Prólogo: La fiesta.

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Era de noche, los mejores amigos Taehyung y Jungkook de 15 años estaban bailando y saltando al compás de la música en una fiesta. Quizás era demasiado pronto para probar el alcohol pero el ambiente se apropió de sus actos.

La mirada almendrada del castaño distaba de la oscura y penetrante del moreno.

—Jungkookie, no creo que esto sea buena idea — habló un temeroso Taehyung, mirando su vaso con característico color azulado.

Jungkook bebía de su propio vaso con una celeridad que asustó a su amigo. Apartandole la bebida de la boca.

—Venga Tae, no seas aburrido y bebe, esto es lo mejor que he probado.

La música les invadía a ambos los sentidos y pronto con alcohol atravesando sus venas comenzaron a moverse al compás de la música.
La cercanía entre ellos había sido normal desde que se habían conocido a muy temprana edad. 

Y ahora mismo estaban en su primera fiesta.
Jungkook tenía contactos con los más mayores, dado su popularidad pudiendo así acceder a fiestas de tal calibre.
Taehyung por su parte era mucho más reservado y callado. Su lugar seguro era la biblioteca, los libros y los lugares que transmitían paz. Sin duda la fiesta a la que su amigo le había invitado no tenía nada de eso.

Pero seguía bebiendo de ese líquido azulado que quemaba su esófago a medida que invadía sus sentidos.
La música se hizo más pausada y ambos se acercaron como si de magnetismo se tratase.

Taehyung sentía un mareo considerable mientras trataba de enfocar a un extasiado Jungkook delante de él. Si alguno de los dos lo estaba disfrutando no era él mismo.

Pero sus sentidos se pararon cuando Jungkook se acercó hasta su oído para susurrar algo.

—¿Lo estás pasando bien? —preguntó con una profunda voz a causa del alcohol.

A Taehyung se le erizó todo el vello de la nuca, básicamente porque Jeon había rozado el lóbulo de su oreja a cada palabra que había pronunciado.

Incapaz de soltar palabra optó por asentir con la mirada mientras sentía el calor de su amigo contra su cuerpo. Porque después de esa pregunta todavía se quedaron más pegados.

Jungkook cerró sus ojos, bailando al compás de la canción, moviendo sus caderas mientras el ambiente en la fiesta cambiaba drásticamente. ¿O era entre ellos?
No le importaba en demasía, pues estaba con su amigo, divirtiéndose con él por primera vez en una fiesta.
Taehyung se preguntó si todas las fiestas a las que Jungkook asistía eran así.

El castaño seguía los movimientos corporales de su amigo, rozándose las caderas cuando se desincronizaban, encendiendo lugares de su cuerpo que debían estar tranquilos.
No estaba en sus cinco sentidos y Jungkook tampoco, de modo que sin mucho pensarlo desechó la tosca y tórrida idea que se le había formado en la mente.

Ambos acostumbraban a dormir juntos algún fin de semana, ya que su amistad había sido tan pura que ninguno de los dos tenía problemas con ello, pero con la llegada de la pubertad todo estaba cambiando.

Tae se sobresaltó cuando sintió las tibias manos de su amigo rodeando su cintura. Y lo siguiente que notó fue la frente de Jungkook chocando contra la suya, quedando así por unos largos segundos en los que el castaño se sintió desfallecer.

La cercanía de Jeon jamás había sido algo que le había incomodado en los largos años de amistad, pero algo parecía cambiar en él desde hacía algún tiempo. Su cuerpo reaccionaba de otra forma cuando se duchaban juntos, cuando compartían la misma cama, cuando le veía sonreír mientras veían películas de terror a altas horas de la noche.

ᴏᴜʀ ꜱᴇᴄʀᴇᴛ | ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora