Capitulo 4

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El ANBU que frecuentaba la casa del clan les dio una pequeña visita, mostró su presencia abiertamente aunque no dijo nada; sólo les estaba informando que se encontraban vigilados. En silencio llegó, en silencio se marchó. Al quedarse otra vez solos, se pusieron de pie e iban a entrar en la casa. Era hora de comer. Itachi iba al frente y Sasuke le seguía apenas unos palmos detrás.

Un grito los detuvo. O mejor dicho: dos. Dos gritos los contuvieron y los hicieron girarse.

—¡Sasukeeeh! —era la voz de Naruto, subido en el techo de la casa, en el ala al otro lado del jardín.

El segundo grito fue de Sakura, quien le reprendió molesta por su comportamiento. No era correcto subirse al techo de la casa de las personas si no era una emergencia Debían ir y tocar la puerta como la gente civilizada. Naruto se atrevió a hacer un gesto de desprecio ante tal convencionalismo social y se ganó la fácil furia de la kunoichi. Ésta saltó también sobre el techo y le dio un golpe en la cabeza a su compañero; corregir sus faltas morales categorizaba como "emergencia". Sakura no se disculpó ante nadie, arrastró a Naruto de nuevo hacia la calle y fue a dar la vuelta hasta la entrada.

Viendo lo que acababa de suceder, Sasuke rodó los ojos y predijo:

—Aparecerán en la puerta en cualquier momento.

Como el menor de los Uchiha no dio signos de querer ir a abrirles, Itachi se hizo con esa responsabilidad. Abrió la puerta justo cuando Sakura tocaba. Les saludó con su usual formalidad y les invitó a pasar.

No obstante, eso implicaría una escala no planeada (y por lo tanto un retraso) en sus planes; Naruto no lo admitió.

—Sólo venimos por Sasuke —dijo el rubio con algo de prisa. Acto seguido: gritó el nombre de su perdido y recuperado amigo esperando que asomara la cabeza.

Sakura le reprendió por tal descortesía y contuvo las ganas de golpearlo (más que nada por la presencia de Itachi).

La comadreja perdonó y movió una mano restándole importancia. Sentía cierta afinidad por el muchacho y eso no era secreto.

—Ahora mismo llamo a Sasuke —dijo el mayor. Se giró, dio dos pasos y escuchó la voz sonriente de Sakura a sus espaldas.

—Itachi-san, me alegra que te hayan permitido regresar a casa también.

Quizás lo decía para parchar la rudeza del último comentario de Naruto, quizás lo decía de forma sincera. Por "casa" tal vez se refería a Konohagakure o quería decir su casa exactamente, bajo el mismo techo que Sasuke. ¿Quién sabe?

—Gracias.

Consideró la falta de sorpresa de ambos al verle abrir la puerta y pensó que conocían la noticia de su regreso desde antes. Probablemente Sakura se refería a "Bienvenido a casa, junto a tu hermano".

Sasuke fue llamado por la comadreja y acudió a la puerta de mala gana. Consideraba a Naruto una peste. Sí, lo había perdonado, de nuevo eran amigos y hacían cosas juntos. Sí, reconocía el valor y fuerza del rubio, sabía que sería su próximo Hokage en el futuro... Pero igual lo veía como una peste.

No pasaba día sin que Uzumaki lo buscara. Desde la tarde de su liberación hasta hoy, se mantenía constante tras sus pasos, ya fuese para invitarle a comer, bajo el pretexto de entregarle algún mensaje de Tsunade, para obligarle a ir a las revisiones médicas o simplemente para llamarse "idiota" el uno al otro. Sasuke sabía que también Sakura lo rondaba de manera insistente, pero la kunoichi era menos pesada y de un entendimiento más amplio que Naruto.

Aunque...se habían tardado en visitarle el día de hoy. Sasuke llegó a una conclusión similar a la de Itachi: Ya sabían de la liberación de su hermano, quizás Sakura tenía conocimiento incluso de la hora, y por eso no habían ido más temprano.

Esa temporada del añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora