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—Ahhh —solté bajito.

—¿Estas bien? —Pude sentir las manos de Jin en mi cintura.

En estos momentos no sabía si mi falta de aire era por el dolor o por el toque de Jin.

—Mi pie, duele —le dije, tomando mi tobillo.

—¿Puedes caminar? —Me preguntó.

—Sí, solo espera un poco. —Dije, esperando que se me pasara el dolor.

Me erguí e intenté dar un paso, hice una mueca. El dolor parecía un calambre, sin embargo estaba segura de que no era eso.

Pude sentir las manos de Jin pasar por detrás de mis piernas, cargándome. Pasé mis manos por su cuello, sujetándome de él.

—No —solté. —Puedo caminar.

Jin soltó de nuevo esa sonrisa ladina.

—Tu cara no dice lo mismo. No pasa nada, estoy aquí.

Recargué mi cabeza en su hombro, estaba de su lado izquierdo y podía escuchar perfectamente los latidos de su corazón.

Cuando llegamos, me bajo, dejándome en el piso suavemente, el dolor seguía ahí, cada vez que daba un paso, pero debía de hallar la manera de subir aquel muro que me llevaba a mi habitación.

—¿Segura que puedes? —Me preguntó.

—Deja de preocuparte tanto. —Le respondí.

—Es mi culpa que estés así —dijo volteando a otro lado. —Si no te hubiera enviado ese mensaje para salir y si tampoco te hubiera alentado a saltar no estarías...

—Hey, —hablé, interrumpiéndolo. —No pasa nada, sabes que siempre estaré cuando me necesites, no importa qué. —Hice que me volteara a ver a los ojos. —Y tampoco soy de cristal, relájate.

Esto último lo hizo reír, soltando un bufido y poniendo sus ojos en blanco.

—Gracias —dijo. —Por eso eres mi amiga.

Amiga, pensé.

Me despedí por última vez y comencé a caminar para escalar aquel muro.

Una vez pasando la pierna derecha por el marco de la ventana, dirigí mi mirada hacía abajo, Jin estaba ahí, esperando que me metiera para él hacer lo mismo. Me dedicó una sonrisa y lo observé cruzar la puerta de atrás de su casa.

Caminé lentamente hacia mi cama, sentándome justo al lado de la libreta y el plumón negro, la cual tomé entre mis manos. Mordí mi labio inferior, recorriendo mis lentes por mi nariz, ya que siempre se bajaban; dudaba en enseñar aquello que había escrito desde hace 8 meses, al final de mi libreta. Busqué aquella hoja, volteando de nuevo al frente, observé a Jin entrar a su habitación. Voltee la mirada de nuevo a mi libreta, pensando si era buena idea mostrarle aquellas dos palabras, y, cuando estaba por recargarla en la ventana, pude observar a Jin terminar de cerrar sus cortinas azules.

¿Qué fue ese estúpido impulso, ______? Pensé. ¿Qué hubieras hecho después? Obviamente Jin solo te ve como una amiga, aterriza tus ideas. Me contesté. Lo más seguro es que Jin te diría algo así como: "No seas ridícula, ______, alguien como yo no puede ser visto con alguien como tú".

You Belong With Me  | ksj  ;  ______  | ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora