Explicaciones

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Taehyung trató de tranquilizarse en brazos de Jimin. Moqueando mientras hipaba del llanto.

—¿Cómo es posible? —balbuceó a duras penas mientras acompasaba su respiración.

El rubio no tenía respuestas para su amigo. Pues el azar y el destino le estaban poniendo en sus narices a alguien que deseaba lejos.

—Taehyung…. —llamó intentando que se calmase — ese chico ha salido de la habitación hace unos minutos, vamos a desempacar tus cosas.

Sabía que debía hacerlo y aunque no era una tarea que deseaba, tener a Jimin allí le reconfortaba. Porque su mundo se había venido abajo y su raciocinio estaba pendiente de un hilo.

—¿Qué vas a hacer?

—Hablaré con el decano para un traslado de dormitorio —puntualizó calmado, mientras metía de nuevo su ropa.

Jimin sopesó la idea, y supo de antemano que no lograría su cometido, pues antaño varios estudiantes lo habían intentado, quedando todo en intentos fatídicos.

—Tae, el decano no va a cambiarte de dormitorio, ya se intentó el año pasado y básicamente nos ignoraron. Lo siento mucho.

El castaño se quedó abatido mientras dejaba de plegar su pulcra ropa y se sentaba en la cama, abrazándose las piernas y sopesando miles de ideas.

—Siempre puedes lanzarlo por la ventana —masculló Jimin mientras calculaba la distancia hasta el suelo —es bastante alto.

Taehyung sonrió por primera vez desde que había visto al moreno. Las bromas de su amigo siempre le habían calmado los nervios en momentos de catástrofes.

Jungkook por su lado estaba en uno de los baños comunes que había por el campus. Temblando y con los ojos inyectados en terror. Kim Taehyung. Tendría que convivir durante un año con la persona que había rechazado no una vez, sino cientos de veces en el pasado, simplemente porque no supo controlar un estúpido impulso cuando lo tuvo muy cerca.

Desde aquel momento se dijo a sí mismo que fue fruto del excesivo alcohol que había ingerido, dadas las circunstancias quizás habría besado a cualquiera. 
Pero había sido su mejor amigo, y le había respondido al beso tan entusiastamente como él.

Todavía recordaba la electricidad que sólo había sentido en ese momento. Él no era gay, jamás se había sentido atraído por hombres y había tenido decenas de chicas suspirando por sus huesos.
Pero con Taehyung fue todo tan diferente, quizá el ambiente o quizás las circunstancias hicieron que todas las alarmas de Jungkook saltasen. Porque había disfrutado el beso, porque siguieron besándose por largos segundos. Porque no era algo que vagamente pudiese quedarse entre amigos. Pues había un trasfondo oscuro en el cual no se atrevía a indagar.

Quizás demasiado confuso consigo mismo, antaño trazó una línea inquebrantable con su mente. Jamás volvería a hablar con Taehyung. Y su cometido había sido pulcramente llevado a cabo hasta ahora. Justo cuando el destino le ponía al susodicho en su vida.

—Eres una mierda Jeon Jungkook —se dijo, mirándose al reflejo mientras sacudía la cabeza.

Lo había visto colgado del cuello de otro chico, y aunque no debía importarle lejos estaba de creérselo, quizás porque ese abrazo se asemejaba demasiado a los que ellos se daban de niños. Abrazos cargados de ternura.

Seguramente Taehyung no había tardado en reponer el vacío que había dejado su amistad y eso le quemaba por dentro. ¿Qué le pasaba? Él mismo buscó ese final.

Mucho más calmado se encontraba el castaño, organizando por fin sus cosas y dejando la habitación medianamente organizada.

—Solo hay un baño…. —dijo Tae, mirando la puerta entreabierta.

ᴏᴜʀ ꜱᴇᴄʀᴇᴛ | ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora