CAPÍTULO 9

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Harry no dejaba de pensar en Ginny mientras estaba en Albania buscando cualquier cosa relacionada con la prima de Sirius. Por más pistas y datos que tuvieran simplemente no la encontraban. Harry veía cada vez mas preocupado a Sirius sobretodo cuando recibía la lechuza diaria que le enviaba Remus con una nota. En una ocasión Sirius simplemente la aventó y salio frustrado, Harry aprovecho para leerla y se extraño que solo dijera "aun nada de ninguno de los dos" ¿Cuáles dos? Ellos buscaban a tres: Bellatrix, Narcisa y Draco pero ¿A quien buscaba Remus y porque Sirius se ponía cada vez mas preocupado y nervioso, a veces hasta con miedo?

Mientras tanto Ginny ya se había resignado a que Harry ahora era un hombre casado. Quiso ver el lado positivo de las cosas: al menos así podía fingir más que ella prefería a Draco y que era una mortifaga. Los pocos momentos que estuvo con Harry sentía que sus fuerzas se debilitaban y no quería caer tal como le había pasado con Victoire. Pero con solo ver sus ojos verdes que tanto amaba, verlo preocupado por ella y llamarla Ginny hacían que quisiera caer rendida ante él. Tenia que sacarse esos pensamientos de la cabeza hasta que Draco regresara por ella.

Ya había pasado un mes y aun no sabia nada de Harry y para su mala suerte el clima empezaba a cambiar. Una noche simplemente no podía dormir por la tormenta que estaba exactamente arriba de ella. Escuchaba y sentía el viento cada vez mas fuerte y no sabia si la tienda iba a resistir. Lo único que le quedaba hacer era cubrirse hasta la cabeza con la única cobija que tenia, como si fuera una niña que le tenía miedo a los relámpagos y a los truenos.

Pero eso no había sido lo peor, después de la tormenta a los pocos días empezó a bajar considerablemente la temperatura para darle paso a una nevada. Ginny había recolectado algunos pedazos de leña al ver que cada día hacia más frío pero no eran suficientes porque no sabía hasta donde podía alejarse, así que opto por poner la chimenea solamente en las noches y durante el día aguantar el frío. No tenía más que una cobija y toda la ropa que le había llevado Harry era de verano, ni siquiera una blusa de manga larga tenia.

Su única compañía era un radio que lo ponía a todo volumen para tratar de no pensar que tenía frío. A veces se reía de la ironía de la vida: ella que había pasado por una guerra y vivido en medio de mortifagos, iba a morir de hipotermia o de una pulmonía.

Ya cansado Sirius decidió regresar a Londres. Habían encontrado la casa de la dichosa prima Violeta pero sin rastros de nadie. Después de registrarla completamente y buscar hasta en la basura cualquier cosa que les ayudara a saber más, no había nada.

- Recojan todo y me lo llevan a mi oficina, nos vemos en Londres – les dijo Sirius y desapareció.

- Cuando sea jefe voy a hacer exactamente lo mismo – le dijo Ron – pero ahora me toca a mi la friega.

- ¿Qué cuenta Hermione en su carta? – le pregunto Harry para platicar de algo mientras recogían sus cosas.

- Nada nuevo. Bueno solo que se adelanto el mal tiempo, hace mucho frío en Londres y que al parecer en Escocia cayo una fuerte tormenta y esta nevando mucho ¿Recuerdas la tienda de acampar que dejamos en las montañas de Escocia? Seguramente ya ni ha de estar o ha de estar completamente destrozada – le dijo Ron riéndose.

- Rápido Ron, tenemos que irnos.

- ¿Por qué? – se extraño Ron al ver el cambio drástico de comportamiento de su amigo.

- Es que…no se cerré las ventanas de mi casa.

- No te preocupes seguro Hermione lo hizo.

- No creo – Harry estaba muy preocupado por Ginny y recogía todo muy rápido, quería llegar a verla.

𝑳𝑨 𝑬𝑺𝑷𝑰́𝑨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora