Mi hermano ¡es mi alfa! [KookTae]

௮°₊· ⛺️ ⸙ Capítulo 26

—Y bien Tae, ¿cuál el motivo de esta salida? —preguntó el rubio, adentrándose a la enorme plaza a la cual su amigo lo había traído.

—Quiero que me ayudes a encontrar el regalo perfecto para Jungkook y ya sabes—el omega jugó con sus manitos—También para el bebé...—respondió con un leve sonrojo en sus mejillas al mencionar a su cachorro, el cual sacando cuentas, no debía pasar de los dos meses.

—Me vas hacer llorar —sonrió en grande—Voy a ser el primero en comprar los regalitos para el niño o niña, que desde ya te aviso que seré el tío malcriador.—

Taehyung soltó una fuerte carcajada antes de entrar junto al omega a una tiendita donde vendían ropa de bebé, si bien es cierto aún no sabían si su bebé sería niño o niña, tenía planeado hacerle una gran sorpresa a Jungkook para darle la noticia que estaba cargando cargando con un cachorro suyo.

Un bonito cachorro que llevaría por apellido el apellido del alfa

Y ya se había enamorado desde ese instante de aquel detalle.

—Jungkook...

—No lo entiendes, estoy nervioso por eso.—

—Jungkook....

—Sé que soy un cobarde pero no se cómo proponérselo—dijo dando vueltas por su habitación, casi golpeándose la frente con la pared.

—Jungkook.....

—Y si él dice que...

—Jeon Jungkook —Hoseok lo observó con mala cara—Te callas y dejas que te aconseje o te lanzo por la ventana y Taehyung se quedará sin prometido antes de que siquiera le pidas matrimonio.—

Jungkook reaccionó negando con la cabeza, sentándose al lado de este para después lanzarse a la cama, suspirando fuertemente cuando su cuerpo sintió la calidez que emanaba las sábanas.

—Mañana es su graduación—añadió—¿El plan sigue en pie Jeon?—

Este se sentó rápidamente, mirando a cierto punto en su habitación antes de dirigir su mirada al beta.

—Estoy nervioso hyung, ¿qué pasa si no soy lo suficiente bueno para Taehyung?, ¿qué pasa si no seré un buen alfa para protegerlo?—el alfa sintió cómo algunas lágrimas amenazaban con querer escapar.

—Pero qué cosas dices —sorprendido—amigo eres un excelente alfa, desde que te conozco sé de tu amor incondicional hacia Taehyung, muchísimo antes que supieran que no eran hermanos, siempre lo protegiste y cuando aceptó que lo cortejaras te volviste aún más dedicado con tu omega—el beta le brindó una cálida.

—No te vuelvas a referir de esa manera hacia ti kook, si Taehyung hubiera estado aquí mínimo te agarraba un buen rato por la oreja—bromeó—

—Me creas o no, estoy seguro que así habría reaccionado —el pelinegro ríe ante la imagen mental que se hizo.

—¿Me parece o estaban hablando de mí?—preguntó Taehyung, quien se encontraba recargado en la puerta con una sonrisa en su rostro.

Ambos pegaron un salto, pero luego de verificar rápidamente que el dueño de esa voz era taehyung, el beta no quiso interrumpir el momento entre la pareja y se retiró de la casa, despidiéndose con ambos de camino a la puerta principal.

—¿Me dirás de qué hablaban o no?—preguntó divertido—

—Nop—sonrió haciendo refunfuñar el castañito—

—Tonto alfa—dijo haciendo un puchero, el omega se entrometió entre los fuertes brazos del alfa, escabulléndose y soltando feromonas al estar envuelto en un cálido abrazo con este.

Jeon correspondió al instante, dirigiéndose a la cama que estaba frente a ellos aún con el cuerpo de taehyung pegado al suyo, tomándolo por los muslos antes de cargarlo y posicionarlo en esta.

—Te amo Taehyung —dijo Jungkook entre susurros—

El castaño ronroneó gustoso, impregnado involuntariamente sus feromonas en el cuerpo del alfa, noqueándolo levemente a él ya su lobo por unos segundos. El lobo del omega muchas veces daba signos de ser un omega dominante.

Era un omega dominante o tenía complejo sobre protector con este...

—También te amo Jungkookie, y mucho—este respondió dándole un besito en la nariz del alfa antes de separarse y abrazarlo por la cintura, durmiéndose junto al alfa a los minutos.

El alfa sintió que había reunido las fuerzas suficientes como para proponerle algo tan importante al omega.

Con solo pensar su reacción y la carita de felicidad que pondría el omega, hizo que le dieran unas inmensas ganas de repetirle cuánto lo amaba a cada momento.