Suya

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—Insisto en que sea formal, así que, ¿quieres ser mi novia, Victoria?— abre una pequeña caja que tenía un collar dorado con la letra H

—Ni siquiera tenías que preguntarlo— me lanzó sobre sus labios y él corresponde mi beso y luego me coloca el collar con su inicial

—¿Vamos a bailar?— pregunta al terminar la comida

—Sí

Me lleva a la pista con poca luz y junta su fuerte cuerpo contra el mío. Comenzamos a bailar y nos dejamos llevar por la música. Sentía que estábamos los dos solos. Me sentí como Cenicienta cuando baila con el príncipe por primera vez. Se que es infantil, pero no pude evitar imaginarlo.

-—Es hora de irnos— lee mis pensamientos porque los pies ya no me daban más— Sácate los zapatos— me dice y lo miro dudosa— Puedo notar que te duelen los pies— hago lo que me pide y él se agacha para tomarlos y veo que se empieza a sacar los suyos

—Harry, no hace falta que me des los tuyos. El auto está cerca

—No quiero que te lastimes con algo y además no me importa caminar en calcetines por ti— sonrío y me pongo sus grandes zapatos

En el camino a mi departamento, la mano de Harry fue directo a mi pierna derecha y apretó mi muslo. Sentí como una electricidad recorría mi cuerpo y mordí mis labios. Él lo notó y sonrío de la manera más sensual que jamás haya visto.

Este hombre me va a matar.

—Gracias por esta noche— digo cuando llegamos

—Gracias por tu presencia— besa mi mano

—¿Quieres quedarte a dormir?— pregunto tímida y nerviosa

—Sí, por favor— dice como si estuviera deseando la pregunta

Luego de prepararnos para dormir, nos acostamos en mi cama y Harry me volvió a rodear con sus reconfortantes brazos. Yo huelo su embriagante perfume y me relajo con los tranquilos latidos de su corazón.

—¡Sr. Brown!— dice Harry exaltado— Me diste un susto

—Oh, disculpa. A veces se sube a la cama y duerme conmigo— digo prendiendo la lámpara de mi mesa de noche

—Estaba a punto de dormir y sentí una mordida en mi brazo

—No seas celoso— le digo al Sr. Brown y lo tomo en mis brazos para acomodarlo a mi lado

—Lamento decirte que ya no eres el único hombre en su vida— dice Harry y reí

—Buenas noches, Harry— le doy un beso

—Buenas noches, cariño

¡Lo dijo! ¡Lo dijo!

Me sorprendió gratamente que me diga así, por lo que le di otro beso acompañado de un "Descansa, cariño"

***
Ya era viernes en la noche y me encontraba en el vestuario junto a mis compañeros preparándonos para la presentación. Me sentía más nerviosa de lo normal porque Harry asistiría y realmente quiero impresionarlo.

El telón se abrió y la música comenzó a sonar.

Tranquila, tú puedes. Todo saldrá bien.

Cuando terminamos la presentación, la luz iluminó al público que estaba de pie aplaudiendo. No pude ver a Harry y eso me entristeció.
Volví a vestuario para cambiarme de ropa, pero tocaron la puerta.

—Adelante

—Buenas noches, Victoria— volteó y veo a Harry con un elegante traje gris y un ramo de girasoles

—¡Harry!— digo feliz y me lanzo a sus brazos para besarlo— No te ví en la audiencia

—Se presentó un inconveniente de último momento en el trabajo y me retrasé. Discúlpame

—Lo importante es que llegaste— vuelvo a besarlo ¡Dios, podría besarlo todo el día! Es jodidamente adictivo

—¿Desearías ir a cenar?— acepto. Harry esperó afuera a que me cambiara y salimos

La cena estuvo llena de risas y anécdotas. Después, Harry me invitó a su casa. En el camino iba llena de nervios porque posiblemente hoy sería la noche que tanto eh deseado desde que lo conocí. Inevitablemente no podemos no fijarnos en el físico cuando conocemos a alguien y deseé a Harry desde que lo ví. Él abrió la puerta de su casa y entré. Era muy acogedora y elegante.

—Es lindo, ¿cierto?— dice y se quita el abrigo

—Bastante— respondo

Harry toma mi mano y me lleva a la habitación. Veo que la cama tiene un corazón hecho con pétalos y hay algunos globos dorados en el techo.

—No quería ser muy cursi, pero tenía que ser especial y no pude evitarlo— dice avergonzado

Awww cosita.

—Es perfecto— digo sonrojada

Siento sus besos en mi cuello y un escalofrío recorre mi cuerpo. Me retira con delicadeza el vestido y lo deja a un lado de la cama, él se quita la ropa y yo lo miro atónita por su exquisita figura. Su piel blanca y su fino, pero fuerte cuerpo lo hacen el hombre más perfecto que jamás había tenido. Me recuesta sobre los suaves pétalos y se coloca encima mío para besar cada centímetro de mi piel. Sentía como mi clítoris comenzaba a despertar al igual que su miembro que ya rozaba contra mi vientre.

—Dios, Harry— gemí al sentir sus dedos explorando mi zona y se deshizo rápido de mis bragas

—Eres perfecta, Victoria— diceal retirar mi sujetador. Miró mi cuerpo desnudo con fascinación, haciéndome sentir más caliente y deseada que nunca. Retiré su última prenda para liberarlo— Si quieres que me detenga lo haré, solo pídemelo

—Harry, hazlo— le suplico desesperada

Mierda. Harry era grande y me costó acostumbrarme a su tamaño. Cuando él notó que ya estaba cómoda empezó a moverse lento, pero profundo.

—Ha... Harry más— le pedía entre gemidos y él aumentó su ritmo

—Móntame, Victoria— dijo con la voz más ronca de lo normal y me excitó escuchar esas palabras de su educada boca inglesa

Mordí mi labio y cambiamos de posición, ahora yo estaba arriba moviéndome rápido y sacándonos gemidos.
Estaba llegando a mi límite y Harry me pidió que lo mire. Su mirada estaba llena de deseo que eso bastó para venirme seguida de él. Me abrazó contra su pecho y nos quedamos así hasta que nuestras respiraciones se regularon.

—Te quiero— digo y me sonrió

—Yo te quiero más, mi ángel— no sé por qué me llamó así y no le pude preguntar porque lo tenía besándome de nuevo

—¿Listo para otro round, Sr. Hart?

—Sólo si usted está lista, Srta. Carter— sonreí sonrojada y continuamos con la apasionante y romántica noche

Enamorada de un KingsmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora