Mi hermano ¡es mi alfa! [KookTae]

௮°₊· ⛺️ ⸙ Capítulo 23

Después que Jeon Dae se retirara definitivamente de la vida de Jungkook y no volviera jamás como debió haber sido desde un principio, Jungkook no tuvo nada de ánimos esa semana.

Su madre junto a su tía Jiyun volvieron unos días después al departamento, enterándose por Taehyung que ese alfa fue a atormentar la vida de los menores, haciendo enojar a ambas omegas en demasía.

Había pasado una semana y alfa no daba signos de querer salir de su habitación, no le abría la puerta a nadie, no fue a recibir a su madre o a su tía cuando estas llegaron de aquel viaje, y cuando Taehyung le tocaba la puerta para conversar se escuchaban los sollozos del alfa al otro lado de la puerta, haciendo que tanto Taehyung como su lobo lloraran en silencio.

Todo estaba tan bien hasta que su "padre" vino a joderlo todo.

Esa tarde era un sábado donde el omega se había quedado en el departamento mientras su madre y su tía se iban a comprar algunas cosas para abastecer su refrigeradora.

El pequeño castaño iba de un lado a otro muy pensativo, no sabiendo si debía tocarle la puerta a jungkook o seguir dándole su espacio tal y como su madre dijo, pero eso ya no era una opción, extrañaba mucho a su alfa, sus caricias, sus sonrisas, esas palabras reconfortantes que solo él sabía decirle, tantas cosas de las cuales ya no ocurría entre ellos. Del cuarto del alfa se podía percibir un notable aroma a tristeza, era como si la llegada de su padre hubiera hecho que afrontara su pasado.

Cosa que Jungkook detestaba porque estaba mucho mejor ignorando el pasado, el abandono de sus padres y que estos mismos lo dejaran a su suerte.

Lo trataron como una basura y eso era algo que no iba a pasar por alto.

Mientras el castaño estaba dando vueltas por toda la casa, en otro punto del departamento, exactamente en la habitación de Jungkook, este dormía encima de una almohada con grandes signos de estar empapada por la lágrimas de este mismo, desde que por primera vez conoció a su padre de alguna manera hizo que tanto él como su lobo cayeran en una terrible tristeza—de la cuál—no sabían cómo alejarse.

Bueno, sí lo sabían perfectamente, necesitaban del aroma y presencia de Taehyung pero Jungkook era alguien muy orgulloso, no quería ir con el omega y que este notara el aspecto que ahora tenía el alfa.

No era una de dejadez, no nada de eso, más bien emanaba tristeza en su ser y eso era algo que no quería demostrarle a su omega.

Taehyung finalmente se decidió, y dejando la ansiedad de lado, fue a tocarle dos veces la puerta del alfa, esperando que este estuviera despierto o con ganas de recibir a alguien en su cuarto.

No mentiría, se sentía nervioso, hace una semana no sabía nada de él y eso lo estresaba, no era dependencia emocional era amor, preocupación por no saber nada de una de las personas a las que más amaba.

Su alfa

Estaba metido en su pequeña ensoñación cuando escuchó cómo la puerta era abierta lentamente, mostrando entre ella a un chico con la piel pálida, portando una camiseta gris y un pantalón del mismo color.

Se tapó la boca para evitar que se escucharan los sollozos que quería sacar, Jungkook, su alfa estaba muy deprimido y cansado.

Sabía que no era el momento, pero no le importó en lo absoluto y se impulsó para abrazar al mayor.

Su cuerpo al estamparse con la del alfa hizo que le brindara una cálida sensación.

Cuando se dio cuenta que su abrazo no era correspondido se mordió la comisura de la labio para evitar sollozar, si él era una persona muy sentimental, pero justo en ese momento sintió cómo alguien lo sostenía suavemente por la cintura, escondiendo su cabeza en el cuello de este y sintiendo poco a poco cómo su camiseta se iba empapando con el llanto del alfa pelinegro.

Dejando todo de lado, lloró, lloró muy fuerte, era muy injusto que su madre les brindara tanto amor a ambos para que no sintieran el vacío paterno como para que un completo desconocido venga a arruinarlo todo por que sí, porque eso era para todos ellos, un completo desconocido.

Se recriminaba a sí mismo por dejar que ese hombre entrara a su casa, sentía que él era el causante de las lágrimas del alfa, y hasta cierto punto, hizo que sintiera temor por pensar que Jungkook opinaba lo mismo.

Pero sentía el abrazo tan cálido que creía que nada había cambiado entre ambos.

Se alejó un poco del pelinegro para encararlo y finalmente, preguntarle cómo se sentía.

Al momento de alejarse Jungkook este volvió a abrazarlo, pero esta vez, juntando sus labios en un beso tierno, juntándose así una que otra lágrima propinada por parte de ambos chicos.

Jungkook decidió que era tiempo de alejarse un momento de Taehyung y finalmente dijo:

—Por favor Taehyung sácame de esta tristeza, no merezco sentirme así por alguien que nunca valió la pena, por favor cariño sácame esa tristeza de encima. —Jeon lo tomó por los hombros sin ejercer mucha para que sus miradas se conectaran.

Taehyung no respondió, pero en su lugar, asentía repetidamente mientras volvía a abrazar a Jungkook, dejando que sus cuerpos poco a poco cayeran al suelo siguiendo con el abrazo e ignorando totalmente la presencia de dos omegas que los observaban desde una esquina, evitando llorar fuertemente y que interrumpieran el momento de la pareja.

Porque sí, ambas omegas desde hace minutos habían vuelto a la casa, presenciando tan bonita escena entre ambos. pero no buscando interrumpirlos.

Les impresionó cómo ambos buscaron solucionar el tema del padre de Jungkook conversando, otra pareja seguro ya estarían peleando por no haberse dirigido palabra hace una semana.

Pero ellos no, ellos se abrazaron y buscaron refugio entre sí mismos.

Ambas omegas sabían que no solo era amor entre los humanos no, de hecho, hace mucho ya habían intercedido sus lobos.

Y sabían que ellos como sea siempre iban a buscar la manera de estar juntos.

Porque ambos, omega y alfa se amaban demasiado, demostrándolo no solo en palabras como muchos.

Sino en actos, en actos llenos de pureza.