Roommate | Hyunin

epílogo

5 años después.

Ambos salían con sus manos entrelazadas, mientras sus amigos y familiares los esperaban fuera para tirarles arroz y con las cámaras listas para capturar uno de los momentos más importantes de sus vidas.

Jeongin y Hyunjin habian contraído matrimonio por civil, oficialmente estaban casados. Hacía dos años se habían graduado y querían subir de nivel, decidiendo que ya era momento de unir sus vidas hasta el final de los tiempos. Me gustaría decir que hubo una propuesta romántica de por medio, pero en verdad fue algo que salió esporádico luego de una de esas noches dónde solo las sábanas y las paredes de su cuarto eran testigos del amor que se tenían, donde se entregaban al otro. Al terminar, ambos dijeron "cásate conmigo", lo que hizo que ambos se mirasen sorprendidos con los ojos abiertos en demasía por la sorpresa y la coincidencia, luego estallaron en una gran carcajada, para terminar con una sesión de besos interrumpida por una que otra lágrima que bañaba sus mejillas por caer en cuenta que se casarían con el amor de sus vidas.

5 años después de la boda.

Los gemidos salían de la boca de Jeongin, quien intentaba amortiguarlos con el dorso de su mano atrapado entre ambas hileras de sus dientes, las estocadas de Hyunjin eran cada vez más profundas y rápidas, estableciendo un ritmo que los invitaba a perder la cordura, las paredes de Jeongin atrapando el miembro de Hwang de una manera que obligaba al mayor a morder su labio inferior para evitar despertar al bebé que dormia en la habitación de al lado. Solo bastó unos movimientos más para que ambos alcancen el climax, Hyunjin en el interior del menor y Yang manchando el abdomen de ambos con su esencia.

Y como si estuviera programado, el llanto del bebé se extendió como eco desde la habitación vecina hasta la propia. Ambos suspiraron cansados, pero la paternidad llamaba y ante ello no había nada que hacer.

—Iré yo, amor, tu puedes limpiarte.—dijo Hyunjin antes de retirarse de encima del ahora peliazul, no sin antes depositar un dulce beso en la frente del menor.

Jeongin suspiró algo cansado por el reciente orgasmo y porque la paternidad le resultaba sumamente agotadora a veces, pero la segunda vez era sumamente más llevadera que la primera. Aún recordaba el día que adoptaron a su primer hijo Jungwon, hace un año.

Se habían mudado a una linda casa un poco apartada de la ciudad, disfrutaban del silencio alejados del ajetreo diario, aunque les fue difícil dejar el departamento donde todo había empezado y que por tantos años los había acompañado. Al pasar los años sentían un poco de soledad en la espaciosa casa, poseían un hermoso jardín que sin duda gritaba poder ser usado más que como el hobby de Jeongin para cuidar de sus flores. Eso y la llegada del nuevo miembro de la familia Lee había hecho que ambos se imaginaran como sería tener un niño corriendo por el gran espacio verde, acompañando a Jeongin cuidando de las flores o jugando con Hyunjin bajo el brillante sol de la tarde. Luego de mucho pensarlo, fueron al mismo orfanato en el que Minho y Jisung habían adoptado a Sunoo. Fue inevitable no caer ante la simpática sonrisa y bellos hoyuelos de Jungwon, desde un primer momento aquel pequeño les robó el corazón, y supieron que aquel pequeño niño era todo los que necesitaban para completar su pequeña familia, así como él los necesitaba y los observaba con ojitos soñadores en cada visita de los mayores al lugar.