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Los nervios se adueñaron de mi cuando entramos a la casa de Eggsy. Inevitablemente busqué a Harry con la mirada, pero no tuve éxito.

—Gracias por venir— dice el cumpleañero abrazándonos

—No te fallaríamos— contesta Jessie y le entrega el regalo a Eggsy. Era el nuevo álbum de su banda favorita

—Muchas gracias, chicas. Diviértanse— nos dice sonriendo y se pierde entre la gente

—Buenas noches, Victoria— volteo sonriendo y me encuentro con Bill. Mi sonrisa desaparece. Esperaba que fuera Harry

—Hola, Bill

—Cada día estás más hermosa— toma mi mano y la besa

Bill me invitó un trago y acepté. No presté mucha atención a sus aventuras en Estados Unidos porque estaba concentrada en seguir buscando discretamente a Harry con la mirada.

—¿Y qué tal tus ensayos con el grupo de danza?— pregunta sacándome de mis pensamientos

—Todo bien— respondo automáticamente

—¿Hay fecha para poder ir y verte?

—El sábado en la noche. Te espero ahí— sonríe y toma mi mano

—Vamos a bailar

Narra Harry

Debido al trabajo, llegué un poco tarde a la fiesta de Eggsy. Cuando entré a la mansión pude ver que la mayoría de invitados ya estaban bebiendo y bailando. Localicé rápido al cumpleañero y le entregué su regalo, era una foto de ambos esquiando luego de terminar exitosamente una misión en Italia, junto con una dedicatoria que expresaba mi orgullo por el gran hombre en el que se ha convertido. Él con algunas lágrimas y una sonrisa genuina me agradeció con un fuerte abrazo y luego charlamos hasta que ví a Victoria en la pista de baile. Mi pulso aumentó y mis pupilas se dilataron. Lucía tan preciosa en ese corto vestido celeste que opacaba a las demás.

—¿Harry, estás prestando atención?— pregunta Eggsy dando unos chasquidos cerca de mi cara

—No, disculpa. Me distraje

—Creo saber la razón— mira en mi dirección— Se ve muy bella

—Demasiado— sonrío mientras la veo bailar, pero mi felicidad no dura al ver como un hombre la toma de la cintura y susurra palabras en su oído haciéndola reír— ¿Quién es él?

—Bill, un viejo amigo mío y de Jessie

—No me gusta como la está tocando. ¿Quién mierda se cree?— digo evidentemente molesto

—Harry, cálmate— me pide Eggsy y termino mi whisky en tiempo récord— ¿Por qué no sales a tomar aire?— acepto y me dirijo al jardín. En el camino alguien choca conmigo y derrama su bebida en mi traje

—Mierda. Lo siento tanto

—¿Victoria?— la jóven alza la mirada

—¡Harry!— dice sorprendida— Ho... hola

—Hola, Victoria— sonrío suave y ella igual

—Discúlpame. No te ví— intenta limpiar con una servilleta mi chaqueta mojada

—No te preocupes. Le pediré a Eggsy que me preste una— asiente aliviada— Luces perfecta esta noche— comento al poder verla mejor. Sus mejillas se sonrojan y me siento esperanzado de que mis palabras aún causan efecto en ella

—Gracias. Tú luces igual de bien que siempre, aunque estés cubierto de vodka— reímos y nuestras miradas chocan

—Pensé que ibas al baño— dice el tal Bill saliendo de la nada y arruinando el momento

—Iba, pero torpemente regué mi vodka en Harry

—¿Lo conoces?

—Sí— dice un poco incómoda

—Harry Hart, soy amigo de Eggsy y también de Victoria— extiendo mi mano a Bill y la estrecha firmemente

—Bill Richardson, un gusto— sonrío hipócritamente al igual que él

—Bill, debo hablar un momento con Harry. Luego te buscaré, ¿de acuerdo?— dice Victoria y me sorprende gratamente que quiera hablar conmigo

—Bien— responde Bill de mala manera y llevo a Victoria al jardín

Narra Victoria

—Soy todo oídos— dice Harry sentándose en el mismo banco donde me dibujó cuando nos conocimos. Lo imito

—Quiero saber cómo estás. Noté que bajaste de peso

—Oh, si. Estuve ocupado en una misión, pero nada de que preocuparse ¿Tú cómo estás?

—Normal

—El Sr. Pickle te extraña y al Sr. Brown

—¿Y tú me extrañas?— la pregunta se escapa de mi boca y maldigo en mi mente

—Cada día más— responde sin pensarlo dos veces y una lágrima cae de mis ojos— Sé que también me extrañas, Victoria

—Lo hago. Sigo pensando en todo lo que sucedió ese horrible día y... no fue tu culpa— más lágrimas salen. Él toma mi rostro entre sus manos y un escalofrío recorre mi cuerpo

—No debí perderte de vista ni un segundo— veo tristeza en sus preciosos ojos avellana— ¿Entonces, podemos intentarlo de nuevo? Esta vez te cuidaré como debí hacerlo y hasta más— sus dedos bajan a mi boca y cierro los ojos unos segundos

No, Harry— le digo con todo el dolor de mi corazón— No me siento segura y el miedo de que me suceda algo malo de nuevo sigue en mi mente— él asiente con algunas lágrimas escapando de sus ojos y luego besa mi frente

—Aquí estaré siempre para ti y espero volver a tenerte a mi lado. Te amo, Victoria— dice y entra a la mansión. Yo me quedo un momento más para limpiar mis lágrimas y fingir que no pasó nada

—¿Todo bien?— pregunta Bill al verme entrar de nuevo

—Estoy cansada, creo que ya me voy a casa

—Te llevaré

—No te preocupes. No quiero que te pierdas la fiesta de tu amigo por mi

—Ya vendrán más fiestas. Vamos

Tomo mi abrigo y me despido de Eggsy, no sin antes volver a desearle un feliz cumpleaños. Me despido de Jessie, quien me dió ánimos para dar un paso más con Bill.

Doy un último vistazo entre la gente, pero no lo encuentro por lo que supuse que ya se marchó.

—Gracias por traerme— digo a Bill cuando estaciona el auto frente a mi edificio

—Cuando quieras— se acerca con la intención de besarme, pero muevo mi cabeza

—Adiós, Bill— salgo del auto y entro a mi departamento. Sólo quería dormir para ver si en mis sueños ya no pienso en Harry

Enamorada de un KingsmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora