CERO

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Prólogo

Aquella situación fue un tanto particular para Alyna; inclinada detrás de la puerta y luchando por no ser descubierta, escuchaba la conversación a escondidas.

Antes, cuando era más pequeña recordaba que le repetía a sus padres cuanto odiaba que se gritaran o pelearan —aunque no fuera con frecuencia— sobre todo en su presencia. Esta ocasión se sentía y escuchaba diferente.

La voz de su padre no sonaba enfadada, al contrario, una mezcla de inseguridad y tristeza se adueñaba de sus comentarios; su madre, por el contrario, parecía ser la causante de la situación, su tono fuerte al reclamar lo que sea que estaban discutiendo, sonaba muy serio. Por un momento se sintió realmente cohibida ante el tono y los gritos, esperaba que no terminará en desastre.

— ¡El único que se está resignando a enfrentarlo eres tu, Sonic! —exclamo ella —Y no te lo digo para que lo hagas por mi, sino por ti.

¡No es asunto tuyo como me lo tome! Es parte de un pasado que se supone que ambos hemos luchado por olvidar. Pareces ser tú la del problema.

— ¿Yo? ¡¿Qué acaso no te has visto en un espejo?! Aún guardas todo y no has sido capaz de sacarlo, si lo has superado como dices, demuéstralo. Él está...

— ¡No quiero escucharlo! —cortó —Amy estoy bien así, contigo y con Alyna. Es lo único que me importa. Lo que sea que haya pasado no... vale la pena seguir teniéndolo presente.

—Te vas a arrepentir. —murmuro —Por dios, Sonic, te conozco. Eres mi mejor amigo y se cuan difícil fue para ti cuando se fue, y lo entiendo, yo...

—Amy, basta. —suplicó —Antes de que diga algo de lo que verdaderamente me arrepienta.

En ese instante escuchó pasos aproximandose a la puerta, por lo que, usando su velocidad se apresuró a esconderse en la habitación continua en espera de no ser descubierta.
Cuidadosamente caminó hacia la puerta entrecerrada para captar por el rabillo del ojo la azulada figura de su padre a espaldas a ella; lo vio tallarse el rostro y murmurar quien sabe que cosas para posteriormente bajar las escaleras y luego escuchar a la puerta principal cerrarse. Se sintió muy mal por él.

Cuando consideró prudente salir de su escondite, siguió mirando a la entrada de la casa pensando en una forma de solucionar el humor tan decaído de su padre, no se comportaba como si mismo desde hace varios días. La ansiedad al no saber como ayudar la hicieron sentirse triste.

—Eres una niña muy curiosa, ¿verdad? —se sobresalto al escuchar la voz de Amy, su madre.

—M-mamá... —sonrió con nervios al verla ahí, de pie junto a su puerta. Ni siquiera la escuchó salir de su habitación — ¿Qué hay?

— ¿Qué hay contigo? —rebatió con los brazos cruzados, seria.

—Estaba yo aquí, recien llegando...

—Sin mentiras, jovencita.

Bufó, incapaz de mentirle.

Además de ser una pésima mentirosa, su madre era... ella, y era misión imposible ocultarle algo, por mas mínimo que fuera. Se preguntó si la reciente discusión se debía a algo relacionado, una mentira piadosa que se salió de las manos o algo así; debió ser algo que la enfadó en serio.

—Puede que yo... escuchara gritos desde mi habitación, así que me acerque a ver si todo estaba en orden, entonces los escuche a ti y a papá.
No entendí, si eso te hace sentir mejor... —sonrió con nervios.

—No se trata de eso, Alyna. No debes escuchar conversaciones ajenas, mucho menos mías y de tu padre.

—Si, lo siento. Pero me preocupe un poco, ¿todo esta bien?

—Tu padre esta pasando por un momento complicado, lo mejor será dejarlo solo por el resto del día, ¿si?

—Es solo que quiero ayudar, si tan solo me dejarán.

Amy se inclino para pasar su mano entre sus púas y sonreir un poco. —Es muy lindo de tu parte que te preocupes por él, pero ya lo conoces...

