Baje a la cocina donde ya se encontraban mis abuelos y Mirta quienes ya estaban sentados en la mesa.
— Que bueno que ya bajaste hija.– hablo mi abuelo.
— Bueno, ya podemos empezar a desayunar toma asiento cariño.– dijo mi abuela con una sonrisa.
Hice lo que pidió y agache la mirada, aún que ya había cubierto el moretón con maquillaje tenía la sensación de que lo podían ver.
Mire mi plato que ya se encontraba en la mesa y que tenía fruta junto con un pan tostado y enfrente un baso de jugo.
— Tn_ –hablo mi abuela y la mire. — ¿Quieres acompañarnos a ver a Ania? – no tenía ni idea de quien sería Anna.
— ¿Quien es?
— Es una buena amiga mía, la conozco desde la adolescencia.– dijo sonriente.
Bueno, no quiero ir por qué uno: tengo un enorme moretón en la cara que en cualquier momento se llegaría a notar, está lloviendo se puede correr el maquillaje y se verá mi moretón.
Y dos: si es amiga de mi abuela a de ser una persona mayor y sería algo muy aburrido ir, prefiero quedarme mejor.— Me quedaré abuela, tengo algunas tareas pendientes por hacer.– dije comenzando a comer la fruta que tenía en el plato.
— De acuerdo cariño, Mirta se quedará.– hablo mi abuelo.— por si necesitas algo.
Asentí.
[...]
Terminamos de desayunar y mis abuelos se fueron con la tal Ania mientras yo me quedé a ayudarle a Mirta a recoger las cosas de la mesa, aún seguía pensando cómo es que aparecieron los rasguños y moretones.
— Si gusta puede retirarse señorita.– hablo Mirta sacándome de mis pensamientos.— Yo puedo terminar de recoger.– me sonrió.
— De acuerdo Mirta.
Salí de la cocina y comencé a deambular por la casa, que pensándolo bien no conocía del todo, ya que no pasaba mucho tiempo en ella. Después de caminar un rato por la planta baja encontré una puerta que me llamo mucho la atención, nunca había entrado ahí así que decidí hechar un vistazo.
La habitación estaba oscura, y al parecer tenía una escaleras, busque el apagador y cuando por fin lo encontré encendí la luz y me di cuenta de que era un sótano.
— ¡Woow! – dije y comencé a bajar las escaleras.
Había demasiadas cosas, muebles, instrumentos musicales, juguetes y hasta algunos libros.
Caminé entre las cosas y me agache para tomar un libro que estaba tirado que me llamo mucho la atención, cuando lo tuve en mis manos sacudí el polvo que tenía y lo abrí, era un álbum de fotos de mi familia, comencé a ver las fotos, en ellas mostraban los rostros de mis abuelos cuando eran jóvenes. También estaba mi papá y junto a él otras personas que no lograba reconocer, cerré el álbum y lo deje a un lado. Habían muchos premios de los 80s y también discos de oro.
— Eras un gran cantante.– dije mientras tomaba un premió.— Y mira todo termino arrumbado aquí.– observé el Grammy que había recibido.
Seguí caminando y encontré un misterioso libro que por alguna razón se me hacía conocido. Intenté leer el título pero por la poca luz que había era imposible leerlo. Lo abrí y pude ver imágenes, tome mi celular y encendí la lámpara para poder ver de qué trataba.
Mi sorpresa fue bastante grande.
— ¡Oh por dios! – dije cubriendo la boca con mi mano.— ¡Es Christopher!
Este libro era una copia del que me había hablado Andrea, acerca de las leyendas del pueblo.
El ruido de unos libros que cayeron me asustó, y pude escuchar claramente la respiración de alguien.
No estaba sola.
Salí corriendo con el libro, tenía bastante miedo, alguien estaba en el sótano de mi casa y sabía que no era algo bueno.
.............................
¿Porque creen que los abuelos de la rayis tengan una copia del libro que se llevó Christopher?
Espero que voten y comenten <3
A...

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Hijo de la luna [Christopher Vélez y tu]
FanfictionLa leyenda que nadie quiso contar... La vida de Tn_ Basteri es sumamente normal, la típica vida de una chica de 19 años que sólo busca ser alguien en la vida, decidió estudiar en la universidad la carrera de filosofía. Todo iba bien hasta que Baster...