CUATRO

734 115 51
                                    

Nunca había visto unos ojos tan impotentes e impresionantes.

A veces le gustaba mirar a su padre a los ojos porque tenían un color verde tan peculiar, el brillo que a veces encontraba en estos cuando se perdía entre sus pensamientos o cuando la miraba a ella se lo demostraba; se sentía cálida y segura ante esa mirada esmeralda, pero en ese instante realmente no pudo explicar el revoltijo en su estómago cuando el erizo de vetas rojas se inclino para quedar a su altura.

Sus orbes eran rojos cual sangre, su expresión muy seria, demasiado atento a su rostro como si la analizará despacio; muy por el contrario a su padre, él era intimidaste y vaya que sabía demostrarlo.

En las fotos se veía diferente, no parecía el mismo tipo, lo que le transmitía solo verlo no era igual. Shadow parecía triste y muy enojado con la vida también.

Parpadeo repetidas veces para poder regresar en si una vez que recordó que le había hecho una pregunta, se sintió avergonzada así que sintió a sus mejillas calentarse. — ¿Me conoces?

— ¿Acaso ese no es tu nombre? —cuestiono de regreso.

Su voz sonó muy baja y curiosa.

—Si, lo es. —intento recobrar compostura porque realmente estaba ahí por una razón —Tu eres Shadow.

—Pareces muy segura de eso. ¿Quién te hablo de mi?

—Mi tía Rouge...

— ¿Por qué no me sorprende? —murmuro para si, y de nuevo la miró —¿Qué estas haciendo tú sola por aquí? ¿Y tus padres?

—Ellos... —se rasco la nuca sin saber que responder; tener al erizo azabache frente a sus narices resultó ser algo diferente a lo que esperaba.

Aunque, a pesar del aspecto aterrador, no le provocó miedo.

—No deberías vagar aquí por tu cuenta. —espetó Shadow a la par en que se ponía de pie —Vamos, te llevaré a tú casa.

— ¿En serio?

—No voy a dejar a una niña sola a la interperie, además, ¿Qué edad tienes? ¿Cinco?

Alyna puso su mano en el pecho, indignada. —Tengo siete.

Shadow chasqueo la lengua. — ¿Qué pensarán tus padres cuando vean que no estás? Supongo que no estarán muy contentos.

—Les dije que iba a la tienda... —sonrió avergonzada y siguió el paso de Shadow quien ya había comenzado a caminar — ¡Oye! Yo estoy aquí para hablar contigo.

— ¿Por eso estabas espiandome?

—Creí que no estabas en Mobius.

Shadow la miró de reojo con una ceja alzada. — ¿Qué clase de preguntas son esas? ¿Qué tanto sabes sobre mi?

—Lo suficiente, como tu historia con mi papá por ejemplo.

Se frenó en seco.

¿Sonic había hablado sobre él?

Miró hacia abajo para observar a la niña quien también se detuvo a su lado. Alcanzó a ver la curiosidad en los ojitos contrarios, en espera de hacer las muchas preguntas que su cabeza quería; aunque fue Shadow quien formuló más de la cuenta.
¿La niña estaba ahí para hablar de su relación con Sonic? ¿Qué mierda le estaba pasando al universo, que hoy se le antojó conspirar en su contra?

—Algo me dice que estás aquí por su culpa.

—Mi papá no está en la ciudad hoy, no lo sabe...

—Ya veo... tu madre entonces. Estoy seguro que Amy no querrá ver a su hija acompañada de alguien que se supone debe ser un extraño para ti.

—No sabía que conocías a mi mamá.

Papá, ¿Quién es Shadow? [Shadonic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora