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Blair

— No no no y no

— Vamos Joyce, no seas así —Iba diciéndole mientras la perseguía por uno de los pasillos, y Erza a mí—

— Blair tiene razón, somos dos contra uno, ganamos por mayoría

— Esto no es una democracia —Joyce se detuvo en seco, girando sobre uno de sus talones para mirarnos— Se trata de supervivencia y auto conservación

— La auto conservación es aburrida —Dijo Erza—

— Y la supervivencia necesaria —Saltó Joyce suspirando— Si sale mal alguna de las 3 podríamos quedar deformes de manera irreversible o incluso crear efectos secundarios perjudiciales en nuestro cuerpo a largo o corto plazo

Erza me miró.

— ¿Eso sigue siendo un no? —Yo le asentí con la cabeza y ella bufó, regresando a Joyce— Vamos, será divertido, imagina en que animal podríamos convertirnos, no seas tan aguafiestas, por favor

Joyce apretó los labios, pensando unos segundos.

— ¿Sabes todo lo que hay que hacer? —Asentí nuevamente—

— Una podría hacerlo primero, luego las demás, para estar seguras —Propuse, fijándome en Erza, quien echó el cuerpo hacia atrás—

— ¿¡Porqué yo?! —Exclamó exaltada—

— ¡Tú aceptaste!

— ¡Pero fue tu idea!

— ¡Pero tú aceptaste

— Ya cállense las dos —Ordenó Joyce, ligeramente fastidiada— Lo haremos las 3 y listo, Blair —Cruzamos miradas en cuanto me llamó— ¿Cuando sería?

— En cuánto reúna todo lo necesario, en cantidades necesarias, si te puedo pedir un favor, consigue tres frascos medianos y piensa un lugar seguro donde ponerlos antes de la tormenta ¿Si?

— Creo que lo mejor será sobre la estantería que hay al lado de la ventana, en nuestras habitaciones —Respondió y todas estuvimos de acuerdo— Yo me encargaré de los frascos y la crisálida de polilla, ustedes del rocío

— ¿Y las hojas de mandrágora? —Dudó Erza—

— Yo las consigo en clase de Herbología con la señora Sprout, no te preocupes por eso

— Muy bien, veamos qué tal sale esto —Sentenció Joyce con una sonrisa traviesa que nos contagio a Erza y a mí antes de separarnos—

Una vez lejos, vimos que había mucho alboroto en el salón del gran comedor, y fuimos a ver qué pasaba, Erza habló con uno de sus amigos y este le dijo que, al parecer, el Cáliz había elegido a Harry como uno de los participantes para el torneo, aunque Cedric ya había sido elegido, además de ser menor al límite de edad establecido por el Ministerio, y eso, bueno, no fue muy bien recibido por nadie, cada vez que Potter recorría el castillo todos lo miraban con cierto odio, envidia o desdén, sin entender el porqué.

Con el paso de los días todo se volvía más complicado, pues el torneo estaba por comenzar y nadie apoyaba a Harry excepto Granger, y aunque odio estar de acuerdo con ella en algo, yo también.

— ¡Harry! —Me lo encontré antes de salir por uno de los pasillos hacia la plaza, luego de hablar con Ron— Escuché lo que pasó con el Cáliz y eso, la verdad me parece que lo que están haciendo todos es muy injusto, y me gustaría hacerte saber que te apoyo

Él sonrió débilmente.

— ¿Me creerías si te dijera que yo no puse mi nombre? —Asentí— Es bueno saber que al menos alguien sigue confiando en mí

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⏰ Última actualización: Feb 15, 2022 ⏰

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𝘿𝙚𝙪𝙙𝙖 𝙋𝙚𝙣𝙙𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚 ➵ 𝘿.𝙈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora