Capítulo V

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•Una Cuerda Que Vibrara al mismo ritmo•

GILBERT

El profesor Phillips nos pidió a algunos de nosotros a pasar al frente así iban eliminando a uno por uno donde solo quedamos cuatro Anne, Lea, Moody y yo, Moody salió por que se confundió en deletrear agraciada y Lea salio al deletrear excluido por su voluntad ya que ella no quería participar en esto, solo quedamos Anne y yo. Ambos contestamos correctamente y seguimos con el juego en un punto no dejaba de mirar a aquella chica de ojos azules que estaba empezando a volverme loco, salí de mis pensamientos al escuchar que el profesor me decía la palabra a deletrear así que lo hice, todas las chicas estaban emocionadas por ella luego toco de nuevo mi turno y cuando estaba deletreando miro así la dirección de Lea que parecía que no esta prestando atención a nosotros si no a otra cosa así que me desconcentre pensando si algo le pasaba y perdí, Anne me miro y yo le sonreí al saber que ella gano.

— Felicidades Anne —toque su hombre— no era con N y me distraje.

Ya que el sr. Phillips salio un momento del aula me acerque a mi mejor amiga para saber si se encontraba bien.

— Lea, ¿te encuentras bien? —ella asintió viendo a su hermana— ¿estas segura?.

— Si Gilbert no pasa nada —sonríe nerviosa.

Entra de nuevo el profesor y nos avisa que ya podemos retirarnos, Lea se pone de pie y va hacia su hermana observó que Anne le dice algo y mi mejor amiga toma rápido sus cosas y ambas avanzan hacia la salida sin antes ella despedirse de mi.

LEA

Teníamos que llegar a Green Gables rápido ya que mi hermana tenía dolores de estómago así le pedí que se fuera a acostar mientras yo le preparaba un té de manzanilla para que se lo tomara y le hiciera bien, cuando subí a dárselo le cayó bien así que no estuvo con tanto dolor toda la tarde, llega la noche y ambas ya estábamos dormidas cuando escucho la voz de mi hermana susurrando fuerte mientras quitaba las sábanas de su cama.

— Qué pasa Anne? —le preguntó tallando mis ojos— es mas de media noche, no es hora de hacer historias.

— No es eso Lea —suena preocupada— me voy a morir.

— Pero que dices? —me levanto rápido de mi cama— no llores.

— Estoy sangrando.

Tomamos las sábanas y bajamos rápido, prendí agua para que se calentara y ella empezó a lavar las sábanas, escuchamos a Marilla bajar las escaleras y yo ya estaba dando un grito en el cielo por que realmente me asusto, mi hermana mientras lloraba le pedía perdón a Marilla por que pensaba que se iba a morir, yo ya había tratado de explicarle lo que pasa pero Anne a veces no escucha y eso justo pasa, así que me senté en la mesa para ver si Marilla puede explicarle lo que a mi no me dejó.

— No te estas muriendo —digo.

— Por favor planteen rosas rosadas en mi tumba— me reí— no te rías perderás a tu única hermana.

—Anne, no te estas muriendo —explica Marilla— estas en tus días de florecer como mujer y es completamente normal.

— Pero no estoy lista para ser una mujer —en eso le doy la razón.

— Pero así lo planeo dios y no hay remedio.

— Debe a ver alguna equivocación, de ninguna manera dios puede creer que me llego el momento de ser una mujer.

— Ya, ya vamos a darte lo necesario— Marilla me pide que la siga— ella necesita trapos de algodón para que cubra su ropa interior.

— Esto no puede ser posible —suplica mi hermana.

𝙂𝙍𝙀𝘼𝙏 𝙒𝙊𝙈𝘼𝙉 (ᵃⁿⁿᵉ ʷⁱᵗʰ ᵃⁿ ᵉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora