Llegué a mi casa.
Me preparé macarrones y comí.
Iba a subir arriba cuando llaman a la puerta.
Voy a abrir y era Dani.
-Joder Oviedo. ¿No te cansas?
-No.-Dijo pasando sin permiso y tocándome el culo.-Lo único que quiero es que vuelvas a gritar mi nombre como ayer. Me pones mucho.
-No Daniel.
-Sí Adriana.
-No...
-Sí...-Me susurró y me tocó el culo.
-Joder Dani...
-Venga Adri, lo estás deseando.
-Que no.-Dije y le empujé para que saliera fuera.
Cerré la puerta y subí arriba.
En verdad me pone, y mucho.
Tengo muchas ganas de follar con Daniel, pero no, dijimos un polvo y nada más.
Me metí a la ducha y dejé que el agua caliente callera sobre mi cuerpo.
(...)
Me levanté.
Eran las 7:40.
Mierda, llego tarde al instituto.
Me levanté y me vestí.
Me maquillé un poco y salí de mi casa.
Llegué al instituto y llamé a la puerta de clase ya que llegaba tarde.
-¿Se puede?-Pregunté abriendo la puerta.
-Adelante.-Contestó el profesor de lengua.
Me senté en mi sitio y saqué los libros.
-Creía que no ibas a venir.-Me dijo en susurro Dani.
-Déjame Oviedo.
-Me pone que me llames Oviedo.-Dijo tocando mi muslo.