—Claro que si, Sonic the Hedgehog el gran héroe de Mobius, ¿Quién no lo conoce?

—Cariño, te prometo que te explicaré todo en algún momento, pero por ahora, tan solo dejalo estar.

Suspiro. —Sí, mamá.

Amy sonrió y beso su frente antes de bajar las escaleras y dejarla sola.

Alyna rasco su brazo con nervios y miró nuevamente el pasillo presa de su curiosidad, atreviendose a caminar a la habitación de sus padres y colarse en silencio.

Analizó con detenimiento cada rincón del espacio sin encontrar nada contundente a primer vista, por lo que optó por ir al armario en espera de algo, aunque fuera mínimo. Movió la ropa de su madre, cosas de su padre, abrigos, hasta que encontró una pequeña caja en el rincón más oscuro que llamo un poco su atención.

Miró nuevamente la entrada verificando que su madre no se aproximara, y con ambas manos saco la respectiva caja y la coloco en el suelo a la par de sus pies, se puso de rodillas y quito la tapa.

— ¿Qué es esto? —parpadeo desconcertada al observar con detenimiento las cosas dentro.

Lo primero que hizo contacto con su mano fue una fotografía, las orillas dándole a entender que llevaba mucho tiempo guardada, un par de años quizás.
En esta, encontró a su padre con alguien que no conocía, un erizo de vetas rojas y muy serio. Sonic se veía tan feliz; nunca antes había visto esa sonrisa en su rostro, tan genuina.

¿Quién era él? Se preguntó a si misma sin apartar la mirada de la fotografía, intentando recordar donde había visto ese rostro antes.

Su mirada pasó al resto de cosas de la caja, topandose así con otro par de fotografías, todas con su padre y ese otro erizo negro. Sonic se veía tan alegre cuando lo observaba a él, quien por el contrario apenas sonreía, aunque algunas veces lo captó mirándolo con una adoración que le pareció adorable, una mirada que nunca había visto entre sus padres.

Y fue entonces que su vista terminó en un sobre blanco, este viendose igual de viejo que todo lo que estaba ahí dentro, posiblemente mas; lo tomó entre sus manos para así sacar lo que identificó como una carta.

La leyó con detenimiento, la caligrafía precisa y muy bien cuidada, las palabras siendo conmovedoras incluso para ella; no era algo cursi, pero por alguna razón sintió lo mismo que seguramente su padre al leerla, esa otra persona siendo claro sobre sus sentimientos.
Un escalofrío le recorrió la espalda una vez que llego al final y se percató de que si estaba firmada, ese nombre se le hizo familiar de algún lado; quizás había escuchado a alguien de sus tíos mencionarlo, pero no tenía una idea mas allá.

Shadow.

Sintió un revoltijo de emociones, y miles de preguntas sin respuesta comenzaron a surcar su mente sin parar, abrumandola al instante, haciéndola sentir cada vez mas confundida.
¿Qué eran todas esas cosas? ¿Su padre había amado a alguien más antes que a su madre? ¿Ese erizo lo había dejado para siempre? Y lo más importante, ¿su madre lo sabía y quizás por eso se enfado con él?

Entonces es que empezó a razonar las palabras dichas por ambos hace un par de minutos en su discusión, pero no tenia sentido tocar ese tema si habían pasado años, ¿no es así?

¿O es que había algo mas ahí que no sabía?

Lo hubiera o no, se vio dispuesta a indagar una respuesta concreta a sus preguntas, impulsada aún más cuando volvió a mirar de reojo una de las fotografías y una pequeña sonrisa surco sus labios.

( *** )

¡Estoy viva! Sé que me he ausentado con esta historia ya más de un año, pero he tomado la decisión de terminarla al fin, así que este es un regalo por todo el apoyo que me han brindado. Como pueden ver los cambios hechos en este capítulo son mínimos, lo mismo será con los que alguna vez publiqué.
Les ruego paciencia, pero intentaré dar lo mejor de mi para que disfruten esta travesía conmigo. Sin mas que decir, gracias por leer. <3

Papá, ¿Quién es Shadow? [Shadonic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora