La Cabaña: Parte IV

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Taehyung quería poner tierra de por medio, y bastante. Puesto que lo acontecido la noche anterior lo estaba atormentando y machacando. No debía haberlo hecho, había sido algo prohibido. Jungkook ya no era nada suyo, y lo cierto era que no podía dejarse llevar de esa forma. No cuando estaban en juego y peligraban sus sentimientos.
Porque se había admitido a sí mismo que el chico le atraía sexualmente y haber comprobado la noche anterior cuánto, le había asustado.

—Taehyung-ie, buenos días —dijo Jimin mientras preparaba tostadas y café.

El castaño se acercó al grupo, con el estómago cerrado y sin apetito.

—Buenos días —dijo a media voz, como si quisiera empequeñecer y hasta cierto punto desaparecer del mapa.

Porque aquello le iba a perseguir de por vida.
¿En qué momento sus instintos más primitivos y profundos habían empezado a dominar su cordura y raciocinio?
Jungkook apareció por la puerta, despeinando su cabello mientras bostezaba.
Trató de no mantener contacto con el pelinegro, de que no notase esas mejillas sonrosadas que auguraban por destapar una vergüenza que le atormentaba.

—¿Se te han pegado las sábanas? Tienes pinta de haber dormido realmente mal, amigo. —Yoongi le dio una palmada en la espalda, mientras Jungkook miraba de reojo a Taehyung. Buscando alguna evidencia en su mirada.

Pero el muchacho seguía evitando tanto mirarle, como su cercanía.

Las primeras horas del día pasaban sin mayor preocupación, puesto que decidieron irse a la piscina y jugar a ahogarse de manera amistosa.
La cabeza de Jimin estaba totalmente dentro del agua mientras Yoongi le daba unas cariñosas aguadillas. Pero cuando salía a flote, se aferraba al pelimenta de una manera tan cariñosa que hizo que Taehyung sonriera de ternura.

—¿No te metes Taetae? —pronunció su amigo mientras tosía. Viendo como el castaño se sentaba en el borde de la piscina y sumergía sus piernas.

—Prefiero relajarme —dijo, y eso era cierto, ya que su mente seguía en la noche anterior.

Pero lo que vio no le permitió cambiar el rumbo de sus pensamientos. Pues Jungkook apareció con un bañador que se ceñía a su esbelta silueta, dejando poco a la imaginación, mientras su trasero se dibujaba a la perfección en esa fina tela negruzca.
Taehyung tragó saliva, y discretamente apartó la mirada cuando el pelinegro se echó sensualmente el cabello hacia atrás.
Jamás había visto sus tatuajes tan expuestos y tampoco había podido percibir la belleza de éstos.
El chico tenía tatuado todo su brazo derecho. Adornando su suave piel blanquecina, dando un contraste a ojos de Taehyung, precioso.

—Taehyung, ven al agua conmigo —pidió Jackson mientras ponía ambas manos en los muslos desnudos del castaño. Momento que no pasó desapercibido por Jungkook.

Empujó su lengua en el interior de su mejilla de forma inconsciente mientras veía a su ex-amigo patalear el agua con gracia mientras no apartaba las manos del chico. Aquellas piernas ahora desnudas eran demasiado tentadoras para él. Y sin motivo aparente ahora no quería que Jackson estuviera manoseando dicha zona.
¿En qué momento las piernas de Kim le habían parecido tan bonitas y hasta cierto punto sensuales?

Ajeno a aquella situación estaba un tímido Taehyung. Sonriendo levemente al muchacho que ahora lo tomaba de la cintura para atraerlo al agua en contra de su voluntad.

—No, no —decía amable mientras sonreía, tratando de no ser descortés —prefiero estar fue...

—¿No ves que no quiere meterse en el agua? —alegó Jungkook, acercándose hasta su posición y empujando sutilmente a Jackson. Sentándose cerca de Taehyung.

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2022 ⏰

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ᴏᴜʀ ꜱᴇᴄʀᴇᴛ | ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora