Capítulo 1. "Resaca"

52 8 1
                                    

Había un silencio más que completo en el pueblo, silencio de domingo a las 11 de la mañana.
Harry estaba profundamente dormido, pero Louis estaba despierto, con los ojos cerrados, y se preguntaba por qué no había seguido durmiendo considerando que habían salido la noche anterior.

Ni siquiera se escuchaba al panadero.
Para esa hora, debería pasar por la puerta de su casa a dejar los pancitos saborizados que su abuela solía comprar.

Raramente, estaba bastante regio. No le pesaba ni le dolía la cabeza por culpa del alcohol, no le dolía el estómago, no se sentía tan cansado entonces por eso decidió levantarse.
La casa estaba en completo silencio, la puerta de la habitación de Tanner estaba cerrada.
Desde anoche no veía a su hermano, lo había perdido en el medio del boliche y no lo había encontrado, entonces, por las dudas; chequeó que el menor estuviera ahí. Y si, dormía plácidamente, casi en la misma posición que Harry.

Pasó por la habitación de sus abuelos, Tita y Marcos, y notó que la puerta estaba abierta y la cama tendida, dedujo que a esa hora habrían salido a la feria para conseguir pescado, o quizá, fueron a buscar harina para que su abuelo haga sus famosas pastas.

La sorpresa se la llevó cuando llegó al living, ahí vio algo que no se esperaba. Un séquito de borrachos que solía llamar amigos.

“Al final si me hizo algo el alcohol, no me acuerdo que haya vuelto con todos a dormir acá" pensó, distinguiendo que realmente estaban sus 5 amigos.
Sam, Dana, Florence, Andrew y Ross.

Levantó los hombros. Eran amigos desde toda la vida, la infinitud era más corta que su amistad, y además, todos se habían quedado a dormir en la casa del ojiazul más de cien veces, sus abuelos ya estaban más que acostumbrados.

Él se dispuso a hacerle el desayuno nada más a Harry, preparo un café logrando espuma gracias al batidor eléctrico, pisó una palta arriba de un pan integral y encima le sirvió un vaso de agua con una pastilla efervescente contra la resaca. Cuando volvió a su habitación, encontró al rizado sentado.

—Buen día, Hache. Pensé que ibas a seguir durmiendo. —habló bajito, cerrando la puerta a sus espaldas.

—Sentí cuando te fuiste. Me late la cabeza, ¿sabes? no voy a tomar más.

Louis negó con la cabeza, mientras apoyaba la bandeja con el desayuno en la mesita de luz.

—Eso te dura hasta que volvamos a salir. –sonrió. — Te conozco, Harry.

El nombrado bufó y tomó primero el vaso de agua.

—¿Los chicos siguen durmiendo?

—Sí, no me acordaba que se habían quedado.

—Vos les dijiste. Hasta les prometiste invitarlos a comer pastas con tus abuelos hoy.

Louis intentaba recordar, pero por alguna razón, su cabeza anhelaba un solo recuerdo.

Un beso, algunas carcajadas, varias caricias. "Esto nunca pasó"

Cierto. Eso nunca pasó.

love, Louis. | LS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora