5. Misfits

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Narrado por Emma Danvers.

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Miré el reloj, diez minutos tarde. Bueno, no era como que acostumbrara a llegar siempre a la hora para muchas cosas, pero esto era una fiesta.

Aún no comprendía cómo podíamos estar planeando una fiesta cuando habían tantas cosas sin resolver. Sentía que era la única que se daba cuenta de lo terrorífico que era estar siendo observados todo el tiempo por la señorita miss perfección Stark y al mismo tiempo tener una bomba de tiempo a la que queríamos mucho y que no podíamos dejar que explote.

Habíamos concluido que las personas más aptas para visitar a Evelyn seríamos Oliver y yo, ya que no nos había controlado a ninguno de los dos en el pasado, no habíamos decapitado a su padre, ni había causado que perdiéramos a nuestro hermano. Éramos los que nos mantendríamos (o, al menos eso creían ellos) más serenos en el interrogatorio.

Pff, perra desgraciada. No me molestaría quemarle un brazo, o los dos.

Constantemente tenía que recordarme que era un héroe, y los héroes no hacíamos esas cosas.

Llevaba el pastel de bienvenida de Athena, había volado hasta París para comprarlo porque a todos les había gustado el pastel de la fiesta de Tristán y Tori. No nos lo comimos en la fiesta, pero fue un buen postre mientras esperaban la prueba de la chica nueva.

Volaba de regreso, admirando las luces de Nueva York, cuando un destello fugaz en el cielo me hizo cambiar mi mirada. ¿Qué demonios? Los aviones no volaban tan alto, al menos ningún avión comercial que yo conociera. Me dirigí más arriba para tratar de alcanzarlo, pasando la capa de la Tierra que era seguro visitar si eras humano.

Por suerte, no era completamente humana.

¿El truco para respirar en el espacio? No hacerlo. Tendría que contener el aire, mi traje me daba un par de bocanadas extra si quería hablar, pero no guardaba demasiado. Tendría que aguantar la respiración.

Por suerte, podía vivir meses sin respirar gracias a la sangre Kree. Gracias, papá.

Había alcanzado la velocidad suficiente para ver que era una nave, y que había comenzado a orbitar la Tierra. El pastel de Athena estaba congelado en mis manos, así que lo tiré hacia un lado. Me coloqué el casco con un botón en el traje y volé más cerca de la nave. No se parecía a ninguna nave que yo hubiera conocido.

-Huh, ¿chicos?- hablé por el micrófono del traje, esperando que alguno tuviera el suyo encendido -hay una nave en el espacio, está orbitando la Tierra. No son los Guardianes, tampoco es Shield. No conozco esa nave, pero es grande. ¿Alguien disponible para ayudarme a averiguar qué quieren?

-Yo podría...- respondió alguien por el micrófono. Era Oliver.

-No, Oliver, necesito que vueles de vuelta a Francia por otro pastel, acabo de congelar el que traía.

Escuché un resoplido y un 'ok', y me relajé un poco. En caso de que fueran los Guardianes, no quería a Oliver cerca de su exnovia. Ellos habían dicho que habían terminado por 'acuerdo mutuo', pero desde entonces mi hermano no había vuelto a ser él mismo, era más callado de lo normal, y me preocupaba. No me iba a arriesgar a que se la volviera a encontrar y lo convenciera de viajar la galaxia a su lado o alguna cursilería de ese estilo.

-Yo iré- escuché por el micrófono. Era Tristán.

-Bien.

Toqué la pantalla integrada de mi traje colocada en la muñeca, y las coordenadas se enviaron. Debía llegar muy pronto, los asgardianos eran rápidos, aunque no tanto como yo.

Fracture (Young Avengers 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora