Capítulo VI

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El remordimiento es el veneno de la vida•

ANNE

Diana vino a buscarnos en la madrugada mientras nosotras dormíamos, estaba muy alterada buscando ayuda por que la pequeña Minnie May enfermo quizo ir a buscar a Marilla pero ella fue a ver al ministro junto a los demás vecinos, nos vestimos rápido y mi hermana va a buscar a Matthew para decirle que vaya por el doctor mientras nosotras hacíamos lo que podamos por Minnie May.

Llegamos lo más rápido que pudimos así que mi hermana se fue a la cocina a hervir agua, mientras yo buscaba si había más remedio por que casi se acaba, Diana sintió que estaba ardiendo en calentura así que le pedí que la lleváramos a la ventana, mi hermana llega con una cabeza de cebolla partida a la mitad para ponerle en los pies mientras que la tía de Diana nos empezaba a regañar lo cual no le tomamos mucha importancia ya que sabíamos lo que hacíamos, tome un trapo mojado y se lo puse en la frente.

— Pero tu que haces niña? —regaña a Lea— solo les falta cocer ojo de rata en un caldero.

— La cebolla crudra en las plantas de los pies ayuda a bajar la fiebre —responde metiendo la cebolla en el calcetín— Usted no sabía sobre eso.

— ¿Por que debería saber eso?.

— Es un remedio de abuelas —respondo.

— Podré ser vieja, pero no soy abuela —contesta cortante— y evidentemente no se debe ser ni una ni otra para saberlo.

— Es verdad— Lea se pone de pie— como sea, creemos que funciona.

— Y no descartamos ninguna medida desesperada.

— Si supiera alguna medida desesperada se las diría —exclama la mujer— pero no se nada sobre cuidar niños.

— La sra. Hammond tuvo gemelos tres veces, así que sabemos mucho de esto —mi hermana asiente.

— ¿Trabajaban para alguien?.

— Toda nuestra vida, hasta venir a Green Gables —pone leña en el fuego.

— Así que los Cuthbert las trajeron para cuidar de ellos en su vejez, ¿verdad?.

— No —interfiero— ellos esperaban dos varones, pero llegamos nosotras así que decidieron adoptarnos y criarnos.

— Qué extraordinario — se impresiona la mujer.

— Exactamente
— Verdad que si
Respondemos ambas.

Mi mejor amiga me habla varia veces al ver que Minnie May no podía respirar ya.

— Anne, hay que traerla a la mesa —pide Lea y eso hacemos— tenemos que ponerla boca abajo, Diana agarra sus pies.

Empecé a darle pequeños golpes en la espalda pidiendo que tosa, mi hermana junto a la señorita Barry ayudan a Diana a agarra a la pequeña ya que se les resbala, tome un trapo y le pedí que tosiera hasta que soltó toda la flema que tenía acumulada, la llevamos a la cama para que pudiera descansar y me nos quedamos dormidas excepto mi hermana que se quedó hablando con la señorita Barry a esperar a que llegara Matthew.

Al día amanecer estábamos partiendo para casa donde llegamos y nos fuimos a descansar ya que nos sentíamos muy cansadas por no dormir correctamente e ir a ayudar a Diana. Despertamos así que bajamos a la cocina y Marilla estaba abajo costurando un vestido para mi hermana, nos dio de comer y nos dijo que tenía una noticia para mi pero que primero comiera ya que sabía que al enterarme se me quitaría el apetito y así fue por que me dio la mejor sorpresa por que la madre de Diana vino hace un rato a pedirme que vuelva hacer amiga de ella otra vez, me puse muy feliz abrace a mi hermana y a Marilla.

𝙂𝙍𝙀𝘼𝙏 𝙒𝙊𝙈𝘼𝙉 (ᵃⁿⁿᵉ ʷⁱᵗʰ ᵃⁿ ᵉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora