5. La Abuela

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Estos hechos ocurren entre que Jules se tira por la tubería y Kosse despierta tras huir de Diego y Hana.

JULES

Caigo por una gran tubería. Tengo una sensación claustrofóbica durante la caída, pero por fin salgo de esta, que me había servido de tobogán hasta llegar al agua.

—¡Andrew! ¡Andrew!

El agua estaba turbia, parecía que estábamos en una alcantarilla. Había latas flotando y también cajas. 

Nado hasta que encuentro suelo, lo que me permite salir del agua. En un pasadizo veo tres de linternas de las que solo una funciona, la cojo y sigo llamando a Andrew.

—¡Andrew!

Alumbro con la linterna. Solo veo ropa muy sucia tirada en el suelo y cajas. Me encuentro con un gusano extraño de color negro que intenta ir a por mí, en primer lugar, trato de matarlo, pero me enreda y parece ser más peligroso de lo que supuse, por lo que intento zafarme de él para huir.

 Una vez conseguido me pongo a correr y a través de un agujero vuelvo a estar en el agua, aunque esta vez cubre menos.

Corro por el agua sucia mientras que me persiguen buceando varios bichos de estos, algunos vienen de frente y consigo esquivarlos. 

De frente ahora solo tengo una verja y estoy encerrado. Escalo por esta y llego hasta otro pasadizo donde escucho muy fuerte el sonido de una cisterna. 

Finalmente, vuelvo a encontrarme en las alcantarillas y veo a Andrew sentado frente al sucio agua.

—¡Andrew!

—¡Jules!

—¿Por qué no me has esperado?

—No lo sé, intentaba ir a donde estabais.

—No vamos a ir más con esa gente, vamos a escapar tú y yo.

—Esto lo he soñado, Jules...

—¿Qué has soñado?

—Esta noche pasada soñé que iba nadando por agua turbia como esta y me perseguía algo... Y al final una mano me agarraba del pie y me arrastraba hacia abajo...

—Solo era un sueño... No te puedes quedar aquí.

—Ya... —dijo con un rostro acongojado.

—Venga, vamos, no va a ocurrir nada. —Dije mientras emprendía la marcha.

—Venga vamos. —dijo Andrew con poca convicción.

Había que superar un buen trecho nadando y había de todo tirado en el agua, todo lo que te puedas imaginar: Un mueble, un archivador... Hasta un reloj gigante y viejo. 

Nadamos hasta una verja, la escalamos y volvemos a caer al agua para seguir nuestro camino, en la caída Andrew traga un poco de agua.

—Agg... Qué asco, Dios.

Pero notamos algo extraño, parece que se ha movido algo entre unos trastos que están flotando en el agua.

—Jules —Me dice Andrew mientras nadamos.

—¿Qué pasa?

—¡Jules! ¡NOS PERSIGUE ALGO!

—No puede ser —miro para atrás y lo confirmo.

—¡Joder, nada, nada, tenemos que llegar a suelo!

Nadamos lo más rápido posible mientras sentimos esa presencia extraña y maligna perseguirnos por el agua. 

Signal Interference IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora