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El crujir de la hoja de papel, además de los sollozos por parte de la niña eran lo único que se escuchaba en la habitación, sus lamentos no eran más que disculpas inconscientes por ser una deshonra para la familia tan famosa del pueblo que poseía dones increíbles, ella en cambio, no tenía.

Las lágrimas brotaban de sus ojos y lentamente corrían por sus mejillas hasta su barbilla para terminar cayendo en la hoja de papel, volviéndola aún más delicada y obligando a la pequeña a ser aún más cuidadosa.

Pero...¿Por qué lloraba?

La respuesta era el no haber recibido un don y haber pasado toda aquella vergüenza frente al pueblo, las miradas de confusión y lastima que iban todas dirigidas a ella la incomodaban y pronto hicieron que le dieran ganas de llorar; finalmente escapó de aquella muchedumbre y entró a su habitación para ahora encontrarnos en el momento en que narro la historia.

Y una pregunta más que debe estarse formulando en su cabeza creo que es "¿Por qué juega con papel?" A esa respuesta llegaremos más adelante.

La hoja de papel comenzaba a cobrar forma, las alas y las antenas ya estaban hechas, solo faltaban un par de detalles.

Una vez que ya estuviera hecho, Mirabel contempló la bonita mariposa de papel que acababa de hacer, una mariposa un poco mal hecha, mojada por las lágrimas, y aguada, pero muy bonita.

Se levantó del rincón de su habitación y subió a su cama para ponerse de pie en esta y alcanzar un mural con dibujos de su familia y posibles dones que ella hubiera podido obtener de no ser por..... Aún no había una respuesta clara para ello.

Tomó un trocito de cinta y pegó la mariposa con esta al mural, sonrió levemente, ya no se sentía tan triste por no haber recibido un don, la mariposa acababa de llevarse su dolor, era la mejor sensación que había tenido hasta ahora después de aquella decepción.

- gracias mariposita - agradeció la pequeña aún admirando la figurita de papel, pasó suavemente los dedos por las alas de esta y con la mano sobrante, pasó el antebrazo por debajo de su nariz - te lo agradezco.

Había hecho la mariposa de papel con el fin de distraerse en algo más que no fuera su tristeza y dolor, y las mariposas eran su insecto favorito, perfectas para ayudarla.

En aquel momento, Julieta, la madre de la niña entró a la habitación, junto a su padre, Agustín, ambos corrieron a abrazar a su hija y se sentaron al borde de la cama aún con ella en brazos.

- lo lamento tanto mi niña - se disculpó Julieta al separarse de aquel largo y reconfortante abrazo - no sabíamos que esto iba a pasar.

- si Mirabel, lo lamentamos mucho - dijo su padre tomando a la pequeña por las mejillas para verla a los ojos, tal fué sus sorpresa al ver que los ojos de su hija apenas si se veían hinchados por el llanto y ya no se veía triste.

- está bien, no pasa nada - dijo Mirabel con voz tranquila y serena, dió una sonrisa sincera a sus padres.

- ¿Estás bien mija? - preguntó su madre la notar aquella falta de tristeza por parte de su hija, la sentó en su regazo y la abrazó como a un bebé.

- si mami, estoy muy bien - respondió la oji-marron como si nada de lo anterior hubiera ocurrido.

- ¿No estás triste? - preguntó desconcertado su padre. Ella negó con la cabeza.

Los mayores se vieron de soslayo, extrañados porque su hija ya no se sintiera triste, si hacía tan solo unos momentos no había recibido un don y escapado de la multitud con lágrimas en los ojos.

- estoy bien mamá y papá - insistió la menor con una sonrisa dulce.

- ¿Segura? - preguntaron ambos al unisono.

𝐌𝐚𝐫𝐢𝐩𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐏𝐚𝐩𝐞𝐥 | Encanto AU | Two-shot | Mirabel Madrigal ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora