𝑳𝑨 𝑬𝑺𝑷𝑰́𝑨

CAPÍTULO 15

Después de que todos los Weasley estuvieran en la habitación con Ginny llegaron Draco, Sirius y Remus para hablar con ella. Tenían que encontrar a Bellatrix a como diera lugar. Entre los cuatro pensaban en diferentes lugares en donde pudiera estar escondida. Ginny les había pedido que le dieran una varita y así ella la podía encontrar en cuanto Bellatrix la llamara pero nadie estuvo de acuerdo, Ginny aun estaba muy débil y no sabían que plan tenía Bellatrix al momento de su llegada.

Dos días después Draco fue a visitar a Ginny, Sirius pasaba casi todo el día en el cuartel y se sentía muy solo. Ningún Weasley le prohibió la entrada en la madriguera, aunque a Harry no le parecía mucho la idea.

- ¿Cómo sigues? – le pregunto Ginny.

- Ya estoy completamente bien, Melanie es una excelente sanadora.

- ¿Nada mas una excelente sanadora? – le pregunto sonriendo.

- Si ¿Por qué esa sonrisa Weasley?

- Por ahí me contaron que llego a curarte con un pastel de manzana.

- Si y ella lo hizo.

- Así la traes.

- Gin tu mamá… Malfoy – dijo Harry serio al ver a Draco sentado en la cama frente a Ginny.

- Hola mi amor ¿Cómo te fue en el cuartel?

- Bien, tu mamá quiere saber si vas a comer aquí o quieres bajar.

- Mejor comemos abajo ¿te quedas a comer Draco?

- No, no quiero molestar.

- No vas a comer solo en la casa de Sirius. Mi amor dile a mi mamá que Draco se queda a comer con nosotros.

- Esta bien iré a decirle pero en seguida regreso.

- Potter esta celoso – le dijo Draco después de que Harry bajara dejando la puerta abierta.

- Si y se ve guapísimo.

- Listo, Molly nos llamara cuando la comida este lista ¿de que hablaban? – se sentó Harry a un lado de Ginny.

- De lo guapo que te ves cuando estas celoso.

- Yo nunca diría eso – dijo Draco con cara de asco.

- Melanie le llevo pastel de manzana a Draco.

- Publícalo – Ginny soltó una carcajada y Harry sonrió mas tranquilo.

- Es muy buena chica.

- Y créele a Harry él se iba a casar con ella.

- Tal vez Potter y yo podamos tener una larga conversación sobre Melanie.

- Claro pero la tendrían llenos de mocos en la cara.

- No tienes varita Weasley – le dijo Draco.

- Pero tengo uñas y puños y no sabes lo bien que se me da dar patadas, así que les iría mejor con mocos a que tuvieran su larga conversación con moretones y varias vendas en el cuerpo.

- Suerte Potter.

- Gracias.

- Draco – llego Sirius agitado - ¿Tu madre alguna vez te dijo que la casa de tus abuelos paternos tenia un ático mágico?

- No ¿Por qué?

- Revisamos tu casa y encontramos información de casa de los padres de Lucius Malfoy, unos planos de un ático junto con los hechizos necesarios para que sea mágico.

- ¿Cómo la sala de menesteres? – pregunto Harry.

- Algo parecido.

- Recuerdo muy poco esa casa, no me gustaba ir porque – volteo a ver a Ginny – olía mucho a humedad.