo asustada y más preocupada que nunca

—Le dieron en el ojo izquierdo, pero eso no es lo peor, Harry no recuerda que es un agente secreto, ni como me conoció, ni nada. Sólo habla de volver con su madre y de mariposas. Eres nuestra última esperanza, Victoria

—¿Qué puedo hacer yo?

—Hablale de su relación y lo que sintió por ti, tal vez así recuerde quien es– tomo aire y niego con la cabeza— Sé que puede ser incómodo, pero hazlo por favor

—Lo intentaré

Eggsy me lleva a la puerta de la habitación donde estaba Harry. Me desea suerte y se marcha.
Dudo en entrar, pero finalmente lo hago. Harry estaba sentado en la cama leyendo un libro y al notar mi presencia me mira de pies a cabeza intentando saber quién soy.
Tenía un parche en su ojo izquierdo y vestía ropa deportiva, no parecía él.